lunes, 31 de octubre de 2016

La Catrina


“La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera”-  José Guadalupe Posada

Tanto se burla el mexicano de la muerte que entre sus artefactos populares también le ha dado nombre y forma, y se llama La Catrina.

La Catrina como símbolo popular de la muerte (o uno de los símbolos dentro de toda la cosmovisión y cultura mexicana frente a la muerte) fue bautizada como tal por el muralista Diego Rivera (1886-1957), y aunque en sus obras encontramos representaciones de esta dama blanca elegante y delgada, no fue el primero en incluirla en su obra, ya que fue José Guadalupe Posada (1852-1913) el precursor de esta representación.

La historia de La Catrina empieza durante los gobiernos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz. En estos periodos, se empezaron a popularizar textos escritos por la clase media que criticaban tanto a la situación del país como de las clases privilegiadas. Los escritos, redactados de manera burlona y acompañados de dibujos de cráneos y esqueletos se empezaron a reproducir en los periódicos llamados de combate.

José Guadalupe Posada (1852-1913) fue un célebre grabador, caricaturista e ilustrador que colaboró en medios como El Padre Cobos, El Ahuizote y La Patria Ilustrada. Sus críticas sociales que evidenciaban situaciones de desigualdad e injusticia en el país y en la sociedad porfiriana, le hicieron famoso además dentro del arte popular por sus dibujos de “calacas”; las calacas o calaveras ilustraban corridos, historias de crímenes, a políticos, damas, toreros…


Es por ello que sus calaveras, bautizadas en un principio y por él mismo como “La Calavera Garbancera” representan al pueblo, a su carácter desenfado y festivo, y a la situación de la época, aunque hoy se les asocie más al día de muertos. El garbancero era aquel que a pesar de tener sangre indígena pretendía ser europeo y renegar a su propia cultura; situación que el ilustrador condenaba. Por ello, su calavera con sombrero, sin nada más, representa al garbancero: al que pretende aparentar lo que no es.

Las Catrinas también estuvieron acompañadas en los periódicos por las famosas calaveras.
Las calaveras literarias, son composiciones en verso tradicionalmente mexicanas que en vísperas del día de muertos se suelen escribir como otra de las manifestaciones de la cultura popular para hacer burla tanto a los vivos como a los muertos, y recordar que todos nos vamos a morir. Están escritas con un lenguaje satírico o burlesco y son textos muy breves pero que reflejan todo el espíritu y festividad del mexicano frente a la muerte. Hoy en día se acostumbra que desde que los niños son pequeños, en la escuela, hagan burla o crítica de algún personaje o situación de interés general o moda con este formato.


La influencia de la obra de Posada le llegó posteriormente a Rivera, quien re-adaptó el concepto, la bautizó como Catrina, como anteriormente menciono, y le añadió nuevos atributos, ropa, porte y elegancia, como se puede ver en Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, convirtiéndola en Catrina.


Después de estos dos grandes precursores de la Calavera Garbancera o Catrina, muchos artistas han re interpretado y adaptado a su labor la esencia de la figura esquelética. Por ejemplo, Andrew Gallimore:


Frida Kahlo también añadió la figura a algunas de sus obras:


Hoy en día, la catrina, siendo una invención popular, se ha vuelto un artefacto popular y ha salido de los límites del lienzo o el grabado para ser parte de la cultura viva mexicana, de sus usos y costumbres. Parte de “lo mexicano” y de su posición frente a la muerte. La observa, se la acerca, la hace parte de su entorno, de su arte y es una artesanía que simboliza el mestizaje. Se ha vuelto artesanía que resalta la riqueza formal y espiritual del país.


FUENTE: http://culturacolectiva.com/

viernes, 28 de octubre de 2016

EL HOMBRE QUE NO RESPETÓ EL DÍA DE DIFUNTOS


POR: AMPARO SEVILLA, COMPILADORA

En cierta ocasión, un hombre no respetó el día de difuntos. Se trataba de un hombre que no quería perder un solo día de trabajo en su parcela. Así que cuando llegó la fecha de celebrar el día de difuntos se dijo: “No voy a perder mi tiempo en este día, debo ir a trabajar a mi parcela, cada día debo buscar algo para comer y no voy a gastar mi dinero para esta fiesta, que además me quita mucho tiempo.” Así que se fue a trabajar al campo, pero cuando estaba más ocupado escuchó una voz que salió del monte y le decía: “Hijo, hijo, quiero comer unos tamales (kuatzam).”


El hombre se quedó muy sorprendido y pensó que era su imaginación la que le hacía oír cosas, pero
poco después escuchó claramente otras voces, como de personas que conversaban entre sí y lo llamaban por su nombre; reflexionó sobre lo que estaba sucediendo y comprendió que eran voces de su padre y familiares difuntos que clamaban por las ofrendas que les había negado.

Inmediatamente dejó su trabajo y regresó corriendo a su casa; ahí le dijo a su mujer que matara
unos guajolotes e hiciera unos tamales para ofrendarlos a sus difuntos en el altar familiar. Mientras la mujer trabajaba sin cesar en la cocina preparando las ofrendas, el hombre se acostó a descansar por un rato. Cuando todo quedó listo fue la mujer a despertar a su esposo. No logró despertarlo, pues el hombre estaba muerto; aunque había cumplido con lo que pedían sus familiares difuntos, estos
de todos modos se lo llevaron.


Es por eso que en la Huasteca se cree que es una obligación preparar ofrenda para los difuntos; de esta forma se les complace y se comparte junto con ellos la alegría que se vive en familia.

Por eso nunca se debe dejar de ofrendar a los muertos el 2 de noviembre; se prenden cohetes y bombas para que su ruido espante al demonio; también se encienden velas para que iluminen el camino al difunto. Si a éste le gustaba mucho el aguardiente, por ejemplo, se le debe comprar y poner en el altar para que lo tome. Estos ritos son obligatorios, porque si no se celebran es muy posible que los muertos se lleven al dueño de la casa.

FUENTE: http://www.cultura.gob.mx/

jueves, 27 de octubre de 2016

EL QUE NO CREÍA EN TODOS SANTOS


POR: AMPARO SEVILLA, COMPILADORA

Un hombre vivía solito, ya no tenía mujer pero un día se casó con una viuda, la que heredó de su difunto esposo algo de bienes, pues no era muy pobre aquel difunto; por lo tanto, su mujer tenía bastantes marranos, guajolotes y gallinas. Al llegar Todos Santos le dijo a su mujer: “No vas a matar nada, ni siquiera un pollo. Así nomás la vamos a pasar en Todos Santos, no vamos a comprar nada, no hay dinero con qué comprar. Si hay lo que hay, ahí que estén, no es cierto que vienen en Todos Santos los que ya han muerto.

¿Quién los ha visto, si es cierto que vienen? Nomás dicen. No es cierto quevienen. ¿Cuándo van a volver si ya están podridos?” Le dijo a su mujer: “Vas a ir a cortar lo’e y eso es lo que vas a guisar, si quieres poner ofrenda”. El hombre se fue a su milpa y la mujer fue a cortar lo’e; empezó a guisar y al terminar puso su ofrenda en el altar. Cuando ya estaba terminado el Todos Santos, venía solito el hombre en el camino de regreso de su milpa y ahí por donde pasaba había otro camino que era el del camposanto. Al momento oyó que hablaban preguntándose unos a otros lo que llevaban. Uno dijo:
“Yo encontré mi casa muy bonita, traje mi ropa, mi pañuelo, ¿y tú?” “¿Yo?, me fue bien, me dieron todo lo que ellos tienen”. Y preguntaron al otro: “A mí no me dieron nada, nomás esto me habían puesto; pero a ver si tardan en vivir”, hablaba, y esa voz se oía con tristeza, bien se oía que lloraba esa persona.


Aquel hombre que había ido a la milpa escuchaba todas las palabras y oyó que era la voz del hombre que había sido marido de su mujer. Lo que llevaba aquel difunto se oía bien que todavía estaba hirviendo y algunos de sus compañeros le decían que lo aventara y ellos le convidaban un poco de lo que llevaban. El hombre, al escuchar y reconocer aquella voz, marchó para su casa y al llegar le dijo a su mujer: “Pon a calentar el agua, vamos a matar al marrano.” Empezó a arreglar y adornar su altar; al terminar mató a su marrano; su mujer empezó a moler e hizo tamales y luego luego pusieron la ofrenda al anochecer. Al siguiente día, al amanecer, aquel hombre no se levantaba y cuando lo fueron a ver ya estaba muerto. Es porque no quiso que pusieran ofrenda y aunque lo hizo después ya no le valió porque ya se habían ido aquellos difuntos. Y ahora, por muy humilde que la gente sea, siempre se ponen ofrendas en el altar.

FUENTE: http://www.cultura.gob.mx/

miércoles, 26 de octubre de 2016

EL HOMBRE QUE NO PUSO OFRENDA


POR :AMPARO SEVILLA, COMPILADORA

EL HOMBRE QUE NO PUSO OFRENDA

Había un señor que no quería hacer Todos Santos, decía que no era cierto, que no vienen, y se burlaba de que los demás sí creyeran. El día de Todos Santos se fue al monte por leña y allá lo espantaron los muertos. Que le dicen:

“¿Por qué otros nos están dando y tú no? A otros amigos les están dando su comida, sus tamales, hay todo, ¿y por qué tú no vas a hacer nada?” Todavía llegó a su casa con trabajos y pensó: “Sí es cierto lo que dicen, hay que hacer Todos Santos”.

Pero ya era tarde, ya se estaba muriendo. Ya se apuraron a buscar pollo y cosas, pero de qué servía. Se murió en el monte porque no quiso hacer Todos Santos. Allá lo espantaron. Por eso es que toda la gente ya hace Todos Santos.


EL QUE NO QUISO PONER OFRENDA

Maximino del Ángel Bautista, joven artesano y músico jaranero de la Danza de los Viejos, nos cuenta un mito de cómo un hombre, que descuidó sus obligaciones para con los muertos de su familia, se encontró en el camino con los difuntos del pueblo, entre los que iban sus padres ya fallecidos, cuando regresaban tristes por no habérseles recibido con ofrenda como a los demás. De regreso a su casa, el hombre quiso ofrendar un puerco en tamales, por lo que se puso a trabajar muy duro y al terminar se dispuso a descansar, pero los tamales sólo sirvieron para su propio velorio, pues cuando lo fueron a ver ya estaba muerto.

FUENTE: http://www.cultura.gob.mx/

martes, 25 de octubre de 2016

La Dama de Blanco


Rufinita Cambaceres, era una joven aristócrata hija de Eugenio Cambaceres un escritor de la década del 1800 y Luisa Baccini, al morir su padre de Tuberculosis, su madre paso a ser la “favorita” de Hipólito Yrigoyen (nuestro único Presidente soltero).
Para ese entonces Rufina ya había cumplido catorce años, era muy agraciada y cantidad de mozos rondaban la antigua casona de Montes de Oca, sin obtener no obstante sus favores. Ella sabía a quién amaba, con ese silencio que la caracterizaba.

Corría el año 1902, algunos hablan de 1903…, pero fue el día 31 de mayo en que Rufina cumplía sus diecinueve años, y Luisa había dispuesto una importante celebración para terminar luego la noche en el Teatro Colón disfrutando de una función lírica. Tales eran los planes. Sin embargo, el destino movió los hilos en un sentido diferente.

Según cuentan, ese día del cumpleaños diecinueve de Rufina, recibió de labios de su amiga íntima una revelación que desencadenaría los hechos subsiguientes. Pues que el mismísimo novio de la niña mantenía relaciones con su bella madre, que eran amantes. El impacto que le produjo esta confidencia ocasionó a Rufina tal lacerante dolor, que su corazón literalmente se destrozó y le provocó la muerte en el acto.


Esta es una foto de su tumba. En la cual hicieron una estatua a escala de la joven

Uno de los médicos presentes diagnosticó un síncope. Tres médicos certificaron que Rufina había muerto. 
Hipólito Yrigoyen se cuidó de acompañar a Luisa e inhumar sus restos en la Recoleta. 
Sin embargo, esta funesta historia no había acabado aún; el espanto recién comenzaba. 

Un par de días más tarde, el cuidador de la bóveda de los Cambaceres debió comunicar a Luisa que descubrió abierto y con la tapa quebrada el féretro de Rufina. El cajón se había movido; y cuando lo abrieron, encontraron a la joven con el rostro y las manos arañados y amoratados. 
Se cuenta que Rufina habría sido víctima de un ataque de catalepsia y despertó en la oscuridad del sepulcro para rendirse y volver a morir después de una desconsolada y estéril pelea. 
Oficialmente se manifestó que se había tratado de un hurto, dado que la niña había sido enterrada con sus joyas más lucidas; no obstante, a Luisa le tocó vivir el resto de su vida remordida por el conocimiento y certidumbre de que su hija había padecido un ataque de catalepsia por lo que fue sepultada viva. 

Se dice que la joven Rufina, vaga entre las bóvedas por las noches, llorando por amor con su corazón destrozado… 

FUENTE: http://www.taringa.net/

lunes, 24 de octubre de 2016

El Fantasma de la Monja


Cuando existieron personajes en esa época colonial inolvidable, cuando tenemos a la mano antiguos testimonios y se barajan nombres auténticos y acontecimientos, no puede decirse que se trata de un mito, una leyenda o una invención producto de las mentes de aquél siglo. Si acaso se adornan los hechos con giros literarios y sabrosos agregados para hacer más ameno un relato que por muy diversas causas ya tomó patente de leyenda. Con respecto a los nombres que en este cuento aparecen, tampoco se ha cambiado nada y si varían es porque en ese entonces se usaban de una manera diferente nombres, apellidos y blasones.

Durante muchos años y según consta en las actas del muy antiguo convento de la Concepción, que hoy se localizaría en la esquina de Santa María la Redonda y Belisario Domínguez, las monjas enclaustradas en tan lóbrega institución, vinieron sufriendo la presencia de una blanca y espantable figura que en su hábito de monja de esa orden, veían colgada de uno de los arbolitos de durazno que en ese entonces existían. Cada vez que alguna de las novicias o profesas tenían que salir a alguna misión nocturna y cruzaban el patio y jardínes de las celdas interiores, no resistían la tentación de mirarse en las cristalinas aguas de la fuente que en el centro había y entonces ocurría aquello. Tras ellas, balanceándose al soplo ligero de la brisa noctural, veían a aquella novicia pendiente de una soga, con sus ojos salidos de las órbitas y con su lengua como un palmo fuera de los labios retorcidos y resecos; sus manos juntas y sus pies con las puntas de las chinelas apuntando hacia abajo.

Las monjas huían despavoridas clamando a Dios y a las superioras, y cuando llegaba ya la abadesa o la madre tornera que era la más vieja y la más osada, ya aquella horrible visión se había esfumado.


Así, noche a noche y monja tras monja, el fantasma de la novicia colgando del durazno fue motivo de espanto durante muchos años y de nada valieron rezos ni misas ni duras penitencias ni golpes de cilicio para que la visión macabra se alejara de la santa casa, llegando a decir en ese entonces en que aún no se hablaba ni se estudiaban estas cosas, que todo era una visión colectiva, un caso típico de histerismo provocado por el obligado encierro de las religiosas.

Más una cruel verdad se ocultaba en la fantasmal aparición de aquella monja ahorcada, colgada del durazno y se remontaba a muchos años antes, pues debe tenerse en cuenta que el Convento de la Concepción fue el primero en ser construído en la Capital de la Nueva España, (apenas 22 años después de consumada la Conquista y no debe confundirse convento de monjas-mujeres con monasterio de monjes-hombres), y por lo tanto el primero en recibir como novicias a hijas, familiares y conocidas de los conquistadores españoles.

Vivían pues en ese entonces en la esquina que hoy serían las calles de Argentina y Guatemala, precisamente en donde se ubicaba muchos años después una cantina, los hermanos Avila, que eran Gil, Alfonso y doña María a la que por oscuros motivos se inscribió en la historia como doña María de Alvarado.

Pues bien esta doña María que era bonita y de gran prestancia, se enamoró de un tal Arrutia, mestizo de humilde cuna y de incierto origen, quien viendo el profundo enamoramiento que había provocado en doña María trató de convertirla en su esposa para así ganar mujer, fortuna y linaje.

A tales amoríos se opusieron los hermanos Avila, sobre todo el llamado Alonso de Avila, quien llamando una tarde al irrespetuoso y altanero mestizo, le prohibió que anduviese en amoríos con su hermana.

-Nada podeís hacer si ella me ama -dijo cínicamente el tal Arrutia-, pues el corazón de vuestra hermana ha tiempo es mío; podéis oponeros cuanto queráis, que nada lograréis.


Molesto don Alonso de Avila se fue a su casa de la esquina antes dicha y que siglos después se llamara del Relox y Escalerillas respectivamente y habló con su hermano Gil a quien le contó lo sucedido. Gil pensó en matar en un duelo al bellaco que se enfrentaba a ellos, pero don Alonso pensando mejor las cosas, dijo que el tal sujeto era un mestizo despreciable que no podría medirse a espada contra ninguno de los dos y que mejor sería que le dieran un escarmiento. Pensando mejor las cosas decidieron reunir un buen monto de dinero y se lo ofrecieron al mestizo para que se largara para siempre de la capital de la Nueva España, pues con los dineros ofrecidos podría instalarse en otro sitio y poner un negocio lucrativo.

Cuéntase que el metizo aceptó y sin decir adiós a la mujer que había llegado a amarlo tan intensamente, se fue a Veracruz y de allí a otros lugares, dejando transcurrir los meses y dos años, tiempo durante el cual, la desdichada doña María Alvarado sufría, padecía, lloraba y gemía como una sombra por la casa solariega de los hermanos Avila, sus hermanos según dice la historia.

Finalmente, viendo tanto sufrir y llorar a la querida hermana, Gil y Alonso decidieron convencer a doña María para que entrara de novicia a un convento. Escogieron al de la Concepción y tras de reunir otra fuerte suma como dote, la fueron a enclaustrar diciéndole que el mestizo motivo de su amor y de sus cuitas jamás regresaría a su lado, pues sabían de buena fuente que había muerto.

Sin mucha voluntad doña María entró como novicia al citado convento, en donde comenzó a llevar la triste vida claustral, aunque sin dejar de llorar su pena de amor, recordando al mestizo Arrutia entre rezos, angelus y maitines. Por las noches, en la soledad tremenda de su celda se olvidaba de su amor a Dios, de su fe y de todo y sólo pensaba en aquel mestizo que la había sorbido hasta los tuétanos y sembrado de deseos su corazón.

Al fin, una noche, no pudiendo resistir más esa pasión que era mucho más fuerte que su fe, que opacaba del todo a su religión, decidió matarse ante el silencio del amado de cuyo regreso llegó a saber, pues el mestizo había vuelto a pedir más dinero a los hermanos Avila.

Cogió un cordón y lo trenzó con otro para hacerlo más fuerte, a pesar de que su cuerpo a causa de la pasión y los ayunos se había hecho frágil y pálido. Se hincó ante el crucificado a quien pidió perdón por no poder llegar a desposarse al profesar y se fue a la huerta del convento y a la fuente.


Ató la cuerda a una de las ramas del durazno y volvió a rezar pidiendo perdón a Dios por lo que iba a hacer y al amado mestizo por abandonarlo en este mundo.

Se lanzó hacia abajo…. Sus pies golpearon el brocal de la fuente.

Y allí quedó basculando, balanceándose como un péndulo blanco, frágil, movido por el viento.

Al día siguiente la madre portera que fue a revisar los gruesos picaportes y herrajes de la puerta del convento, la vio colgando, muerta.

El cuerpo ya tieso de María de Alvarado fue bajado y sepultado ese misma tarde en el cementerio interior del convento y allí pareció terminar aquél drama amoroso.

Sin embargo, un mes después, una de las novicias vió la horrible aparición reflejada en las aguas de la fuente. A esta aparición siguieron otras, hasta que las superiores prohibieron la salida de las monjas a la huerta, después de puesto el sol.

Tal parecía que un terrible sino, el más trágico perseguía a esta familia, vástagos los tres de doña Leonor Alvarado y de don Gil González Benavides, pues ahorcada doña María de Alvarado en la forma que antes queda dicha, sus dos hermanos Gil y Alonso de Avila se vieron envueltos en aquella conspiración o asonada encabezada por don Martín Cortés, hijo del conquistador Hernán Cortés y descubierta esta conjura fueron encarcelados los hermanos Avila, juzgados sumariamente y sentenciados a muerte.

El 16 de julio de 1566 montados en cabalgaduras vergonzantes, humillados y vilipendiados, los dos hermanos Avila, Gil y Alonso fueron conducidos al patíbulo en donde fueron degollados. Por órdenes de la Real Audiencia y en mayor castigo a la osadía de los dos Avila, su casa fue destruída y en el solar que quedó se aró la tierra y se sembró con sal.

FUENTE: http://mitosyleyendascr.com/

domingo, 23 de octubre de 2016

Conferencia en La Biblioteca Pública de Azcapotzalco 2016.


La tarde de éste Sábado 22 de Octubre, nos dimos cita a una magna conferencia en la Biblioteca Pública José Ma. Morelos y Pavón en la colonia Azcapotzalco, en donde se abordaron diferentes casos de manifestaciones sobre entidades fantasmales así como dos casos sorprendentes ocurridos en ésta misma colonia y presentados por el Investigador Roberto S. Contreras.

En punto de las 17:30hrs de éste mismo día se dió inicio a la conferencia ya citada anteriormente y después de presentar a los exponentes, nuestro amigo e investigador Miguel Aceves de Voces Fantasmales inició presentando sus investigaciones que son Psicofonías las cuáles captura directamente y sorprendentemente sólo con su celular, y así tuvo una gran aceptación y ganó popularidad con el público presente.


Acto seguido Eloy Flores de Corporación Phantom México presentó una serie de videos sobre diferentes manifestaciones paranormales de tipo fantasmal incluyendo desde sombras, psicofonías hasta poltergeist, teniendo una duración aproximada de 30 minutos como todos los conferencistas.


Ya después para cerrar con broche de oro en esta tarde de Octubre mes de los Sobrenatural nuestro amigo e Investigador Roberto Samael Contreras de Conexión Paranormal, presentó un caso sorprendente de la manifestación de un monje en una fotografía que fué capturada en una Iglesia de la colonia Azcapotzalco siguiendo después el extraordinario caso del OVNI del 14 de Febrero en la misma entidad federativa.


También agradecimos la asistencia de el público que estuvo presente así como de nuestros amigos investigadores que nos acompañaron esta tarde como fué Luis A. Vallejo de Proyecto SIMSI y Carlos Montero de Zadquiel 7.


Gracias a todas las personas que nos acompañaron éste día con estos grandes investigadores del fenómeno Paranormal, así como también agradecemos la presencia y convivencia con estos grandes amigos.

Para más información de conferencias de estos grupos les dejamos las páginas o blogs de los mismos.

www.cparanormal.blogspot.mx  www.corporaciónphantom.blogspot.mx 

viernes, 21 de octubre de 2016

La leyenda de la niña y la muñeca


Esta leyenda tiene sus variantes en diversas capitales del mundo, pero el dato constante es su protagonista, una niña pequeña. Ella aborda a las personas en la calle, y su aspecto dulce e indefenso, hace que cualquiera le preste atención. La pequeña se acerca, te toma de la mano y te ofrece como regalo su muñeca. Un gesto de lo más tierno, pensaría la mayoría. Pero es aquí donde comienza lo interesante.

Si respondes que no y te marchas, te encontrarás con ella una y otra vez, en muchas situaciones de la vida diaria. Si corres, la niña te seguirá y seguirá hasta que aceptes el regalo, aunque pasen los años. Te lleva hasta el punto de creerla una alucinación, que nadie a parte de ti puede ver. El único rincón seguro es tu casa, porque por alguna razón no puede entrar en ella. Haciendo que te vuelvas ermitaño, pasando la vida encerrado.


Si aceptas el regalo, la niña te da un beso y te confiesa que en realidad no se trata de un regalo, sino de un préstamo, y que un día volverá por ella. Te pide que cuides muy bien a su muñeca y luego desaparecerá entre la gente.

A pesar de lo extraño del suceso, es probable que pronto te olvides del pacto y abandones la muñeca en un rincón. Si eres listo, notaras que todo aquello que le pase a la muñeca, también te está ocurriendo a ti, existe un vínculo estrecho entre ella y tú, como si tratara de vudú, si ella pierde una de sus extremidades, la tuya sufrirá el mismo destino. En este caso, cuidaras la muñeca, de la mejor manera posible, porque sabes que te va en ello la vida.


Pero a todos aquellos que les cueste trabajo entenderlo, botaran la muñeca a la basura y perderán la vida cuando esta sea destruida.

Finalmente, cuando la niña se presenta nuevamente ante ti y te pida la muñeca de regreso: será el día de tu muerte.

FUENTE: http://leyendadeterror.com/

jueves, 20 de octubre de 2016

La niña.


Una pequeña llamada Raquel salió de la escuela y se dirigió a su casa, pero esta vez tomó una ruta nueva. En el camino se encontró con una niña que lloraba y se acercó para ver qué pasaba; la niña le señaló una casa y le explicó que su gato se había metido ahí y que tenía miedo de irlo a buscar. Raquel, inmediatamente, decidió ayudar a la menor y se dirigió a la casa; cuando llegó se encontró con la puerta abierta y el inmueble solo; así que decidió entrar y miró al gato huir por las escaleras. Lo siguió y cuando creía que lo atraparía éste se metió a un cuarto.

Raquel lo siguió y se encontró en la habitación de una niña; había paredes forradas de color rosa y muchas muñecas que parecían mirarla. Raquel no se sorprendió ni al ver que esa habitación parecía en perfecto estado cuando toda la casa lucía deteriorada. Acto seguido, se topó con la foto de la niña que le había pedido ayuda. En la imagen parecía estar con su padre. Raquel se asustó, por lo que decidió salir corriendo sin el gato. Sin más ni más, la niña del bosque se apareció en la habitación, estaba ensangrentada y gritaba: ¡Ellos me mataron y lo harán contigo!

Raquel salió huyendo, pero al día siguiente fue hallada muerta de la misma manera que aquella infanta. Dicen que aún sigue pidiendo que le devuelvan a su gato.

FUENTE: http://de10.com.mx/

miércoles, 19 de octubre de 2016

Un llanto en la noche


Cuenta la leyenda que un par de hombres se adentraron en el bosque para pescar en la orilla de un río. La tarde transcurrió entre las charlas de la camaradería y los pormenores de una pesca afortunada. Al caer la noche, los hombres aprestaban sus aparejos de pesca para retornar a sus hogares cuando uno de los pescadores percibió un extraño sonido más allá de las oscuras copas de los pinos.

Se lo comentó a su compañero y se pusieron de acuerdo en que el origen del sonido debía ser algún animal salvaje herido, quizás una loba llamando a una cría extraviada. Desanduvieron el camino que iba de la orilla del río a su poblado y en mitad de bosque, el sonido se hizo más intenso y cercano. La oscuridad resultante del espeso techo vegetal de ramas y árboles que cubrían sus cabezas les hizo tomar por un buen augurio la luz que apareció en el camino y comenzó a acercarse hasta ellos. No dejaron de sorprenderse y asustarse al ver que quien se acercaba era una niña, descalza y con el pelo mojado. Cuando los hombres estaban a punto de preguntarle qué hacía por esos parajes, un terrible lamento surgió de los árboles y la cara de la niña se llenó de horror y salió corriendo.

Uno de los pescadores corrió tras ella intentando ofrecerle su ayuda. Extrañamente, el espantoso aullido pareció alejarse por el bosque tras los pasos de ambos. Su amigo lo esperó durante horas pero nunca supo más nada de él. Al comentar lo sucedido en el pueblo, un anciano le refirió al aterrado pescador sobreviviente la historia de una mujer que había ahogado a su hija en el río y que luego, arrepentida, se había suicidado arrojándose a las aguas. Desde entonces su espíritu, y al parecer el de su hija, rondan por el bosque condenadas a perseguirse y quizás, a arrastrar a su pesadilla a los desprevenidos caminantes.


Esta versión es una de las muchas que existen en torno a la Llorona: una figura presente en casi todo el folclore hispanoamericano pero muy especialmente protagónica en México, donde la relación entre el mundo de los vivos y el más allá es motivo de fiesta nacional, celebrada cada 2 de noviembre en el Día de los Muertos. Homenajeada en sones, especialmente en la canción que recorrió el mundo en la poderosa voz de Chavela Vargas, la Llorona es símbolo de las almas que penan la desgracia de los errores que cometieron en vida. En su caso, se le atribuye la culpa por la pérdida de sus hijos, que no puede dejar de llorar.

FUENTE: http://www.ehowenespanol.com/

martes, 18 de octubre de 2016

Leyenda de la niña del parque


El Parque Rodolfo Landeros Gallegos (Parque Héroes Mexicanos) está ubicado en el lugar que ocupó hasta principios de la década de los 80’s el aeropuerto de la ciudad de Aguascalientes, se ubica sobre la ave. José Ma. Chávez al sur de la ciudad, está poblado de álamos y eucaliptos, cuenta con un lago artificial con fauna instalada de carpas y patos, también tiene áreas temáticas para niños como lo es “La zona de Cri-Cri”, la Cabaña de Juan Chávez, en donde los niños aprenden sobre perspectiva y relatividad, la ciudad miniatura con recreaciones de los principales edificios civiles de la Ciudad, cuenta con asadores diseminados, una pista de patinaje sobre ruedas, canchas de basquetbol, pasamanos, resbaladillas, ciclopista, aviario, y un trenecito que da un recorrido por todo el parque.

Lo anterior parece suficiente para que este parque se haya hecho famoso, pero su reconocimiento nace gracias a una leyenda, la cual cuenta que cuando el lugar funcionaba como aeropuerto de la ciudad sucedió un terrible accidente, la hija de uno de los trabajadores fue arroyada por una avioneta al estar de visita en las instalaciones y perdió la vida al instante.Se dice que desde entonces las apariciones de la niña fueron frecuentes, y con la nueva temática del lugar se han acrecentado, porque encuentra entre sus visitantes, muchos niños a los cuales invitar a jugar. Hay personas que dicen haber tenido encuentros con el fantasma de la niña, por toda la zona, ella los invita a jugar y les muestra una muñeca, la misma que llevaba el día de su muerte.


Los encargados del parque ya saben de su existencia e intentan tenerla confinada en el área del meteorológico que está instalado dentro del parque, para que no provoque otro accidente que cobre la vida de algún niño, pero… ¿cómo se detiene a un fantasma si atraviesa paredes?…

Seguramente esa táctica no está funcionando del todo, ya que aun con las grandes extensiones del parque, ella ha sido vista por todos lados.

FUENTE: http://leyendasmexicanas.mx/

lunes, 17 de octubre de 2016

LA JOVEN CONVERTIDA EN PIEDRA Y EN SERPIENTE


(Leyenda de Guanajuato)
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Cuentan en Guanajuato que hace muchos años una jovencita muy hermosa andaba sola por los rumbos de la cueva vieja y por alguna razón inexplicable se convirtió en piedra. Nadie sabe por cuántos años la joven convertida en piedra ha estado ahí, pero hay una conseja guanajuatense que explica cómo romper el encanto.

Dicen que para que se deshaga el hechizo, un muchacho valiente debe cargar la piedra sobre su espalda y desde la cueva en el cerro bajar con ella hasta la basílica sin ver hacia atrás. No debe mirar lo que trae a cuestas. ¿Por qué? Porque en realidad no es una piedra ni es una mujer, sino una horrible serpiente. Si el muchacho la ve, lo más seguro es que se espante y la suelte, lo que conlleva a que el hechizo siga vigente. La serpiente entonces regresará a la cueva para volver a convertirse en piedra y seguir esperando hasta que alguien logre desencantarla.


Hasta la fecha nadie ha logrado romper ese encanto. Cuentan que hace algunos años hubo un muchacho valiente que se propuso deshacer el hechizo, pese a conocer esta leyenda, aunque no creía mucho en ella. Fue a la cueva y encontró la piedra, la cargó sobre su espalda y se fue caminando hasta casi llegar a la basílica. Cuando ya iba por las calles de Guanajuato, la gente le gritaba que estaba loco, que por qué traía una serpiente cargada en la espalda. El muchacho no se dejaba vencer por la curiosidad, sino hasta que alguien se le atravesó y le dijo que viera bien lo que traía, que no era una piedra sino una horrible serpiente que lo iba a morder. El muchacho volteó hacia atrás y se llevó el susto de su vida. Cayó desmayado y nunca más regresó a la cueva para tratar de romper el hechizo. La gente vio que la serpiente se arrastró rapidísimo hacia los cerros y nadie, por temor, intentó atraparla o matarla.


Según explica la leyenda, si la curiosidad no le gana al muchacho y éste no mira hacia atrás ni se fija en lo que trae sobre la espalda, cuando llegue a la basílica debe colocar la carga en el último escalón del altar. Si la pone en algún otro punto el encanto continúa y la piedra o serpiente se regresa sola al lugar donde siempre ha estado. Dicen que si cumple con todos los requisitos, entonces al dejar la piedra o la serpiente sobre el último escalón del altar se transformará en la joven mujer que era antes, el hechizo se habrá roto para siempre y la mujer quedará libre, y tendrá la libertad de casarse con el muchacho que le devolvió la felicidad. Todos creen que es una mujer tan hermosa que el muchacho se casaría con ella de inmediato.

FUENTE: http://mitosyleyendasdemexico.blogspot.mx/

domingo, 16 de octubre de 2016

Conferencia Octubre Mes de lo Sobrenatural en Azcapotzalco 2016.


La BIBLIOTECA PÚBLICA CENTRAL de AZCAPOTZALCO, previo a nuestros DÍAS de MUERTOS, presenta a Roberto S. Contreras Esparza de CONEXIÓN PARANORMAL, tu vínculo con lo inexplicable, Miguel Aceves de VOCES FANTASMALES y a Eloy Flores de CORPORACIÓN PHANTOM MÉXICO, y te invitan a conocer casos y evidencias directas sobre diversos fenómenos anómalos. Te esperamos este sábado 22 de octubre a las 17:30 hrs., y atrévete a conocer la investigación sobre la manifestación de un “MONJE” y otros casos. La cita es en: Calle Ahuacatitla No. 10, Col. Villa Azcapotzalco (atrás del mercado Azcapotzalco). Cupo limitado… Entrada libre, te esperamos.


www.cparanormal.blogspot.mx  www.corporacionphantom.blogspot.mx

viernes, 14 de octubre de 2016

El bosque maldito de Japón: Aokigahara Jukai


Aokigahara Jukai, o “mar de árboles”, es un bosque que se encuentra al pie del monte Fuji. Situado en la Prefectura de Yamanashi, el monte Fuji es el volcán más alto de Japón (3776 metros). También es famoso por sus laderas, cubiertas de lagos y bosques. Situado en el lado noroeste de la montaña, Aokigahara Jukai es uno de ellos, nació con un torrente de lava durante la erupción del 864.

A pesar de su corta historia (1200 años de existencia) y su superficie (3.000 ha), este profundo bosque se hizo famoso por las leyendas y fenómenos misteriosos que tienen lugar allí.

3.000 hectáreas es un área que normalmente puede ser recorrida de un extremo a otro, caminando tres o cuatro horas. Y, sin embargo, en este bosque, ¡la tarea es imposible! La leyenda dice que los que se han adentrado en este bosque jamás volvieron. Actualmente muchos excursionistas se pierden en Aokigahara Jukai. Sus esqueletos, o sus mitades del cuerpo comido por “algo”, se encuentran regularmente en el bosque profundo y oscuro. Además, aquellos que van en busca del familiar que falta para desentrañar el misterio de este lugar también se pierden. Una vieja leyenda dice también que muchos murciélagos viven en este lugar. Atacan a los caminantes y tratan de asfixiarles cubriendo sus rostros.


En este bosque, una brújula pierde el norte, pasando a indicar el sur con una diferencia de 90 grados norte. Otros dicen que si se sigue la brújula, se puede dar la vuelta , volviendo a su punto de partida. Un mal funcionamiento de los instrumentos de medición digitales también ha sido reportado.

Aokigahara Jukai es un bosque tan denso que la luz del sol entra con dificultad. Sólo la en la periferia la iluminación sigue siendo relativamente escasa. Muchos podrían argumentar que es imposible guiarse por el sol, porque si miras hacia arriba, sólo se ve una pequeña parte del cielo. Debido a la densidad del follaje, el GPS no funciona, aunque algunas personas han demostrado lo contrario con un buen GPS, pero no habían penetrado profundamente en el bosque.

Siendo muy similar, el paisaje acaba creando una distorsión en el sentido de la orientación de quienes se adentran en el bosque de Aokigahara Jukai. Por lo tanto, las diferentes direcciones que están disponibles para todos los visitantes. Si usted intenta caminar en línea recta, es muy probable que resbales y caigas: el suelo parece sólido pero en realidad, a menudo está a entre 30 y 40 cm más bajo, debajo de una alfombra de raíces y hojas, lo que crea un velo que da la ilusión de un terreno perfectamente plano. Además, este bosque tiene muchas cavidades grandes y profundas formadas por la propia naturaleza de su base, que es de lava. Estas grietas se abren bajo el musgo y la vegetación. Es muy fácil caer en alguna grieta; de hecho, se han encontrado esqueletos enmohecidos en la zona. El rescate no es posible si te adentras solo en el bosque. Extrañas cuevas penetran en el suelo del bosque. Más sorprendentemente, se encuentran atrapados en el hielo incluso en verano.


Aokigahara Jukai, el bosque de los suicidios

En 1959, el escritor japonés Seicho Matsumoto escribió sobre Aokigahara Jukai: “magnífico bosque abandonado y salvaje”, afirmando que es el lugar perfecto para morir en secreto y sin que nadie pueda encontrar su cuerpo. El nuevo nombre “Kuroi Jukai” (Bosque Negro) fue publicado en una revista. La noticia narraba el suicidio de dos amantes en el bosque oscuro. Después de la publicación de esta noticia, el lugar se convirtió en el lugar más famoso de suicidarse. Periódicamente, los cuerpo sin vida de los lectores suicidas se encuentran allí.

En 1993, otro escritor japonés llamado Wataru Tsutsumi publicó un libro inquietante: La guía completa del suicidio. En este libro, él recomienda que lo mejor es colgarse de una soga. Indica algunos lugares específicos de este bosque maldito. Según él, estos son los mejores lugares para evitar que encuentren el cuerpo, y cerrar el caso con una misteriosa desaparición. Después de la publicación del libro, la tasa de suicidios aumentó de forma pronunciada en Japón y muchos hicieron su último viaje específicamente a este bosque, siguiendo los consejos de la obra de Wataru Tsutsumi.


Muchas historias mencionan también a personas que fueron testigos de apariciones fantasmales horribles. Probablemente las almas que se suicidaron han sido condenadas a rondar por el bosque siniestro durante la eternidad. Aokigahara Jukai es considerado el lugar más maldito de Japón. Dicen que este lugar sería un purgatorio para los “Yurei”, los fantasmas vengativos que fueron que perdieron la vida antes de tiempo por una muerte violenta como el suicidio o el asesinato. Ellos gritan su sufrimiento a través del viento. Los espiritistas dicen que los árboles mismos están impregnados de una energía malévola acumulada durante siglos. Esta energía proviene naturalmente de todos los desgraciados que se han suicidado. Harán cualquier cosa para atraerte, ya que no quieren que te vayas de este lugar maldito.


En 2004, el director japonés Tomoyuki Takimoto contó la historia en la película “Ki No Umi” (Mar de Árboles), en que el bosque maldito es precisamente el asunto (título en inglés: “Jyukai, The Sea of Trees Behind Mont Fuji”. La historia cuenta la historia de cuatro personas que deciden suicidarse en Aokigahara Jukai. Durante la preparación de la película Takimoto dijo a los periodistas que él se encontró una billetera con ¥ 370.000 (unos 2.300 euros). Otros han afirmado haber encontrado tarjetas de crédito y carnés de conducir o billetes.

FUENTE: http://oculto.eu/

jueves, 13 de octubre de 2016

Alejandrito.


En 1995, un niño de 13 años y su madre se encontraban en un panteón de México, cuando ella se quedó dormida. El menor, sin sueño y aburrido, permaneció sentado sobre una tumba, cuando sintió que una mano le tocaba el hombro. Asustado, volteó y se dio cuenta de que se trataba de otro niño que le decía: "Soy Alejandrito Chávez, ¿quieres jugar?". Se veía amable, así que aceptó.

Con una lámpara y una bolsa llena de canicas empezaron a jugar; de repente, Alejandrito le dijo al otro niño: "Tu mamá te ama mucho, tienes suerte, yo siempre extraño a la mía." - ¿Con quién vienes?, le preguntó. Y respondió que con sus abuelos. Todo parecía ir bien; siguieron jugando hasta que el sueño los venció.

A la mañana siguiente, cuando estaban sirviendo la comida, en el mismo panteón, el adolescente se topó con una tumba que decía: "Aquí yace mi querido hijo Alejandro Chávez". La impresión era grande. Más tarde, cuando una mujer se acercó a esa tumba, él no pudo resistirse y preguntó por el aspecto del niño, que según su lápida, había muerto a los 9 años; ella le describió al infante... Era el mismo con el que había jugado durante la noche.

FUENTE: http://de10.com.mx/

miércoles, 12 de octubre de 2016

La caída de las hojas


Sobre el silencio de aquella noche de octubre se escuchaba un carraspeo de hojas secas. Pese a la leve bruma, podía distinguirse la extenuada figura de Vicente junto al nogal.

Vicente cuidaba del jardín después de que los propietarios de la mansión hubiesen abandonado aquel. Sus cansados brazos desplazaban rítmicamente el rastrillo, despejando el suelo allí donde antes hubo una rosaleda inundada de alegría, en la que jugaban los niños de una familia feliz. Los pequeños acostumbraban a pasar las mañanas correteando con sus improvisadas espadas de ramas y periódicos enrollados. Pero tan pronto como la familia se marchó, desapareció el fulgor del sol.


Vicente trajo a su memoria la risa inocente del pequeño Ignacio. Entonces elevó la mirada hacia una de las ventanas de la casona y le atrapó un estado de desconcierto.

El mango del rastrillo se escurrió de sus manos y, a trompicones, se dirigió hacia el interior de la mansión. Mientras, el viejo nogal empezó a mover las ramas, como si quisiera advertirle...

En el vano de aquella ventana se asomaba un niño cuyo cuerpo estaba atravesado por una barra de hierro. Pero no parecía sufrir, pues alzaba los brazos y sonreía.


Vicente subió las escaleras, avanzó por un largo corredor, abrió la puerta del cuarto y, cuando se disponía abrazarse con Ignacio, los vidrios se ensangrentaron.

El cuerpo del jardinero traspasó la ventana, cayó al vacío y, al romperse contra el suelo de la rosaleda, se clavó los dientes del rastrillo.

Apareció el pequeño Ignacio a su lado. Con una fuerza desproporcionada para un chico de su edad y tamaño, agarró el cuello de Vicente y lo arrastró hasta la base del tronco, en donde se pudieron ver los cuerpos de otro niño, de un hombre y una mujer, y del ama de llaves que había cuidado aquella propiedad.

Ignacio tomó la barra de hierro y, haciendo fuerza sobre ella, la extrajo de su abdomen para colocarla entre las manos del cadáver del niño.

-Hermano, juguemos –le dijo-. Te he traído a Vicente para que se una a nuestra alegría.

Pero no obtuvo respuesta, lo que provocó en él una mueca de ira.

El pequeño se retiró enfurecido al interior del edificio, subió las escaleras, avanzó por el pasillo y se encerró en la habitación, decidido a esperar la llegada de una nueva persona a la que añadir a su colección de juguetes.

FUENTE: http://www.teinteresa.es/

martes, 11 de octubre de 2016

El Vampiro de Flores


Esta historia, que aún recuerdan con horror algunos vecinos del Barrio de Flores, sucedió a fines de la década del 70, cuando llegó a Buenos Aires el Circo de los Zares, uno de los circos soviéticos más importantes aunque no tan magnifico como el Circo de Moscú. Como buen circo ruso, traía consigo enanos, payasos y equilibristas. Entre ellos, Kirki, un ágil enano originario de la zona de los Montes Cárpatos, hogar del Vampiro humano Vlad Tepes, “El Empalador”, que Bram Stoker inmortalizó en su novela “Drácula”.

La carpa se instaló en el predio que ocupara el viejo Gasómetro de Avenida La Plata. Una vez empezadas las funciones, algunos animales empezaron a morir en circunstancias misteriosas. El encargado del circo, Boris Loff, concluyó que morían de noche y quedaban sin gota de sangre, por lo que ordenó vigilancia a cargo del Hombre Bala y a la Mujer Barbuda para encontrar al terrible animal que estaba causando tales desgracias.


Una noche, siguiendo una serie de ruidos sospechosos, encontraron a Kirki prendido a la yugular de Vera, una mona tití también parte del circo. Horrorizado, el señor Loff expulsó al enano del circo, y posteriormente se marcharon de Buenos Aires, dejando al pequeño hombre varado ahí, lejos de su tierra.

Su exilio comenzó en un caserón abandonado de Flores, barrio de por si grisáceo y fantasmagórico de Buenos Aires. Sus nuevos vecinos, al principio lo tomaron sólo como a un personaje pintoresco y lo bautizaron con el nombre exótico de Belek. Pero al poco tiempo, se notó la ausencia de los felinos del barrio, al encontrar sus cuerpos sin gota de sangre, comenzaron a hablar de vampiros. Algunos, aseguraron haber visto a un niño vampiro, mientras que otros, informaron que el vampiro era un enano, y además ruso, detalle que no pudo ser pasado por alto y la gente buscó protegerse llevando crucifijos y ristras de ajo, vistiendo así también sus casas para salvarse de los ataques del vampiro.


Pronto se organizaron ruedas de vecinos armados de estacas y agua bendita con intenciones de atrapar al esperpento que aterrorizaba a los buenos habitantes del barrio. Pero fueron finalmente unos muchachos quienes lograron aprisionarlo durante una partida de futbol; impresionados por aquel pequeño bulto que se acercaba a ellos escurriendo sangre por de su boca, improvisaron una red con la tela de la portería y lo llevaron a rastras hasta la iglesia, para que se decidiera ahí su destino, sin embargo, Belek cortó la red con los dientes y huyó hacia el cementerio.

Aseguran que aún vive en ese viejo panteón y sigue haciendo de las suyas. Muchos lo han visto correteando entre las tumbas, acechando a los incautos que todavía no creen en vampiros.

Con frecuencia ha dejado en el lugar el cadáver de algún animal callejero o peor aún, algún testigo al que había mordido para poder escapar.

FUENTE: http://leyendadeterror.com/

lunes, 10 de octubre de 2016

La monja de la catedral


Cuenta la leyenda que en los años 50 y durante la intervención francesa en México, una monja de nombre “Beatriz“, quién vivía en un pequeño convento a las afueras del estado de Durango, se enamoro de un soldado francés, cuyo cuartel militar estaba cerca de ese lugar.

Todas los días y a la misma hora el joven soldado pasaba en compañía de su tropa por la avenida principal frente al convento y Beatriz siempre lo veía desde una ventana de su dormitorio.


Un día, el soldado de nombre “Fernando” llega a las puertas del convento pidiendo ayuda a la monja por que el ejercito mexicano los había emboscado y entre el intercambio de disparos salio herido. En ese momento y al ver la desesperada situación del combatiente francés, Beatriz decide darle asilo por un par de días mientras recupera su estado de salud.

Con el paso de los días, Beatriz y Fernando se enamoraron uno del otro. Poco después, el soldado tuvo que retirarse, ya que era el fin de la consumación de la intervención francesa, no sin antes despedirse tristemente de su amada, a quien le prometió regresar algún día. Mientras su tropa buscada un lugar en donde esconderse, el ejercito mexicano dio con su paradero y fusilo a todos los soldados, entre ellos, Fernando.

Beatriz no sabia que había pasado con su enamorado por que ya tenia meses desde su partida. En ningún momento ella perdió las esperanzas y todos los días iba hasta el campanario de la catedral del pueblo a esperar el regreso de Fernando.


Lamentablemente sucedió algo trágico, una mañana mientras el sacerdote abría la puerta principal del templo religioso, se percato del cuerpo de una mujer que yacía sin vida, al parecer había caído desde el campanario desde una altura de más de 30 metros. Días después se descubrió la identidad de la victima, Beatriz, quién seguramente esperaba como de costumbre el retorno de su enamorado.

Desde ese trágico suceso, algunos habitantes que caminan por los alrededores de la catedral de Durango, aseguran ver todas las noches la silueta de una mujer en el campanario, ¿Será la difunta Beatriz que todavía sigue implorando la llegada de su amado?.

FUENTE: http://leyendadeterror.com/