sábado, 31 de octubre de 2015

Tipos de ofrendas de Día de Muertos


De acuerdo con El gran diccionario del ocultismo (Mares, 2005), una ofrenda es “todo aquello que es ofrecido a la divinidad. En la antigüedad solían ofrecerse los frutos primiciales de la tierra o del ganado”. Es común encontrar en las diferentes culturas alrededor del mundo distintos tipos de ofrendas, entre las culturas del México prehispánico las ofrendas a sus divinidades, generalmente incluían el sacrificio de personas. Como es de esperar, con la conquista todo esto fue barrido y suplantado por la religión católica, pero sin ser eliminado del todo, lo que ha dado como resultado toda una serie de tradiciones que mezclan las creencias antiguas con las traídas por los conquistadores españoles.

El Día de Muertos, el Xantolo y el pan de muerto son, sin duda, un resultado de esta mezcla entre dos culturas. Las ofrendas de día de muertos, son también un ejemplo interesante de festejar a la muerte con la amalgamación de distintas tradiciones.


¿Qué es son las Ofrendas de Día de Muertos?

Son los alimentos, el agua y las bebidas que se ofrecen a los muertos desde la noche del 1 y hasta el 2 de noviembre para honrarlos. El origen de las ofrendas, así como la festividad misma se remontan al México anterior a la colonia, donde se creía que cuando alguien moría iba a un inframundo (que nada tiene que ver con la noción del cielo, purgatorio e infierno católico) que se componía de 9 niveles, Mictlán era el último de estos niveles y el camino para llegar a él era tortuoso, los que lograban llegar hasta ahí recibían como ofrenda 4 flechas y 4 teas atadas con hilo de algodón.

Además de la ofrenda que recibían en el Mictlán, los antiguos mexicanos enterraban a sus muertos con distintos objetos que utilizaba en vida la persona y aquellos que se creía podrían ser de alguna utilidad en su camino por el inframundo, como instrumentos musicales, sonajas en formas de calavera, cráneos y esculturas que representaban a los distintos dioses de la muerte.


Lo anterior son sólo algunos de los vestigios principales en que en el México prehispánico se celebraba a los muertos; a la llegada de los españoles, y como ya les mencioné, todo esto fue visto como cosa del demonio y se intentó con poco éxito terminar con las tradiciones paganas. Lo único que se logró fue que los antiguos mexicanos disfrazaran sus antiguas creencias y, de alguna manera las relacionaran con aquellas traídas por los españoles (en este caso la festividad de los Fieles Difuntos), dando como resultado el tradicional Día de Muertos y, desde luego, la ofrenda de día de muertos.

Los elementos que no pueden faltar en ninguna ofrenda de Día de Muertos son:

  • El agua, se ofrece para que los muertos calmen su sed después del largo y cansado recorrido que deben realizar para reunirse nuevamente con sus familiares vivos. También puede simbolizar la pureza del alma.
  • La sal es, al igual que el agua, un elemento de purificación para que el cuerpo no se corrompa y pueda realizar regresar al siguiente año.
  • Las velas y/o veladoras que ofrecerán la luz que ilumine el camino de llegada con sus familiares, en algunas localidad acostumbran a colocarlas en forma de cruz para representar los cuatro puntos cardinales y orientar al ánima en su camino. Antiguamente, se utilizaban rajas de ocote y actualmente es común que se encienda una vela por cada familiar muerto que se espere en el hogar.
  • Copal, el copal es, sin duda, uno de los principales elementos que tienen su origen en las tradiciones de los antiguos mexicanos quienes lo ofrecían a sus divinidades y tenía un fin purificador. Actualmente las ofrendas pueden incluir copal o bien incienso, traído por los españoles, y que es utilizado para limpiar el lugar de malos espíritus y que el alma de los difuntos pueda entrar a los hogares sin ningún peligro.
  • Las flores son símbolo de festividad que se cree que atraen y guían las almas. La flor por antonomasia en las ofrendas es la flor de cempasúchil, originaria de México y de la que antiguamente se creía, tenía poderes curativos.
  • Otros elementos que no pueden faltar en las ofrendas son los alimentos y bebidas que eran del gusto de los muertos, es común encontrar en todas las ofrendas: café de olla, mole, mezcal o tequila, pan de muerto, cigarros, etc.
  • También es necesario poner el o los retratos de las personas a las que se les está haciendo la ofrenda. La cruz de cal o tierra, el colorido papel picado y objetos personales del muerto.

Como es de esperar, aún con los elementos en común señalados anteriormente, los preparativos y tipos de ofrendas de Día de Muertos varían dependiendo de la localidad donde se realizan; resulta imposible hablar del tipo de festejo en cada localidad, pero hablemos de algunos de ellos:

En Oaxaca se realiza una ofrenda a los angelitos, es decir, una ofrenda con canastas que contienen manzanas, naranjas, pan de estrella y de conejo. La canasta se cubre con hojas de zapote que servirán como servilleta para los muertos; también se colocan velas con el nombre del niño y se cree que la luz que ésta emite, lo guiará en su camino.

En la huasteca potosina e hidalguense, existe el tradicional Xantolo, del que ya hablamos en otro post y que se caracteriza por la danza y los sones huastecos.


En las ofrendas de Atlixtac en la montaña de Guerrero, acostumbran a colocar un plato con comida para cada muerto, como si aún siguiera vivo, entre los que destacan el mole rojo o verde, pan de muerto y la bebida preferida de cada difunto. Una vez que se ha realizado una comilona familiar para honrar al muerto, es común que comience el intercambio de platillos entre los miembros de la comunidad. En Tlacoapa, Guerrero, los preparativos comienzan 15 días antes, desde el 31 está preparada la comida y la bebida, el día 1 de noviembre acostumbran a colocar frutas y dulces para los niños, y para el día 2 lo cambian por la comida preferida los difuntos.

Como podrán ver, los tipos de ofrendas son tan variados, como localidades existen en México, baste decir que el Día de Muertos es una de las tradiciones más ricas del país al grado de que le valió en 2003 el reconocimiento de “Obra maestra del patrimonio cultural de la humanidad” por parte de la Unesco.

FUENTE: http://lascosasquenuncaexistieron.com/

viernes, 30 de octubre de 2015

La mulata de Cordoba


Hace muchos años, en la época de la Inquisición y el Santo Oficio, vivía en la ciudad de Córdoba una hermosa mujer. No tenía padre ni madre. Sola en el mundo la llamaron Soledad. Tenemos que decir que era Mulata.

Como no era bien visto en esos tiempos un color diferente al blanco de la piel. Los indios y los negros no tenían derechos y esta mujer siendo mulata atestiguaba la unión entre dos razas. Su extremada belleza la hizo blanco de requiebros, volviéndola huraña. Las mujeres empezaron a hacer correr el rumor de que ella sabía de embrujos, magia y encantamienos. Aseguraban haber visto por las noches salir de las ventanas de la choza donde vivía una luz intensa y escuchar música extraña y misteriosa. Las autoridades del Santo Oficio y sus propios vecinos empezaron a espiarla para comprobar sus nefastas relaciones con el maligno. Al contrario, la veían ir a misa. Esto acallaba los rumores y calmaba a las autoridades de la Santa Inquisición.

No así a Don Martín de Ocaña, Alcalde de Córdoba, hombre entrado en años que ardía de pasión por la Mulata. Le confesó su amor, llegó a prometer regalos y premios si cedía a entregarle su cuerpo. La Mulata no estuvo dispuesta ni siquiera a sonreírle, mucho menos a brindarle un gesto de esperanza.


Un hombre desairado es el peor enemigo que puede tener una mujer. Mucho más si este hombre es el alcalde de Córdoba. Peor aún si la mujer vive en esa Ciudad, es sola y por añadidura mulata. 

Para deshacerse, al mismo tiempo, del desagravio, de la razón de su sufrimiento, de la mujer que más se odia tanto cuanto más se ama, el alcalde acusó a la Mulata de haberle dado un bebedizo para hacerle perder la razón. La denuncia con la esperanza de verla arder en una pira de leña verde. Suya o de nadie. 

La misma noche, el alcalde seguido por sus sirvientes, asistentes, policías y hasta amigos, rodearon la choza de la Mulata y en nombre de la Santa Inquisición le mandan abrir la puerta, pero ella, presa de justo miedo, no obedece. El despliegue de las fuerzas que utilizaron para detenerla era como para aprehender a las bandas de salteadores que por esas épocas merodeaban el camino de Córdoba a Veracruz. 

Por fin fue apresada y llevada en una carreta descubierta, custodiada por el Santo Oficio hasta las seguras mazmorras del castillo de San Juan de Úlua, donde fue encerrada en espera de su castigo. 


Unos dicen que fue en el mismo San Juan de Úlua en Veracruz. Otros por el contrario afirman que sucedió en los calabozos del Palacio de la Santa Inquisición en la Plazuela de Santo Domingo, en México, Capital de la Nueva España. 

Lo cierto es que después de su rápido juicio se encontró culpable de sostener pactos con el maligno, la sentencia decía que Soledad, la Mulata de Córdoba, como ya era conocida, fuera quemada con leña verde, en presencia de los ciudadanos para que tomaran claro ejemplo de lo que no se debe hacer y dar justo escarmiento, de los que, como ella, se apartan de los caminos del bien. 

Toda la noche, en lugar de rezar las oraciones pertinentes que demostraran su arrepentimiento, aunque de todas maneras sería inmolada en el fuego, Soledad la pasó dibujando con un trozo de carbón un barco en la pared del calabozo. Con tal maestría y primor que el carcelero que al otro día en la madrugada fue a buscarla, quedó pasmado ante tal obra de arte. 


Tenía perfectamente delineados todos los aparejos de un bajel dispuesto para una gran travesía en alta mar. Ante la sorpresa del guardia, Soledad le preguntó con una amplia sonrisa. “¿Qué es lo que le falta a esta embarcación?”. A lo cual contestó presuroso el guardián. “Andar”. “Pues mira como anda” le respondió la Mulata subiendo ágil por las escalerillas del barco. Todavía se volvió para despedirse de sus captores con un suave gesto de la mano indicando su adiós. Mientras el galeón desaparecía ante los desorbitados ojos del centinela.

Adaptación de MARKO CASTILLO

FUENTE: http://www.mitos-mexicanos.com/

jueves, 29 de octubre de 2015

El Charro Negro.


Si uno viaja por los caminos rurales de México durante las noches más oscuras, es posible toparse con una de las apariciones más temidas del folklore nacional: el Charro Negro.

El jinete, vestido como un charro con traje de color negro y montado sobre un caballo del mismo color, tiende a aparecer de la nada y acercarse a las personas que recorren los caminos entre los pequeños pueblos de la provincia mexicana. De acuerdo a la leyenda más popular; el charro aparece súbitamente y comienza a platicar con el viajero, siempre portándose amable. Sin embargo, al pasar por una iglesia o lugar sagrado, el charro se despedirá amablemente y se irá cabalgando por otro camino. En algún punto del camino, el charro invitará a la persona a subir a su caballo, y de aceptar; el animal empezará a correr y desaparecerá llevándose consigo a su víctima. De lo contrario, el charro seguirá cabalgando.

En caso de encontrarse a una mujer, el charro intentará seducirla con elocuencia, y tratará de invitarla reiteradamente a montar el caballo para así llevársela. En caso de que no lo logre, el charro se despedirá con un cabalgar lento en cuanto se acerque el amanecer.


¿Fantasma o demonio?

En otra variación de la historia, el charro negro es en realidad una figura demoniaca; un charro de ojos rojos con el rostro oculto por su sombrero; montado en un caballo azabache con ojos como carbón al rojo vivo y que emana vapor por la boca al respirar.

Aparece en lugares remotos de Tlaxcala, Veracruz, Puebla e Hidalgo; a las afueras del área metropolitana de la ciudad de México e inclusive en el interior de esta, en el barrio de Coyoacán. El charro aparece al anochecer en calles y veredas solitarias, siempre en busca de un peatón a quien ofrecerle monedas de oro, las cuales saca de una bolsa pequeña que lleva siempre a la cintura. Pero claro, como siempre debe esperarse de una entidad demoniaca, el oro siempre es a cambio de un gran precio.
Algunos mencionan que el diablo se cobra con el alma de aquél que toma la bolsa, otros que al tomarla, la persona en cuestión se convierte en otro charro negro que vagará por la eternidad hasta que algún otro incauto caiga en la misma oferta.
El charro negro se ha visto también en construcciones de caminos, en el famoso Callejón del Aguacate en la ciudad de México, en carreteras y puentes; y forma parte del imaginario mexicano de la misma forma que otros espectros como la Llorona, la Mano Peluda o los Nahuales.

FUENTE:http://mitosmonstruosyleyendas.blogspot.mx/

miércoles, 28 de octubre de 2015

La Leyenda de Juan Machete


Considerada como una de las leyendas más conocidas del llano. Cuenta la vida del hombre que quería ser el más poderoso de la región, su nombre era Juan Francisco Ortiz, amo y señor de las tierras de la Macarena. Este señor hizo un pacto con el diablo en el cual le entregaba su mujer e hijos, a cambio de mucho dinero, ganado y tierras.

El diablo le dijo a Juan que agarrara un sapo y una gallina, a los cuales debería coserle los ojos y enterrarlos vivos un Viernes Santo a las doce de la noche, en un lugar apartado, luego debería invocar el alma y el corazón. Juan cumplió con lo encomendado. Pasando varios días, el hombre se dió cuenta que los negocios prosperaban.

Una madrugada se levantó temprano, y al ensillar su caballo divisó un imponente toro negro, con los cuatro cascos y los dos cachos blancos. Pasó este hecho desapercibido y se fué a trabajar como de costumbre.


En la tarde regresó de la faena y observó que el toro todavía se encontraba merodeando la casa. Pensó "será de algún vecino". Al otro día lo despertó el alboroto causado por los animales, se imaginó que la causa podía ser el toro negro. Trató de sacarlo de su territorio, pero esto no fue posible porque ningún rejo aguanto.

Cansado y preocupado con el extraño incidente se acostó, pero a las doce de la noche fue despertado por un imponente bramido. Al llegar al potrero se dió cuenta que miles de reces pastaban de un lado a otro. Su riqueza aumentó cada vez más. Dice la leyenda durante muchos años fue el hombre más rico de la región.

Hasta que un día misteriosamente empezó a desaparecer el ganado y a disminuir su fortuna hasta quedar en la miseria. Se dice que Juan Machete después de cumplir su pacto con el diablo, arrepentido enterró la plata que le quedaba y desapareció en las entrañas de la selva.

Cuenta la leyenda que en las tierras de la marraneras deambula un hombre vomitando fuego e impidiendo que se desentierre el dinero de Juan Machete.

FUENTE: http://mitosurbanosve.blogspot.mx/

martes, 27 de octubre de 2015

La Leyenda del Jinete sin Cabeza


Es una historia originada en los años 1776 en Estados Unidos. La leyenda cuenta que un grupo de la armada británica fue asesinados brutalmente, pero uno sólo fue capturado por sus enemigos. Este era el jinete sin cabeza, un alemán contratado para esta guerra.

El mismo fue decapitado con su propia espada. Desde ese momento se dice que su espíritu ronda buscando cabezas humanas. Este jinete fantasmal es acompañado por su caballo negro, con cola de cabellos de cabezas decapitadas de sus victimas, ojos rojos inyectados de sangre y sangre de sus victimas en patas y cuerpo. El jinete sin cabeza ataca sorpresivamente a sus victimas, ellos escucharán primero un relinche fantasmagórico proveniente de su caballo negro y a los segundos, la victima será sorprendida cuando su cabeza sea decapitada por el jinete sin cabeza de manera brutal y rápida con su espada.


El luego se las pondrá de manera burlona para asustar al resto de los acompañantes de la victima que lograron sobrevivir a este jinete. Luego se escuchará la risa del mismo alejándose y desapareciendo de apoco en la niebla.

FUENTE: http://mitosurbanosve.blogspot.mx/

lunes, 26 de octubre de 2015

“Resurrection Mary”: la historia de un fantasma de Chicago


La historia de Resurrection Mary comienza en la década de los 1930’s, cuando la ciudad de Chicago ya se había convertido en una urbe importante y los automóviles dejaban de ser una curiosidad. En este periodo muchos conductores varones comenzaron a afirmar que en repetidas ocasiones se había aparecido una mujer ante ellos, a horas de la noche, en busca de un aventón.

La mujer tendría un vestido blanco formal, con zapatos de fiesta, ojos azules y cabello dorado, según algunas versiones. Otros, en cambio, la refieren como vestida con chal, con un bolso y con zapatos de baile, aunque en ambas versiones su rostro es el mismo. También se dice que la dama es inusualmente callada.

La dama sale en las noches en la avenida Archer, siempre antes de llegar al Cementerio Resurrection. Solo se aparece ante conductores, hombres, que vayan solos, y al pasar frente al cementerio súbitamente pide que la dejen bajar. En este momento, pone un pie afuera del auto y se desvanece en el aire.


Los relatos de este fantasma se cuentan por decenas. Uno de los más antiguos data de 1939, año en el que Jerry Palus afirmó haberla conocido no en las calles, sino en un salón de baile en el sur de Chicago. De acuerdo con su versión no solo charlaron y bailaron, sino que se besaron, y la dama le solicitó que por favor la llevara a su casa. Palus, un caballero en toda regla, accedió de inmediato.

Al llegar al cementerio, como acosada por una súbita urgencia, la mujer le pidió que la dejara bajar, pero apenas puso un pie afuera del auto desapareció.

Un relato mucho más reciente data de 1979, cuando el periodista Bill Geist publicó la historia de un taxista llamado Ralph que la mujer lo habría detenido en la avenida. Al igual que en los casos anteriores, habría decidido bajarse frente al cementerio (lo cual intrigó al taxista, pues allí no había ninguna casa), señalando incluso un punto específico a la izquierda del camino. El taxista parqueó y echó un vistazo alrededor para ver si había alguna casa. Un segundo después, volvió a mirar… y la mujer no estaba.

Ralph termina su relato diciendo que “la puerta del auto jamás se abrió. Lo juro por Dios, que la puerta nunca se abrió”. Estos casos misteriosos son más comunes de lo que uno creería, e incluso en la actualidad parece ser que la dama aparece de vez en cuando.


La leyenda de la mujer, de acuerdo con los habitantes de la ciudad, va como sigue: un día, Mary (como dicen que se llamaba) se encontraba en el salón de baile “Oh Henry!” con su novio. La velada no terminó bien y la noche de la pareja terminó en una fuerte trifulca que llevó a Mary a considerar irse caminando en lugar de en el carro de su novio. Pese a lo frío de la noche, decidió irse a pie y dejar plantado al patán.

Mientras caminaba por la gélida avenida, un conductor imprudente la atropelló, dejándola moribunda. El hombre prefirió huir que detenerse a ayudarla, y Mary, impotente, murió congelada en las calles de la Avenida Archie. Sus padres la encontraron y la enterraron en el cementerio aledaño vestida con el mismo traje blanco y los mismos zapatos que había usado la noche del baile.

Nadie sabe qué motiva a Mary a salir en busca de un aventón. Quizás, evitar su trágico destino al que la llevaron una mala noche y su propio orgullo. Se dice que aún sigue por ahí, esperando al hombre que, por fin, la lleve a su verdadero destino.

FUENTE: http://misterios.co/

viernes, 23 de octubre de 2015

Fantasmas de la Ciudad de México (Tercera Parte)


El Niño de la Diadema.

En el Teatro de la Ciudad de México, los técnicos evitan usar la diadema de micrófono y los auriculares para comunicarse entre sí; argumentando que al hacerlo, pueden escuchar una pelota que rebota y se acerca a ellos; seguida por la voz de un niño que los invita a jugar con él.


Pablito.

En el restaurante Ixchel de la Colonia Roma, se aparece supuestamente un niño conocido como "Pablito", el cual se cree murió años atrás al caer de la escalera de servicio del patio. Se dice que Pablito hace travesuras como abrir las llaves de agua en los baños, y que hace renunciar a los veladores que lo ven.


La Hostería de Santo Domingo.

El personal del restaurante más antigo de la ciudad menciona haber visto a un fantasma que es inofensivo, y de acuerdo con los dueños del local; se cree que podría haber sido un monje que habitó la construcción antes de que fuera un restaurante. El fantasma se le apareció a una reportera tiempo atrás, y la hizo huir despavorida del edificio.


La mujer del hotel Camino Real.

Dos periodistas que esperaban en el bar del lobby a que comenzara una conferencia de prensa, reportaron haber visto la aparición de una mujer fantasmal vestida de blanco; la cual iba acompañada de una brisa de aire gélido.


La novia de Regina 39.

Corría la década de 1940 cuando una joven pareja se iba a casar. El día de la boda, el novio no llegó a la ceremonia porque la noche anterior tuvo una despedida de soltero. Fúrica, la novia canceló la boda, regresó a la vecindad ubicada en el número 39 de la calle de Regina y mató al novio de una puñalada. La novia se suicidó ese mismo día, pero vecinos del lugar la han visto rondando la calle, lamentándose.


El túnel de los Lamentos.

En el poblado de San Pedro Barrientos, en el municipio de Tlalnepantla de Baz; existe una edificación conocida como el Castillo de Barrientos. En los túneles que forman parte de la estructura, se dice que se escuchan lamentos de las víctimas del crimen organizado, y que inclusive se puede ver huesos que sobresalen de las paredes. En la actualidad, los túneles han sido clausurados por autoridades del colegio militar ubicado ahí.


Los fantasmas del Toreo de Cuatro Caminos.

Anteriormente, al norte de la ciudad existía el Toreo de Cuatro Caminos, el cual fue demolido durante la década pasada. Sin embargo, pocos años antes de que fuese derribado, se celebraron en él grabaciones de series televisivas y eventos de Halloween. El personal de los eventos de Halloween contaba historias de toreros y médicos que se aparecían en los laberíntos de la parte inferior de la construcción.


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FUENTE: http://mitosmonstruosyleyendas.blogspot.mx/

jueves, 22 de octubre de 2015

Fantasmas de la Ciudad de México (Segunda Parte)


Los fantasmas de las calles.

Las calles de la ciudad de México cuentan también con sus fantasmas. Desde las niñas fantasmales que aparecen en la avenida Eugenia y en el Eje 3 Norte, hasta un supuesto monstruo que merodea por las noches en el área que rodea la ciudad Deportiva; el cual respira fuertemente y gruñe al pasar frente a las casas, y araña las puertas.

Otras leyendas entran en la categoría de visiones espectrales de accidentes, pasajeros fantasma que suben a los taxis e inclusive víctimas de asesinatos que merodean por las noches pidiendo ayuda.


El departamento de Bolívar.

Un departamento ubicado en las calles de Bolivar y 5 de Mayo, cerca del Zócalo. Permanece sin ser habitado por que los inquilinos previos y los vecinos de la zona aseguran que en el interior se escuchan ruidos por las noches y los objetos se caen o desaparecen misteriosamente.


Las víctimas del terremoto.

Tras el terremoto del 19 de septiembre de 1985; muchas áreas en la ciudad cuentan con supuestas apariciones de las víctimas del siniestro. Se sabe que hay historias de aparecidos en las inmediaciones de la unidad de Tlatelolco, en la casa de diseño del INBA, en el hospital Juárez y en las colonias que fueron seriamente afectadas por el movimiento telúrico.

En algunas construcciones que fueron escuelas en la época del terremoto y en las cuales hubo víctimas (el terremoto fue a las siete de la mañana, cuando a esa hora las preparatorias y secundarias ya están dando clases), se dice que por las noches se ven niños y jóvenes jugando en el área, y se escuchan risas y voces de niños hablando entre sí.


El niño fantasma del Estadio Azteca.

Los vigilantes que trabajan en el estadio ubicado al sur de la ciudad, relatan historias de un niño que se aparece por las noches; pidiendo ayuda a los vigilantes, solo para desaparecer frente a ellos. Se cree que este niño murió aplastado en un disturbio ocasionado durante un evento.


El convento de la Concepción.

En la época de la colonia española, en el convento de la Concepción vivió una mujer llamada María Gil, que se enamoró de un joven apellidado Urrutia. Los hermanos de la joven le pagaron al pretendiente para que abandonara la ciudad y no se casara con ella. María Gil, incapaz de soportar el sufrimiento que le producía esa relación fallida; se ahorcó en un árbol de duraznos en el interior del convento, tras un tiempo de haberse recluido como monja. La leyenda cuenta que su cuerpo ahorcado se le aparecía a las religiosas que vivían en el convento.


Los niños del panteón San Isidro.

En Azcapotzalco, se habla de dos niños fantasmales que se aparecen en las inmediaciones del panteón San Isidro. La primera es "Nany", una niña pequeña que se aparece fuera del panteón, y que tiende a ocasionar que los vehículos que pasan por la avenida Manuel Salazar se estrellen al aparecer frente a ellos. Otro es "David", un niño que se le aparecía a los sepultureros y les pedía que le dijeran a su madre que lo dejara descansar en paz, ya que la mujer visitaba la sepultura del pequeño todos los días.


Parque Delta.

En la actualidad, en la colonia Narvarte existe el centro comercial Parque Delta; que anteriormente era un estadio de beisbol, mismo que se usó para colocar los cuerpos de las víctimas del terremoto de 1985. Algunos trabajadores y vecinos del lugar mencionan la aparición de figuras espectrales durante la noche.


La Casa de los Azulejos.

En las calles de Madero y Eje Central se encuentra una edificación conocida como la Casa de los Azulejos, la cual es actualmente un restaurante muy conocido entre la población. Se cuenta que hace unos años se realizó un proyecto de renovación, pero que los obreros y albañiles que trabajaban en ella ya no querían trabajar porque podían ver una sombra que recorría los pasillos. También se habla de un fantasma que entra al patio interior y sube a las escaleras, para desvanecerse al llegar al segundo piso.

FUENTE: http://mitosmonstruosyleyendas.blogspot.mx/

miércoles, 21 de octubre de 2015

Fantasmas de la Ciudad de México (Primera Parte)


El bosque de Chapultepec.

Uno de los lugares más conocidos de la ciudad de México es el bosque de Chapultepec, un parque que alberga decenas de museos, un zoológico, un parque de diversiones y un par de lagos en los cuales hay peces y aves acuáticas. Del bosque se cuentan infinidad de historias: desde manadas de perros salvajes y ardillas con rabia que merodean las zonas más apartadas, hasta la famosa casa de la Tía Toña, la cual se ha convertido en una de las leyendas urbanas más conocidas de la ciudad.
El zoológico de Chapultepec cuenta con psicofonías grabadas por un ex-empleado y puestas al aire en el programa radiofónico de terror llamado "La Mano Peluda"; en las cuales además de oírse los rugidos de sus exóticos habitantes, se escuchan voces de ultratumba y cadenas arrastrándose.

Sin embargo, la pieza central del bosque es el Castillo de Chapultepec; una construcción que descansa en la cima de un pequeño cerro, y que fue sede de la batalla de los niños héroes, en que murieron cadetes del colegio militar al repeler una invasión de soldados estadounidenses en el siglo XIX, y que también fue hogar de los Emperadores Maximiliano y Carlota durante la década de 1860.
En el castillo, los empleados de mantenimiento aseguran haber visto al fantasma de la Emperatriz Carlota rodando el castillo y las áreas cercanas a este, en busca de su esposo.

Los vigilantes cuentan anécdotas de haber escuchado durante la madrugada, sonidos como pisadas, puertas que se abren y cierran solas, y el piano de Carlota comienza a sonar repentinamente. Otros testigos, desde visitantes hasta los cadetes militares que montan guardia en el día; aseguran haber visto sombras y figuras espectrales moviéndose en varios lugares del castillo.


Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

En el aeropuerto de la ciudad de México se habla de la aparición de una niña fantasma que se aparece en el área en que se coloca a los aviones inservibles. Según los trabajadores del aeropuerto, en esa área se aparece el espectro de una niña que juega con una pelota, y que incluso ha hablado con ellos.

En la actualidad hay un supuesto video donde aparece una silueta entre los restos de un avión.
Otros hablan de víctimas de accidentes aéreos que merodean la zona en donde se resguardan los aviones que se retiran del servicio.


El Zócalo.

En el Zócalo se habla de la existencia de una mujer que aparece durante la noche y acompaña a los peatones para hacerles la plática mientras caminan por la plancha y sus alrededores; para desaparecer luego de un rato. Curiosamente, la gente que menciona haberla visto es incapaz de recordar los detalles del rostro de la mujer.
También hay historias de apariciones de fantasmas aztecas en las inmediaciones del templo mayor y la estación del metro Zócalo. En esta última, también se rumora la manifestación de un tren fantasma que recorre las vías entre las estaciones Zócalo y Allende a las 3 de la mañana.


La casa de Don Juan Manuel.

Ubicada en la calle de Rpública de Uruguay, a unas cuadras del Zocalo; la casa es sede de una historia que data de la época colonial, en la cual el señor conocido como Juan Manuel vendió su alma al diablo para saber con quién lo engañaba su esposa. El diablo le indicó que saliera a las 11 de la noche y que matara al primer hombre que se acercara a su casa.
Se supone que Don Juan Manuel se aparece a las 11 de la noche afuera de su casa, preguntando siempre la hora; y que si se le responde, la persona morirá al hacerlo.


Edificio Insurgentes.

Entre Medellín e Insurgentes en la colonia Roma, existe un edificio que en la década de los años sesenta fue muy popular entre los habitantes de clase alta de la ciudad; y entre sus inquilinos más famosos se encuentran leyendas del cine mexicano como Silvia Pinal y Mauricio Garcés.
En los pisos 15 y 16 se aparecen fantasmas que fueron víctimas de un incendio ocurrido en el pasado.


Los pasajeros fantasma.

Taxistas en las zonas del Rosario, Clavería, Calzada de los Misterios, la zona entre el metro Tacuba y Panteones, la central de abastos y el Cerro de la Estrella; cuentan múltiples historias de espectros que se suben a sus taxis y desaparecen durante el trayecto a su destino. Se habla de ancianas, hombres adultos e inclusive niños; todos con ropa negra y con rostros que ocultan casi siempre.


La mujer del río.

En el municipio de Naucalpan, a las afueras de la ciudad de México; fue hallado el 24 de noviembre de 1992 el cuerpo de una mojer cerca de un río de aguas negras. Desde entonces, las personas que transitan por el área dicen ver una mujer fantasmal vestida de blanco, la cual no tiene pies.

FUENTE: http://mitosmonstruosyleyendas.blogspot.mx/

martes, 20 de octubre de 2015

El vicario fantasma.

El East End de Londres.

En una mañana de domingo en julio de 1971, tres trabajadores caminaban a lo largo de una calle desierta en el distrito Wapping del este de Londres, cuando vieron lo que parecía ser una figura que portaba ropas extrañas.

Una inspección más cercana reveló que la persona portaba los ropajes de un clérigo del siglo XVIII o XIX. Los hombres lo pasaron de largo, pero al cabo de unos cuantos metros cayeron en cuenta de que no se trataba de algo común y voltearon para verlo de nuevo por pura curiosidad. En ese instante confirmaron sus sospechas: acababan de ver un fantasma en medio de una calle solitaria.
Los hombres, que de inmediato contaron la experiencia, habían visto al malévolo fantasma del Vicario del muelle Ratcliff; quien se decía embrujaba la zona de Wapping y Limehouse del río Támesis.


La historia del Vicario.

El relato de tal aparición inicia en los 1770s, cuando el entonces Vicario de St. Anne's Limehouse, una figura sumamente respetada entre la población por sus acciones benéficas; administraba una pensión para marineros. Pese a que era bien visto por todos, nadie sabía que tras su labor altruista de brindarle alojamiento a los marineros de Londres había algo siniestro.

El Vicario asesinaba a los huéspedes para robarles el dinero y después arrojar los cadáveres a las turbias aguas del Támesis. Al ser descubierto, fue colgado con cadenas sobre el río y dejado ahí hasta que tres mareas lo hubiesen cubierto.

Durante doscientos años, varios londinenses dicen haber visto al fantasma caminando por los muelles. Era tan horrible que los marineros y pescadores del muelle de Wapping y Limehouse se negaban a trabajar después de la noche, e inclusive la policía encargada de patrullar el río cuidaba no acercarse a la zona una vez que la luna se alzaba en lo alto del firmamento.


A los niños se les decía que el Vicario iba por quienes se portaban mal, y a la luz de las chimeneas en las tabernas y salones de juego londinenses se narraban relatos sobre el terrorífico clérigo; historias que helaban la sangre de aquellos que debían aventurarse a la luz de las lámparas de Wapping para regresar a casa.

La leyenda continúa hasta estos días, y ha sido cubierta por revistas y programas televisivos. Aunque los encuentros con el Vicario se han vuelto escasos a raíz de que Wapping y Limehouse dejó de ser una zona pesquera y pasó a transformarse en un área residencial de clase media-alta; hay quienes siguen diciendo que las personas que se aventuran a caminar por los muelles del Támesis en dicha zona todavía pueden encontrarse cara a cara con el malévolo religioso.

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lunes, 19 de octubre de 2015

La leyenda de la novia fantasma.


En el año 2005, Tim Burton estrenó la película conocida como The Corpse Bride ("El Cadáver de la Novia" en Latinoamérica), la cual se basaba en una leyenda rusa de los años 1800s.

La leyenda de la Novia Fantasma comenzó como una historia de horror durante el siglo XIX en Rusia, cuando el Antisemitismo corría rampante y las jóvenes judías eran usualmente atacadas y asesinadas de camino a sus bodas para prevenir que tuvieran hijos.

Debido a la tradición judía de enterrar a una persona con la ropa que usaba al morir, indudablemente varias de estas chicas fueron enterradas usando sus vestidos de novias manchados de sangre.


"Hace muchos años existía un joven que vivía en una aldea en Rusia. Se iba a casar, así que un amigo y él se prepararon para viajar a la aldea donde vivía su futura novia; a dos días de distancia de su hogar.
La primera noche, decidieron acampar cerca de un río. El futuro novio encontró una ramita que sobresalía del suelo, y que parecía un dedo huesudo y largo. Bromeó con su amigo sobre el extraño dedo que salía de la tierra, y entre juegos y risas tomó el anillo de compromiso que guardaba en su bolsillo y lo puso en la ramita.
Luego hizo una danza judía de matrimonio a su alrededor, dando tres vueltas alrededor de la ramita, recitando sus votos del matrimonio mientras bailaba y el amigo reía. Pero los juegos terminaron abruptamente, cuando la tierra se cimbró y comenzó a temblar bajo sus pies.
En donde se había encontrado la ramita, ahora había un agujero. Y de él salía un cadáver putrefacto. Un muerto viviente  que apenas era un esqueleto del cual colgaban retazos de piel y que vestía con los restos de un viejo vestido de novia. Gusanos y arañas colgaban del velo y el cabello enmarañado en su cráneo.
Los hombres se quedaron paralizados por el miedo.

"Ah." Dijo la novia fantasma con voz espectral. "Hiciste la danza del matrimonio, dijiste tus votos y pusiste el anillo en mi dedo... ahora somos marido y mujer. Y demando mis derechos como tu esposa."


Aterrados por las palabras de la novia fantasma, los jóvenes corrieron hacia la aldea donde la novia del muchacho ya los esperaba para la ceremonia. Corrieron directamente hacia el rabino que oficiaría la ceremonia.

"¡Rabino!" Dijo el joven casi sin aliento. "Tengo una pregunta muy importante. Si por casualidad caminara por el bosque y me encontrara una raíz que pareciera un dedo saliendo de la tierra, y le pusiera una sortija de matrimonio y realizara la danza y los votos... ¿sería una boda real?"

Confundido, el rabino preguntó. "¿Conoces de una situación así?"

"Oh, no. No. Por supuesto que no. Es una pregunta hipotética."

Acariciando su larga barba en señal de meditación, el rabino dijo: "Déjame pensar".

Pero entonces, la puerta de la sinagoga se abrió de golpe por una ráfaga de viento helado y la novia fantasma entró al lugar.

"¡Clamo a este hombre como mi esposo! Pues él ha puesto esta sortija en mi dedo y pronunciado los solemnes votos del matrimonio." Bramó, agitando su dedo huesudo en dirección al supuesto novio.

"Este es un asunto muy serio. Debo consultarlo con otros rabinos." Dijo el rabino.

Pronto, todos los rabinos de las aldeas cercanas se reunieron en el templo. Conferenciaron, hablaron y tardaron mientras los jóvenes esperaban su decisión. Afuera, la novia fantasma esperaba, golpeando el piso con un pie esquelético y susurrando una y otra vez: "Quiero celebrar mi noche de bodas. Con mi esposo."


Estas palabras hicieron que cada vello en el cuerpo del joven se erizara, pese a que no hacía frío esa noche. Mientras los rabinos dialogaban sobre tan delicado asunto, la novia humana del muchacho llegó y demandó saber de qué se trataba todo ese escándalo. Cuando el prometido le explicó, la chica comenzó a llorar.

"¡Oh, mi vida está arruinada! ¡Todas mis esperanzas y sueños están destrozados! ¡Nunca me casaré ni tendré familia!"

Entonces los rabinos salieron y uno de ellos preguntó: "¿De verdad pusiste un anillo en el dedo, bailaste y diste los sagrados votos como se debe?"

Los amigos aterrados asintieron al unísono, y los rabinos volvieron hacia el interior de la sinagoga para hablar de nuevo. La novia viva lloraba amargamente, mientras que la novia fantasma ahora se vanagloriaba y alardeaba de su tan esperada noche de bodas.
Después de un corto tiempo, los rabinos salieron marchando solemnemente, se sentaron en círculo y anunciaron:

"Puesto que pusiste la sortija en el dedo de la novia fantasma, bailaste tres veces alrededor de ella y recitaste los votos del matrimonio... hemos determinado que esta es una boda adecuada. Pero también hemos decidido que los muertos no tienen jurisdicción sobre los vivos."


Hubo murmullos y suspiros por todos lados, en especial de la joven novia que respiró aliviada.
La novia fantasma, sin embargo, soltó un gemido desgarrador hacia los cielos.

"¡Ahí va mi última esperanza de una vida! ¡Nunca cumpliré mis sueños! ¡He perdido todo para siempre!" Entonces colapsó en el piso en una imagen patética. Nada más que un montón de viejos huesos envueltos en un vestido roto. Ahí, en el piso. Sin vida.

Sobrecogida con compasión hacia la novia fantasma, la joven novia se arrodilló y reunió el montón de huesos; envolviéndolos en la seda desgarrada y abrazándolos mientras cantaba en voz baja como si estuviese arrullando a un bebé.

"No te preocupes. Yo viviré esos sueños por tí. Viviré esas esperanzas por tí. Tendré esos hijos que tanto querías. Tendré suficientes hijos para las dos, y entonces podrás descansar sabiendo que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos serán cuidados y no te olvidarán."

Amorosamente, cerró los párpados de la novia fantasma y aún cargándola, marchó hacia el río; donde cavó una tumba para los huesos. Luego susurró.

"Descansa en paz. Viviré esos sueños por tí. No te preocupes. No te olvidaremos."


La novia fantasma sonrió llena de felicidad y en paz, como si supiera que podría vivir a través de esta joven mujer. Y la novia la cubrió, envolviéndola en el vestido y enterrándola; para finalmente colocar flores sobre la tierra fresca de la tumba.
Entonces, la novia volvió con su prometido y tuvieron una ceremonia solemne. Vivieron felices por muchos años, y todos sus descendientes supieron la historia de la novia fantasma para que ésta no fuera olvidada, ni tampoco la sabiduría y la compasión que le enseñó a la pareja."

FUENTE: http://mitosmonstruosyleyendas.blogspot.mx/