sábado, 21 de enero de 2012

INTERPRETANDO LOS JEROGLIFICOS MAYAS


Hasta la década de los 50, los científicos pudieron comprender la mayor parte del sistema calendárico maya. No así la escritura impresa en piedras, estelas, códices y cerámicas que parecía un misterio indescifrable. Durante mucho tiempo permaneció sin ser descifrada hasta que a partir de la segunda mitad del siglo XX, la rusa Tatiana Prouskurioakoff, el alemán Heinrich Berlín y otros especialistas en epigrafía que les siguieron, fueron capaces de darle significado a los enigmáticos glifos.
La interpretación de la escritura maya avanzó tanto que en la actualidad se ha descifrado el 85% de los jeroglíficos mayas. “Ahora sabemos que los textos tienen un fin histórico, que describen a sus gobernantes, cuando nacieron, quiénes eran sus padres, sus hijos, cuándo llegaron al trono, qué rituales hacían, quiénes eran sus sucesores, a quién dedicaron esas construcciones…”


La lingüística ha contribuido mucho a entender los textos mayas, declara Guillermo Bernal. “Sabemos que están escritos en lengua chol oriental, una variante muy antigua del chol del oriente de Guatemala. Era la lengua de prestigio como lo fue el latín en nuestra civilización. Pues aunque había otras lenguas como el chontal en Palenque  o el maya yucateco, los gobernantes y miembros de prestigio hablaban chol y escribían en chol.”

A la víspera del 2012, el investigador universitario habla del único registro maya acerca del 23 de diciembre: el llamado Monumento 6, una inscripción en el sitio Tortuguero, al sur de Tabasco. “Es un texto breve, no muy claro y un poco dañado que prevé el regreso del dios Bolon Yookté vinculado a la creación y la guerra.”

Se trata de una fecha histórica, al igual que el final del bak´tun 13; ciclos que terminan para el comienzo de otros. La conclusión es que las profecías mayas del fin del mundo en 2012 son creación de otros. “La percepción catastrófica deriva de una relación equivocada con los mitos judeocristianos del Apocalipsis. Lo peligroso de estos temores es que los creyentes pueden ser víctimas de falsos profetas o sectas, capaces de inducir actos negativos como suicidios colectivos y otros atentados contra ellos mismos o en contra de otros.”

¿Quién dice que el mundo se va a acabar?

La fecha se refiere al final de un bak´tun, un periodo de 144,000 que es uno de los más largos del sistema calendárico maya. El 23 de diciembre de 2012 acabará el bak´tun 13 que en total suma 5 mil 200años mayas, equivalente a 5 mil 125 años de nuestro calendario.
Se ha supuesto que con ello termina la cuenta del antiguo calendario maya, y que por tanto esta civilización que floreció en el sureste mexicano, Guatemala y el resto de Centroamérica, profetizó la decadencia de la humanidad. “Es falso”, afirma Guillermo Bernal Romero, investigador del Centro  de Estudios Mayas de la Universidad Nacional Autónoma de México.“Porque la cuenta calendárica no tiene final prevesible y esto es más que una interpretación académica.”

Describe una inscripción en Palenque, la ciudad de origen maya en el estado de Chiapas en donde el gobernante K´inich Janahb Pakal formuló un cómputo hacia el futuro, el 22 de octubre de 4772 cuando se cumplirá un aniversario de su llegada al trono. Además el calendario maya indica otros periodos largos como el pik´tun que es la suma de 20 bak´tunes. Desde su cubículo en el instituto de Investigaciones Filológicas, el especialista en epigrafía maya opina en torno a los anuncios del fin del mundo. “Quienes estudiamos la escritura maya en México y otros países coincidimos en que no hay argumentos para esas especulaciones. Quienes las pregonan no pertenecen al medio académico formal a la comunidad científica.”

Fuente: Claudia Suárez Xavier Criou, Guillermo Bernal R., www.unamiradaalaciencia.unam.mx

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