viernes, 27 de agosto de 2010

El Misterio de la Muerte

El Misterio de la Muerte

“Creemos erradamente que la muerte existe, sin embargo es un nuevo nacimiento para el Espíritu, porque siendo de naturaleza Divina, es inmortal y eterno”


INTRODUCCION


La muerte, suceso que tanto angustia al Ser humano, suceso que nos llena de terror no tanto por él mismo, sino por el desconocimiento que de él se tiene, es lo más natural del mundo, porque nacer y morir es exactamente igual a dormir y despertar o a despertar y dormir, según el punto de vista con que lo veamos.

A través de la historia, se han tejido una gran cantidad de cuentos y comentarios acerca de lo que se cree es ese proceso mal llamado muerte, porque en realidad, muerte no existe. Todo en la naturaleza lleva un proceso de cambio, de transformación permanente, de evolución; no existe muerte tal como se la suele conceptuar.

Lo muerto, muerto está; pero el hecho de que un cadáver a las pocas horas empiece a descomponerse, implica que allí la vida continúa en actividad; no la vida interna, no la vida espiritual del Ego, que como fuerza álmica animó la materia, sino otros tipos de vida, inferiores quizás, pero absolutamente necesarias en la economía de la naturaleza para la transmutación y progresiva evolución de la materia que ha de convertirse nuevamente en los elementos constitutivos de la forma.

EL MISTERIO DE LA MUERTE


¿Qué ha pasado con ese ser tan querido que antes le veíamos hablar, pensar, reír, amar, actuar, sentir, en una palabra, vivir? El no ha desaparecido; ha dejado únicamente el traje que estaba usando, tal como nosotros cada noche, que antes de entregarnos al sueño nos quitamos la ropa que hemos usado durante el día, bien sea porque ya esté sucia, rota, etc., sin llenarnos de tristeza por hacerlo, para luego sumergimos en la inconsciencia del sueño, como análogamente ocurre con el proceso llamado muerte. Por lo tanto no hay nada de terrorífico en ella.

Cuando llega el momento en el cual por enfermedad, accidente o por secuencia natural de los años se ha de abandonar la materia en la cual hemos estado (viviendo), el Espíritu se va sumergiendo en un sueño cada vez más profundo, hasta que por fin logra desprenderse definitivamente de la materia porque ya no le es útil para continuar adquiriendo experiencias.


Pero igualmente, así como cada mañana nos despertamos llenos de energía, deseosos de continuar nuestra jornada cumpliendo con nuestros deberes, así mismo, después de un relativo período de tiempo que dura aproximadamente mil años en los mundos espirituales, nos despertamos a una nueva aurora de la vida, porque necesitamos seguir adquiriendo experiencias.Por lo tanto elegimos aquellos que han de ser nuestros padres, nuestro medio ambiente físico y social, el cuerpo y la salud que hemos de tener, etc., para comenzar una nueva etapa de evolución para el Espíritu en una nueva encarnación.

Siempre el Ser humano se ha preocupado por el nacimiento y por mantener relativamente bien la organización psico y fisiológica del cuerpo, pero no nos hemos preocupado por la muerte; siempre nos coge desprevenidos y nunca sabemos que es lo que vamos a enfrentar y que debiéramos hacer en ese momento.Allí es donde debemos prepararnos, por eso debemos aprender la ciencia del buen morir, que es la ciencia de la muerte.


Cuando la persona se encuentra en agonía, lo que suelen hacer los parientes es entregarse al llanto, a los lamentos y dejarse llevar por la manifestación del dolor, que es natural, porque los sentimientos no se pueden controlar con la razón, pero la consciencia sí puede iluminar la sensibilidad para que esos momentos de separación de nuestros seres queridos no sean tan difíciles ni tan dolorosos.Si fuéramos conscientes de qué es lo que sucede en esos momentos, la separación física no sería tan dolorosa.


Lo que debemos es mantener la calma y la armonía interior; rodear el lecho del moribundo en silencio, con la mayor armonía posible, liberando con nuestro interno ser, la mayor cantidad de amor hacia ese ser y si sabemos imaginar luz, imaginarla blanca, muy radiante, rodeando a esta persona que se está enfrentando a ese proceso de cambio, porque no hay muerte, sino cambio.

El silencio es indispensable.Entregarse a gritos, escenas de histeria y lamentos, lo único que hace es retener al agonizante, impidiéndole desprenderse totalmente de ese cuerpo que ya le está pesando demasiado haciéndole sufrir, porque ya cumplió con sus deberes y su objetivo de adquirir experiencias en esa encarnación.


Cuando ya el médico comprende que no se puede hacer absolutamente nada por mantener más allá de un límite adecuado la encarnación de esta persona, lo mejor es dejar que la naturaleza siga su rumbo de una manera absolutamente natural, porque es un crimen aplicarle al moribundo morfina y estimulantes para hacer que reaccione una y otra vez a la consciencia vigílica, sacándolo del estado de inconsciencia en el que naturalmente se va sumergiendo.

Al conversar con las personas que han fallecido de esa manera, dicen:

—“El sufrimiento fue increíble, jamás en mi vida había sufrido tanto, fue como si me retuvieran con violencia a una cárcel de la cual quería escapar”. También al preguntarle a las personas que han fallecido y que se encuentran en los planos suprafísicos: ¿Cómo estás? ¿Qué sientes?, responden:

—“siento una paz muy grande”.


Cuando se llegan a recordar los instantes de fallecimiento que se han tenido en otras encarnaciones, se encuentra que el momento de desincorporación fue de absoluta paz, de armonía total, y que al salir totalmente de la materia que le estaba atrapando, lo que se siente es una paz infinita.

Si no le tenemos miedo a entregarnos al sueño, ¿por qué le hemos de tener miedo a fallecer?Si el proceso es exactamente el mismo; la única diferencia es que cuando nos entregamos al sueño, tenemos la posibilidad de retornar al cuerpo en un momento determinado.Cuando fallecemos, ya no existe el mecanismo psico y fisiológico que nos permite vincularnos a la materia para continuar la encarnación.

A las personas en agonía se les observa sonreír; se le ve mirar perdidamente al espacio, ningún lugar en especial, saludar a alguien, mientras dicen por ejemplo a sus hijos:

—“saluden a su tía, mira que vino a visitarnos”.

Las personas que están al lado del lecho de muerte, dicen:

—“está desvariando, es la agonía, ya se va a morir”.

No comprenden que realmente lo que está sucediendo en ese momento, es que la persona al estarse retirando de su cuerpo denso, se torna clarividente; puede ver con facilidad el Mundo del Deseo que es la región inmediatamente superior (en vibración) al Mundo Denso.Allá se encuentran amigos, familiares y conocidos que ya le han precedido al mundo tetradimensional.No es que ellos estén desvariando, realmente es que están viendo a aquellos que ya se han marchado de este mundo objetivo.


A muchas personas a quienes les han fallecido seres queridos, se dan cuenta en los días siguientes, que de un momento a otro perciben o creen ver a la persona que ha fallecido, pero que cuando ya enfocan su mirada, definitivamente desaparece la visión.No es que desaparezca, es que tenemos en nuestros ojos algo que se llama el punto ciego; es un punto ciego para lo físico, pero es una avenida clarividente para los mundos suprafísicos.Si supiéramos enfocar a través de ese punto ciego, podríamos mirar lo que los ojos físicos no pueden ver.

Se habla de los mundos invisibles; si fueran invisibles, nadie los habría visto, pero el hecho de que haya personas que tengan la capacidad de verlos, implica que no son invisibles, sino que son visibles a la facultad clarividente que se ha entrenado para desarrollar la capacidad de verlos.

Algunas personas que están desincorporando, dicen que “hay mucha luz, demasiada luz”, a pesar de que su cuarto se encuentra en penumbra.Es porque estamos en la oscuridad de la materia densa y los planos suprafísicos son planos de luz, porque allí no existe materia que pueda oscurecer relativamente ese mundo a donde pasamos cada noche cuando nos entregamos al sueño y al final de nuestra encarnación cuando ya hemos cumplido con nuestros deberes terrestres.

Muchas personas dicen:


—“yo me soñé con fulano de tal y él ya está muerto”.

Yo les digo: ¿Y lo viste muerto?


—“No, yo lo vi como era, más joven quizás y hasta se veía alegre”.

Es que no está muerto; nosotros al entregarnos al sueño pasamos al mundo donde se encuentran aquellos que nos han precedido, al momento de la desincorporación.Si pudiéramos recordar nuestros sueños más profundos, nos daríamos cuenta que estamos en compañía de aquellos que decimos han fallecido, pero que seguramente están más vivos que nosotros.


Muchas veces, aquellos que quedan con el dolor profundo por el luto sufrido, hay días en que se despiertan muy felices y no saben por qué.Si lograran recordar sus sueños, sabrían que estuvieron en contacto con sus seres queridos y que esa es la razón de su dicha.

Cuando abandonamos el cuerpo físico, estamos en el mismo nivel de frecuencia vibratoria que aquellos llamados muertos.Por lo tanto, todas estas personas nos pueden ver y nosotros también a ellos; nos relacionamos, compartimos, charlamos, paseamos.
¿Cómo podemos hacer que aquellas personas que han fallecido se acerquen a nosotros y poder recordar con más plenitud esa experiencia?Si han pasado por lo menos tres días del fallecimiento nuestro ser querido o de nuestro amigo, podemos antes de entregarnos al sueño, sumergirnos en una profunda meditación, imaginando vívidamente a aquella persona que falleció, pero no imaginarla enferma, herida, sufriendo.Debemos imaginarla como en sus mejores épocas, alegre, sana, feliz.

Nos vamos quedando dormidos con esa imagen y llega el momento en el cual, por una reacción de afinidad simpática, atraemos a aquella persona al lado de nuestro lecho y cuando nos quedamos dormidos, que es cuando nuestro Espíritu se retira de nuestro cuerpo por la coronilla, lo primero que vemos es a aquella persona querida a la cual con nuestra imaginación y amor, habíamos contactado.

Si colocamos un despertador para una hora o dos horas después de habernos dormidos y al despertar, nos quedamos totalmente quietos, concentrándonos profundamente en el entrecejo tratando de ver lo que hicimos en los mundos sutiles, podremos recordar con quién nos vimos y qué hicimos.
Es un entrenamiento maravilloso que si lo verificamos con persistencia, tanto cuantas veces nos despertemos en la noche y al despertar en la mañana al despertar, llegará el momento en que el mundo espirituales, llamado Mundo del Deseo, se abrirá ante nuestra vista psíquica, la clarividencia se activará y podremos comprobar por nosotros mismos lo que estamos recibiendo por ahora como simple teoría.
Es la posibilidad de despertar todas esas facultades, es la posibilidad de comprender y comprobar por nosotros mismos, los asertos de la ciencia esotérica investigados a lo largo de miles de años por cientos de esoteristas que se han entrenado en este campo para verificar lo que ya antaño les habían ido enseñando.
Para comprender como ocurre ese proceso, tenemos que analizar la constitución psico- física y espiritual del ser humano, porque no solamente somos materia.La materia tal como la pueden conceptuar nuestros sentidos, es la reacción natural de fuerzas muy sutiles.
Tan densa e impenetrable que vemos la materia, pero si pudiéramos penetrar a nivel molecular dentro de ella, nos encontraríamos con una especie de galaxia, plena de sistemas solares, en donde los átomos con sus electrones estarían separados inmensamente los unos de los otros, pero manteniendo la armonía de sus órbitas gracias a las fuerzas de cohesión molecular que es lo que mantiene la dureza y estabilidad relativa de la materia.
Por la materia y energía son solamente los dos polos de la SOLA COSA ÚNICA Y ETERNA, que es uno de los nombres conceptuales con los que se le suele llamar a la Divinidad, el ARQUITECTO de seres y de cosas, La Inteligencia Cósmica que ha hecho posible la existencia del Universo, de todos los seres y de todas las cosas. Materia y energía, no son diferentes substancialmente.Ambas son absolutamente necesarias y están compartiendo una actividad permanente.Ya lo dijo el Sr. Einstein y la ciencia física lo ha confirmado: “la materia es energía condensada y la energía es materia que sutilizado”.Es lo que sucede cuando la Vida llamada Espíritu unas veces se encuentra condensada, sumergida en la materia llamada cuerpo y otras veces, se libera de la esclavitud de la carne para liberarse nuevamente a planos más sutiles, los mundos espirituales, en donde realmente es su verdadera morada, su verdadero hogar.
Para comprender mejor la dualidad de espíritu-materia, tenemos que saber que estamos constituidos por diferentes cuerpos o vehículos en donde el cuerpo denso, es solo uno de los que el Espíritu utiliza para la adquisición de consciencia.Cada uno de éstos cuerpos, está en relación con uno de los mundos en los cuales, nuestro Ego habitando uno de esos cuerpos o estados de vibración de la energía, debe tener su permanencia relativa.
El cuerpo denso junto con la energía vital, nos mantiene activos y sanos.Tienen su centro de acción en el Mundo Físico, este que conocemos relativamente y que está constituido por sólidos, líquidos y gases.Pero los sólidos, líquidos y gases, mantienen su actividad, debido a la energía vibratoria que produce el calor, la radiación que no se concibe ni como sólido ni como líquido ni como gas, es un cuarto estado, muy sutil y responsable de que los otros tres estados puedan interactuar.
Cuando a los sólidos se les aplica calor, se estimula su vibración molecular y poco a poco se convierten en líquidos al derretirse o en gases al quemarse y si se le sigue aplicando calor, continúa aumentando la vibración molecular hasta que llega el momento en que es tal la separación de las moléculas que se vaporiza o sutiliza. Así mismo, cuando el Ego está en un cuerpo denso; puede manifestarse, pero llegado el momento cuando tiene que abandonar la materia, en el proceso equivocadamente llamado muerte, ya el cuerpo denso no le es necesario en el estado de vibración relativamente superior en el cual se encuentra.

En la llamada muerte abandonamos los cuerpos denso y vital o la vitalidad, para abandonar el Mundo Físico.
Pero los otros mundos que no son lugares en el espacio sino estados de consciencia, se interpenetran los unos con los otros y con el Mundo Físico, tal como está correlacionado el Mundo Físico con los gases y con las ondas de energía llamadas electromagnéticas bien sea de la radio, de la televisión, de los rayos cósmicos, rayos X, rayos gama, ultravioleta y muchos otros.Cada uno ellos tienen un nivel de vibración particular; a mayor nivel de vibración, mayor sutilidad, pero todos están absolutamente interpenetrados.
El mundo donde se encuentran los llamados “muertos”, quienes en verdad están relativamente más vivos que nosotros, se encuentra aquí mismo rodeándonos, en un grado de vibración diferente, más sutil, porque ya no tienen la materia, la cual relativamente les condiciona para la manifestación física.
Además de los cuerpos denso y vital, tenemos un cuerpo de deseos o emocional, el cual nos permite llevar una vida muy activa durante muchas décadas, en los años posteriores a haber fallecido físicamente, en las regiones llamadas purgatorio y Primer Cielo situadas en el Mundo del Deseo.
Posteriormente nuestro Ego debe abandonar ese cuerpo emocional en un proceso llamado la segunda muerte, para seguir su vida relativa en el cuerpo mental, en el mundo mucho más sutil de vibración llamado el Segundo Cielo situado en el Mundo del Pensamiento o Mundo Mental, hasta que finalmente el Ego abandona ese último cuerpo que relativamente le servía para actuar en ese plano, para sumergirse en la Vida Divina, en el mundo espiritual llamado Tercer Cielo, en donde va asimilar las experiencias que logró aprovechar en su anterior encarnación.
El cuerpo denso nos proporciona experiencias, el cuerpo vital la salud, el cuerpo emocional es el que nos hace enojar tanto, pero también nos hace desear y estar activos, y el cuerpo mental que es el que nos hace pensar con más o menos claridad.Estos cuatro cuerpos: físico, vital, emocional y mental, es lo que constituye la personalidad; es lo que el Ego, la chispa divina que mora en nosotros, abandona después de ese período llamado encarnación, quedando la divina Individualidad, el Ego, Yo, el cual es Consciencia, Sensibilidad e Imaginación.Eso es realmente nuestro ser: un centro de consciencia, de amor y de poder.
Para hablar acerca de lo que es la muerte, se han tejido varias teorías: la materialista, la teológica y la renacentista.
La teoría materialista dice que vamos de la cuna a la tumba, que simplemente desde el momento en que nacemos, empiezan todos los procesos psico y fisiológicos a ir derivando la posibilidad de que podamos pensar, amar y que la consciencia se va actualizando a medida que avanzamos en edad, pero que cuando llega el momento de abandonar el cuerpo al morir, hasta ahí llegó todo y por lo tanto desaparecen la consciencia, las experiencias adquiridas y la Vida.
Es la teoría racionalista, positivista, materialista.Pero si vamos a la ciencia que es la que apoya esta idea, entonces, podemos observar, que está contradiciéndose en un postulado muy básico, que es el postulado de la conservación de la energía, el cual dice:“nada se crea, nada se destruye, todo se transforma”.Entonces, ¿cómo pensar que se van a destruir las posibilidades de consciencia, de amor, de imaginación creadora, de facultades mentales, de intelectualidad, de composición musical, de maestría en el arte, en la ciencia, en la literatura o en cualquier campo que se hayan adquirido, al momento de morir?
¿Para qué ese proceso de una encarnación que muchas veces es muy corta, para que se pierda absolutamente toda la genialidad relativa que un ser pueda lograr?Y si no se pierde entonces, ¿a dónde va?La ciencia material no tiene la posibilidad de dar respuesta a esta inquietud.
La teoría teológica, dice que al momento de nacer, “Dios insufló en la nariz del hombre, y este fue un anima viviente” y que sólo al momento del nacimiento es cuando el Espíritu viene a la existencia y que después de la muerte, según sus actos, irá a un cielo o a un infierno (¿hipotéticos?) por toda la eternidad.
Además esta teoría afirma que se salvarán ciento cuarenta y cuatro mil de éstos bien amados hijos de Dios.Imaginemos a Dios emanando parte de su Vida, de su Ser, de su Esencia Espiritual,a miríadas de Espíritus, la Vida que alienta en nosotros, para que de los miles de millones de chispas divinas de su ser, ¡sólo ciento cuarenta y cuatro mil se salven y los demás se vayan a al fuego eterno del infierno ! ¿Habrá realmente razón de perfección en ese plan divino?Además, si algún Ser humano es malo, si es perverso, entonces, Satanás se los lleva para el infierno.Si a Dios, le pueden ganar almas, no puede ser Dios.Y si Dios permite que nosotros, sus hijos nos condenemos, no puede ser bueno.
Dice la teología que “para que la Voluntad Divina se pueda cumplir en nosotros”, es la razón por la que hay unas muy pocas personas ricas, bellas, felices, sanas, con todas las posibilidades para satisfacer sus necesidades y generalmente con mucho más de lo que necesitan, mientras que la inmensa mayoría de la humanidad es pobre, fea, huraña, enferma, miserable y triste.¿Podremos llamar esto un plan Cósmico y justicia Divina:enviar unos muy pocos a ser felices y a otros, la mayoría, a sufrir?Eso no puede ser un plan Divino, porque no es coherente, ni bondadoso, ni amoroso, ni lógico.
Pero hay más, si a la persona no le echan agua en la cabeza, entonces se va para el limbo, un lugar que nadie sabe dónde queda, ni para qué sirve, pero que definitivamente el niño no bautizado, no queda “ni para Dios ni para el diablo”.
Estas teorías materialista y teológica nos llevan a pensar que satisfacen la inquietud de conocimiento del ser humano, del alma, que como decía Amado Nervo “es como un cáliz que sólo se llena con la eternidad”.
Y llega el momento en que empezamos a inquirir: ¿Quién soy realmente?¿De dónde vengo?¿Qué estoy haciendo aquí y para dónde voy? ¿Cuál es mi misión en esta vida? ¿Únicamente vine aquí a sufrir y nada más que a dar tumbos?¿Únicamente vine aquí a comer, a dormir y a cohabitar?¿Es esto realmente un plan divino, un plan cósmico?¿Voy a vivir aquí veinte, treinta, cincuenta, quizás noventa años y se acabó todo después de sufrir o de gozar mucho según lo que relativamente pueda suceder?
El destino del Ser humano no es el de gozar ni el de sufrir, sino el de adquirir experiencia, lo que da la base para la teoría renacentista, que es el conocimiento que el esoterista, ha logrado ir investigando profundamente después de desarrollar la facultad clarividente, que forma parte de las cualidades inherentes que todos tenemos.
Al investigar con la facultad clarividente, se observa en planos suprafísicos a aquellos seres que están prestos a renacer o reencarnar y también qué es lo que pasa con aquellos seres llamados muertos, después del momento del fallecimiento.
Muchas personas dicen: “la muerte es un misterio tan insondable, que nadie ha regresado para contárnoslo”.Si, si han regresado y son demasiados, han regresado a través de encarnaciones sucesivas y ahora recuerdan sus vidas anteriores y también lo que pasa en los planos suprafísicos.Tienen además la capacidad de desligarse de su cuerpo en los momentos de sueño profundo y pasar conscientemente a aquellos planos, observar a sus habitantes —los llamados muertos— hablar con ellos y conocer el misterio de la muerte.
La teoría renacentista explica que en el principio, la Divinidad, Dios, emana de sí y en su propio campo áurico o campo de energía, llamado Sistema Solar, una inmensa cantidad de chispas divinas o Espíritus, los cuales como chispas de la llama, tienen en sí la posibilidad de convertirse en llama.
Ese es el proceso maravilloso de la evolución: que la chispa divina evolucione a través de millones de años dentro de la forma, para desarrollar todas las cualidades cósmicas que tiene en sí misma.Si no tuviéramos esas posibilidades, ¿de dónde surgiría la maestría, la sabiduría y la genialidad de los prohombres de todas las razas?Justamente, es porque tenemos la esencia misma de la divinidad que puede ser despertada mediante procesos adecuados.
Gracias a la evolución, progresivamente iremos de lo bueno a lo mejor, de lo mejor a lo óptimo y de lo óptimo a lo superior, siempre en perfeccionamiento progresivo, perfeccionamiento que no podemos hacerlo en veinte, cincuenta, ochenta o noventa años, si es que estamos encarnados todo ese tiempo.
Leonardo De Vinci, que mostró la maestría en mecánica, física, anatomía, fisiología, pintura, escultura, que era inventor, etc., le preguntaron:
—¿Maestro, para saber con tal perfección una sola de esas ciencias se necesita toda una vida; usted sabe casi todas las ciencias, cómo ha hecho?
A lo que respondió:
—“Es muy sencillo, recuerdo mis últimas cuarenta vidas”.
Obviamente tenía un estado de consciencia superior; había logrado a través de su evolución desarrollar algo de esas cualidades infinitas que el ser humano tiene por desarrollar.Eso es lo que debemos saber, que por medio de encarnaciones sucesivas a través del tiempo, podemos ir desarrollando ingentes cualidades.
Encarnamos aproximadamente cada mil años y por lo general alternadamente: una encarnación como varón, otra como mujer, etc., porque nuestro Espíritu es andrógino, es decir que tiene en sí el germen divino de lo masculino y de lo femenino, sin ser el Espíritu de un sexo en particular, pero con la posibilidad de manifestarse como mujer o como varón según las necesidades evolutivas que esté necesitando, en un momento determinado de la experiencia cósmica.
Cuando la persona exhala su último suspiro, es decir, cuando se detiene definitivamente el corazón y ocurre el fallecimiento físico, el Espíritu se retira del cuerpo denso por el nervio pneumogástrico hasta el cerebro y luego por la coronilla, llevando consigo algunos átomos que tienen información de la constitución de los cuerpos físico, vital, emocional y mental.Después, el cuerpo vital empieza a salirse poco a poco del cuerpo físico, hasta que queda flotando aproximadamente 1metro de altura sobre el cadáver, en la misma posición en la cual está este, siendo interpenetrado por los cuerpos emocional y mental, y su morador el Espíritu.
Entonces el Ego (que no es posible verlo ni por el ojo clarividente más avanzado, porque ver al Ego significaría ver a Dios), queda en un estado de trance profundo, que va desde unas horas hasta tres días y medio, según el tiempo que esa persona hubiera podido permanecer despierta, pero no más de tres a tres días y medio. En ese momento comienza el llamado proceso post-mortem o visión del panorama, que consiste en que el Ego empieza a observar todas las imágenes de los hechos realizados en la encarnación que acaba de terminar, imágenes que se habían acumulado subconscientemente en el cuerpo vital, que es en donde se encuentra radicada la memoria, pasando toda la información que está archivada en el cuerpo vital hacia su siguiente cuerpo en grado de sutilidad que es el cuerpo emocional, cuerpo en el cual el Ego va a continuar su existencia durante un período de tiempo que dura alrededor de un tercio del tiempo físico vivido.

El estado post-mortem es un estado como de profunda concentración en el cual el Ego observa su vida anterior —sin intervenir mental ni emocionalmente— lo que hizo en los últimos años de su encarnación (posiblemente en la ancianidad), luego en la edad madura, posteriormente en la adolescencia, después en la infancia, finalizando en elmomento en el cual nació.A ese proceso, que es una retrospección, se le llama visión del panorama, lo que le ha de permitir al Espíritu fijar la información de todos los actos de su vida (o encarnación) anterior, desde el cuerpo vital hacia el cuerpo emocional, en donde el Ego ha de continuar en su vida post-mortem.
Durante ese proceso, no se debe interrumpir para nada al fallecido que se encuentra en ese estado de profunda concentración a la cual está sometido el Ego, porque todavía, aunque parcialmente, está el cuerpo vital interpenetrando el cuerpo denso, y siendo el cuerpo vital relativamente sensible a los estímulos externos, reacciona ante ellos afectándolo como cuando el cadáver se punza para inyectarle formol o cuando se le realiza la necropsia.
Incluso los cadáveres de personas relativamente obesas, sin aplicarles formol, en veinticuatro horas no se descomponen liberando el olor característico; por eso uno debedecir en la funeraria: —no le apliquen formol, es mi responsabilidad—.Y ellos tienen que respetar nuestra decisión.
En los casos en los que se prepara de esta manera al cadáver o se le realiza la necropsia, se interrumpe al Ego sacándolo de su profunda concentración, y al no poder hacer la visión del panorama de su vida, se retira definitivamente de su cuerpo vital, sin hacer su trabajo.
Lo mismo ocurre si se crema el cuerpo inmediatamente, porque al hacerlo, se destruye también el cuerpo vital porque está formado por átomos físicos.Igualmente, el ulular de las sirenas en los sepelios, el sonar de campanas y los lamentos y gritos de los deudos abalanzándose sobre el cadáver o sobre el féretro, sacan de ese profundo trance a ese ser que lo único que necesita es paz y silencio.

El Misterio De Los Ataúdes Deslizantes

El Misterio De Los Ataúdes Deslizantes


El 6 de julio de 1812 en las cercanías de la bahía de Oistin (Isla de Barbados), un grupo de enterradores se dirige al cementerio de Christ Chursh con el cuerpo difunto de la señora Dorcas Chase.
 
En el panteón familiar, una edificación sólida, construida con grandes bloques de coral unidos con cemento, se encuentran ya los ataúdes de Thomasina Goddard y Mary Anna María Chase, enterradas en 1807 y 1808 respectivamente. La pesada losa que cubre la tumba familiar, de 4 por 2 metros de superficie y semienterrada a la entrada del camposanto, es retirada con gran trabajo por el personal, debido a su considerable peso, y el ataúd es entrado posteriormente en su interior. Las tinieblas son cerradísimas allí dentro, y cuando los sepultureros encienden sus quinqués, se encuentran con una visión realmente aterradora. El ataúd de Mary Anna María había sido movido hacía un rincón y el de la señora Goddard, se encontraba ahora pegado contra la pared opuesta a la entrada. Los enterradores y familiares asistentes no dan crédito a sus ojos y la tumba es de nuevo cerrada con gran dificultad, no sin antes haber depositado en el suelo el ataúd de Dorcas Chase y puestos de nuevo en su sitio los otros dos.

Nathan Lucas dibujó la posición original de los ataúdes y posteriormente cómo fueron encontrados en abril de 1820.


El suceso conmovió a toda la familia y no comprendían cómo unos ataúdes, a la sazón revestidos de plomo, habían sido removidos en semejante lugar. En un intento por buscar culpables y racionalizar lo sucedido, se acuso a los esclavos negros de tal profanación. Se sabía que los negros habían asistido al entierro de la primera hermana Chase y que era poca la simpatía que tenían por el patriarca Thomas Chase, cuyo comportamiento cruel y tiránico había llevado al suicidio a su hija Dorcas. Sin embargo, los negros antillanos rechazaron la acusación y en su lugar mostraron miedo y respeto por lo que consideraban era obra de los espíritus. ¿Quién, entonces, era el responsable de tan macabra broma?. Nada de todo aquello tenía el menor sentido pues los ataúdes, aparte de ser removidos, no habían sufrido ningún deterioro ni faltaba pieza alguna que hiciera pensar en un robo. ¿Es posible que los negros se tomaran molestia tan grande para obtener unos resultados tan insignificantes? No es probable, y el suceso así quedó, hasta que un mes más tarde, el 9 de agosto de 1812, Thomas Chase murió también, siendo llevado su cuerpo al mismo panteón. En esta ocasión, los ataúdes seguían estando en su sitio, pero el 25 de septiembre de 1816, cuando la losa fue de nuevo levantada para enterrar a un niño llamado Samuel Brewster Ames, los ataúdes volvieron a encontrarse desordenados. Como en ocasiones anteriores, la culpa recayó otra vez sobre los negros, que retornaron en su insistencia de que ellos no habían sido.
El 17 de noviembre se creó una gran expectación en Oistin, cuando otro difunto fue trasladado desde el cementerio de St Philips al panteón familiar de los Chase. Una gran multitud se congregó en el lugar para observar los extraños movimientos de ataúdes. Cuando la bóveda fue abierta, todos los féretros habían sido cambiados de lugar. El de la señora Goddard, se hallaba deteriorado y roto por el desgaste y desplazado a la pared opuesta, y todos los demás sarcófagos, desperdigados en desorden por el suelo. Inútilmente se trató de descubrir algún indicio que explicara lo sucedido. Las paredes, el suelo y el techo, seguían estando en buen estado y no existía recodo alguno por el que pudieran pasar los posibles bromistas. Los ataúdes fueron reordenados, y la pesada losa fue vuelta a cimentar en su sitio.

Durante tres años, el panteón, que no había sido vuelto a abrir, fue objeto de la visita de los curiosos. Su fama llegó incluso a Europa y muchos fueron los que tomaron interés por ese misterioso cementerio de Barbados. El 17 de julio de 1819, Thomasina Clarke, murió, y su cuerpo fue trasladado al panteón. Para entonces, hasta el mismo gobernador de Barbados, el vizconde de Combermere, asistió al sepelio, acompañado por un centenar de observadores deseosos de encontrarse con el misterioso fenómeno. Y sus ansias quedaron satisfechas pues cuando los albañiles retiraron la losa, los ataúdes del interior se hallaban otra vez desordenados y desperdigados por todo el lugar. El registro que se hizo por los peones fue realmente exhaustivo, pero, como en ocasiones anteriores, no se encontró ningún indicio de profanación. Los féretros fueron entonces colocados en su sitio y se decidió recubrir el suelo entero de fina arena, para descubrir las huellas del posible culpable. Cuando la bóveda volvió a ser tapada, el vizconde de Combermere y dos funcionarios, marcaron el cemento con su sello, formando así una película infranqueable.


El 18 de abril de 1820, el panteón volvió a ser abierto. Hasta entonces el lugar no había sido utilizado, pero la expectación despertada en el público y el deseo del vizconde Combermere por comprobar si su experimento había dado resultado, hicieron que ese 18 de abril, se desvelara el misterio, a pesar de no haber ningún finado para ocupar un hueco en la sepultura. El vizconde Combermere, acompañado del Honorable Nathan Lucas, el secretario de gobernación, mayor J. Finch, el señor Rowland Cotton, el señor R. Bowcher Clark y el reverendo Thomas Orderson, se dirigieron al cementerio de Christ Church, con un grupo de asustados peones negros, dispuestos a levantar la losa.

Todo estaba como lo habían dejado, es decir: el cemento estaba intacto y los sellos oficiales seguían en su lugar, sin haber sufrido ninguna perturbación. Con esto, todos pensaron que el interior se encontraría también en buen estado, pero cuando el cemento fue picado y la losa retirada a un lado, se sorprendieron al escuchar un extraño rozamiento surgiendo de la oscura bóveda. Uno de los ataúdes de plomo había sido arrojado contra la losa y al ser retirada esta por los albañiles negros, la sepultura había sido arrastrada con ella. Los cada vez más aterrorizados negros comprobaron que el ataúd de Mary Anna María, se encontraba ahora empotrado en la pared del fondo, y del tal manera, que incluso el muro había sufrido daños. Los demás féretros estaban diseminados por el suelo de forma caótica. El vizconde Combermere, no daba crédito a sus ojos. El exterior de la bóveda seguía estando tan sólido como siempre, por lo que nadie podía haberse colado dentro por algún resquicio, y la fina arena depositada en el pavimento interior, no presentaba muestras de huellas o de presencia humana. Si alguien había entrado allí, pensó el vizconde, desde luego no era de este mundo.


El honorable Nathan Lucas, dijo de la inspección que hizo del lugar:

«Examiné los muros, el arco y toda la bóveda: todo era igualmente antiguo; un albañil, en mi presencia, golpeó minuciosamente el suelo con un martillo: todo era sólido. Confieso que no puedo explicar los movimientos de esos ataúdes de plomo. Ciertamente, no se trata de ladrones, y en cuanto a broma pesada o truco, hubiese sido necesaria la participación de demasiada gente y el secreto hubiera sido descubierto; y en cuanto a que los negros hayan tenido algo que ver, su miedo supersticioso a los muertos y a todo lo que con ellos se relaciona, excluye cualquier idea de esa clase. Todo lo que sé es que ocurrió y que yo fui testigo del hecho.”»

Desde aquel día, los ataúdes no volvieron a dar motivos para el misterio, pues todos ellos fueron sacados de la bóveda y trasladados a otros lugares del cementerio. Jamás se llegó a saber qué ocasionó semejante suceso incongruente y nunca más se le volvió a dar publicidad. Una multitud de teorías surgieron en aquella época, tratando de solucionar el enigma pero ninguna era lo suficientemente sólida como para validarla. Se habló de pequeños seísmos, de negros vengativos, de bromistas recalcitrantes, pero todas fueron desechadas por falta de consistencia y de pruebas. El misterio continuó así, y aún hoy se sigue hablando en Barbados del misterio de los ataúdes deslizantes.

En la actualidad el panteón está vacío y puede ser visitado por los curiosos que desean rememorar aquel extraño incidente. Sin embargo, no es necesario trasladarse hasta allí para encontrarse con caprichosos ataúdes andarines. “Antiguas Historias Antillanas” fue un libro publicado por sir Algernon Aspinall. En él, el autor nos describe un suceso similar acaecido en Stanton (Suffolk, Inglaterra) en 1815. Como en Barbados, los ataúdes de Stanton habían sido movidos al menos en tres ocasiones, llegando incluso a ascender unas empinadas escaleras. En 1867, el señor F.C. Paley, de Gretford, en las cercanías de Stamford (Lincolnshire, Inglaterra), relataba un hecho similar sucedido en un panteón local y confirmado por varios testigos. Al igual que en los dos anteriores, los ataúdes fueron removidos repetidamente, quedando incluso alguno de ellos, apoyados verticalmente contra la pared. En 1844, en Arensburg, en la isla báltica de Oesel, ocurrió algo parecido en el panteón familiar de los Buxhoewen. En el transcurso de un misa por los funerales de un familiar, se dejó sentir en el interior de la bóveda privada, unos extraños ruidos que alertaron inmediatamente a los concurrentes. Los más atrevidos, abrieron el panteón y descubrieron boquiabiertos, cómo los féretros de sus difuntos se encontraban desperdigados por el suelo, sin orden alguno.

Con el tiempo, el presidente del tribunal eclesiástico local, el barón de Guldenstabbe, encabezó una investigación oficial y ordenó que la bóveda se abriera. Los ataúdes, pese a haber sido reordenados, y la puerta principal cerrada con llave, se encontraban de nuevo desordenados y dispuestos en difíciles posiciones.

El barón Guldenstabbe, lejos de atribuir el misterio a agentes sobrenaturales, ordenó que el suelo del panteón fuera picado y levantado, con la intención de encontrar algún pasadizo secreto por el cual pudieran haberse colado los bromistas o los profanadores de tumbas (profanadores inexistentes, pues jamás fue robado nada). No obstante, el resultado fue negativo, no encontrándose ningún resquicio sospechoso. La Bóveda fue de nuevo pavimentada, y como ocurriera en Barbados, su suelo recubierto, en esta ocasión, de ceniza, mucho más sensible a las huellas que la arena. Como en Christ Church, también aquí se imprimieron sellos ocultos en la losa, que se romperían en caso de que alguien la abriera secretamente; además, el barón dispuso que unos soldados vigilaran el lugar durante tres días y tres noches. Cumplido el plazo, el comité investigador se desplazó otra vez al cementerio. Los sellos secretos permanecían intactos, la ceniza desperdigada en el suelo, no presentaba señales de huellas, pero los ataúdes, de nuevo estaban desperdigados en el interior de la bóveda, estando algunos rotos o boca abajo. El comité de Arensburg y los Buxhoewden, rendidos ante la evidencia, no pudieron hacer otra cosa que trasladar los féretros a otro cementerio y dejar que la providencia explicara algún día el misterio; lo que nunca ocurrió.

El misterio de los ataúdes deslizantes, tanto en Barbados, como en Stanton, en Stamford o en Arensburg, sigue siendo un misterio insoluble. Muchos fueron los que intentaron dar una explicación plausible al fenómeno, sin que ninguna de ellas, como hemos indicado antes, resultara consistente. En cuanto a Barbados, se sabe que el lugar se encuentra rodeado por un cinturón sísmico que posiblemente fuera el causante del movimiento de los ataúdes, pero también se sabe que en esas fechas no se registró presencia sísmica en la zona y que, de haber sido así, todos los ataúdes del cementerio se hubiesen movido y no sólo los del panteón familiar de los Chase. Corrientes subterráneas e inundaciones, fueron otras de las teorías barajadas. Pero la bóveda de Oistin, estaba por encima del nivel del terreno y su estructura era estanca; lo mismo ocurría en Stanton, Stamford y Arensburg.


George Hunte, autor de “Barbados”, un libro en el que se trata del misterio de los ataúdes, ofreció una teoría que intentaba explicar el suceso: “El gas de unos cuerpos en descomposición, y no espíritus malignos, fue responsable de las violentas separaciones y del desorden que desbarató el trabajo de los enterradores”. Aunque esta hipótesis parecía, en parte, solucionar el problema, nadie se preguntó cómo era posible que unos simples gases de procedencia humana podían mover unos féretros recubiertos de pesado plomo, de los que cuatro hombres apenas eran capaces de mover.
El misterio siguió y seguirá, me temo, sin solución, para el resto de la vida. Todas las hipótesis vertidas en el asunto, con la intención de explicarlo, han fracasado irremediablemente. Sólo cabe, pues, buscar su origen en otro lugar quizás no tan humano. Ante enigmas como este, uno se siente tentado en pensar en influencias del Más Allá, o en una capacidad psíquica desconocida hasta el momento, capaces de mover objetos pesados y ocultos con la simple fuerza de la mente. Es posible que, por razones fuera de toda lógica, los asistentes a aquellos sepelios, utilizaran sin saberlo una capacidad mental extraordinaria e inconsciente, causantes de ese deslizamiento sin sentido de los ataúdes; esto, reforzado con la convicción, el miedo y el deseo de los que se agregaban para encontrarse con el fenómeno, pudo potenciar aún más el suceso, hasta que, simplemente, se suprimía trasladando los féretros a otros lugares, acabando así con la tentación involuntaria de los eventuales psíquicos. Sin embargo esto no deja de ser una teoría más, tan válida o inválida como las anteriores, que en ningún caso clarifica contundentemente el suceso. El misterio de los ataúdes deslizantes, es, y seguirá siendo, un asunto para los hechos insólitos, y patrimonio del acervo popular.

FUENTE: http://www.mundoparanormal.com/

jueves, 26 de agosto de 2010

TIPOS DE FANTASMAS

TIPOS DE FANTASMAS


Desde que el hombre se considera como tal ha respetado a sus antepasados muertos, les ha llegado a rendir culto y a contactar con ellos para pedir consejo o ayuda. La mayoría de las tribus norteamericanas consideran sagrada la tierra de sus antepasados, la religión del antiguo Egipto estaba centrada en el tema de la muerte, incluso algunas culturas enterraban a sus parientes en la pared de su casa para que les resguardara. Muy pocas sociedades no realizan ceremonias funerarias, generalmente para mantener al fallecido contento en cualquier sentido, y evitar que no pueda llegar al otro mundo o que regrese.

Actualmente estamos algo más acostumbrados a escuchar historias sobre todo tipo de fenómenos paranormales, aunque aquellos que las viven no los terminan de olvidar. Hay manifestaciones de muchas clases, ya nadie creería en un fantasma ataviado con una sábana y unas cadenas. Estos suelen revelarse más por sus efectos secundarios que por una visión estremecedora.


Los denominados poltergeist, por ejemplo, se caracterizan por su habilidad para irritar a los que los sufren, suelen manifestarse moviendo objetos, escondiéndolos, dejando caer cosas, volcándolas o, en casos extremos, haciéndolas flotar. Una manera de saber si un objeto ha sido manejado por un fantasma es que suele estar caliente. El doctor Hans Bender logró rodar casi un minuto de película de un efecto poltergeist real ocurrido en Alemania, donde se ven volar y desplazarse objetos.

Otras entidades se manifiestan de maneras menos escandalosas, aunque no menos preocupantes, como en el caso de las caras de Belmez, en el que no se pudo hallar explicación a la aparición reiterada de dibujos de caras en el suelo y paredes. También son típicos los focos de frío o calor, o malos olores que aparecen sin una explicación racional y que desaparecen tan misteriosamente como llegaron, o incluso descargas eléctricas.


Por supuesto también están las apariciones de personas o cosas, generalmente en fotografías o vídeos, así como las psicofonías, en las que el/los entes se revelan "en diferido". Los mensajes suelen ser ruidos humanos (lloros, quejidos...), o una frase que se repite, aunque no faltan los mensajes dirigidos al investigador (desde consejos hasta amenazas), por eso más que aconsejar se prohibe a personas que no estén psicológicamente preparadas que realicen este tipo de prácticas. Mediante cámaras de vídeo también se han captado entidades, incluso a veces con sonido si se combina con una grabadora, ya sea en tomas realizadas por casualidad o en circuitos cerrados de televisión (enfocando la cámara a la televisión en la que se emite lo que se grava), en los que en apenas unos fotogramas entre la estática se han descubierto imágenes fijas o en movimiento de seres fallecidos. De esta manera se captó un mensaje de Constantin Raudive, padre de las psicofonías; con el vídeo se captó su imagen, y con la grabadora el siguiente mensaje:


"Un sustrato inmaterial, cualquiera que sea el nombre que le deis, principio, alma o espíritu, es una parcela de eternidad, escapa a la destrucción... (ruidos). desgraciadamente hoy la gente tiene miedo a morir, pero la muerte no es temible. La enfermedad es temible. Y lo que precede a la muerte. La muerte desemboca en una eternidad radiante, es una liberación que pone fin a nuestras tragedias"

Si lo que desea es encontrarse con un fenómeno paranormal del tipo manifestación, debe saber que los mejores sitios son los lugares antiguos como casas viejas, teatros o cementerios, teniendo siempre en cuenta el carácter privado de estos lugares y el respeto que se merecen.

La mejor hora para recoger este tipo de experiencias son las primeras de la mañana (las 8 o las 9) en las que seremos menos propensos a dejarnos llevar por la imaginación y los ruidos naturales (crujidos o dilataciones de las estructuras, animales nocturnos...).
 
Si se ve algo por el rabillo del ojo se debe evitar girarse para mirarlo directamente, ya que entonces dejaremos de verlo. Por ello debemos usar la visión periférica, dejar que el objeto se introduzca en nuestro campo de visión. Siempre es aconsejable ir acompañado, y bien equipado. Se debe llevar una cámara con luz ténue o película infrarroja si deseamos tener pruebas. Lo mejor es usar una cámara de vídeo, ya que así evitamos que una mancha en el revelado nos dé que pensar, también evitaremos así enfocarlos directamente (usando la visión periférica con la cámara). También se debe llevar un termómetro digital para registrar los cambios inusuales de temperatura. Los profesionales, entre otras cosas, disponen de un detector electromagnético que capta señales de energía no producidas por aparatos corrientes (electrodomésticos, etc.) .
 
Uno de los casos más recientes de fantasmas aparecidos en vídeo es el que aparece en la película "Tres hombres y un bebé", que no fueron hechos públicos hasta meses después de que apareciera en vídeo. Se dice que la casa en la que se rodó, un niño había sido asesinado con una escopeta.
 
En la primera imagen se ve en la ventana, del fondo una escopeta que por supuesto no estaba allí. En la segunda y tercera, también al fondo en la misma ventana, y mientras los actores realizan su trabajo en una escena de unos 20 segundos, la escopeta ha desaparecido y ahora por la ventana se asoma un niño que desde luego tampoco estaba allí.
 
Así pues, parece ser que los fantasmas existen. Hay quienes los han visto y quienes los han sufrido, y otros que no se creen ni lo uno ni lo otro.
 
VARDOGERS: LOS FANTASMAS DE LOS VIVOS
 
Últimamente la paraciencia en nuestras mentes ha quedado relegada a conceptos estancos. Ideas estándar sobre cuatro casos conocidos y un listado de temas que agolpan los posibles cálices de donde bebe el misterio y lo inexplicable. Tanto es así que si a cualquier viandante preguntásemos qué es un fantasma, al margen de que crea o no en su existencia, seguramente nos explicaría que es un ser espiritual venido del más allá para comunicarse con los vivos del más aquí. En cierta forma tendrían razón, ya que esa es la hipótesis más aceptada por el público y los investigadores de lo inexplicado, que en general han terminado relacionando las apariciones espectrales con un mundo dimensional ajeno, aunque en interacción con el nuestro. Pero existen casos y anécdotas testimoniales que versan sobre una posibilidad más amplia para redefinir los fantasmas. Algunas hablan de fantasmas de los vivos, desdoblamientos de personalidad, bilocaciones y por qué no, sosias o gemelos de la naturaleza. Tendrían razón, ya que esa es la hipótesis más aceptada por el público y los investigadores de lo inexplicado, que en general han terminado relacionando las apariciones espectrales con un mundo dimensional ajeno, aunque en interacción con el nuestro. Pero existen casos y anécdotas testimoniales que versan sobre una posibilidad más amplia para redefinir los fantasmas. Algunas hablan de fantasmas de los vivos, desdoblamientos de personalidad, bilocaciones y por qué no, sosias o gemelos de la naturaleza.

Casos excepcionales en que los ADN de ciertos seres humanos han sido creados a imagen y semejanza, tal que podrían resultar a simple vista hermanos sin guardar ninguna relación de parestensco familiar. Enigmas de la paraciencia que aunque no han sido tan estudiados por los investigadores internacionales con el mismo ahínco que otros fenómenos, no dejan de ser interesantísimos y conocidos desde antiguo. Para explicar estos prodigios surgen a su vez una serie de teorías audaces que abren las fronteras de la posibilidad incluso en temas científicos (clonaciones, dualidad, hermafroditismo, etc); a los casos de ufología en los que ciertos seres suplantan a humanos (intrusos, clones), y al propio más allá, ya que la posibilidad de que aquí suceda implica un reafirmamineto de que el hombre es algo más que una mortalidad temporal. Por supuesto que el más beneficiado de los temas es el esotérico, pues se reafirmarían las hipótesis de que el hombre es un complicado compuesto de varios cuerpos, energías, etc capaces de separarse y vivir de forma autóctona por períodos más o menos prolongados. Hablar de fantasmas de los vivos es dar posibilidad a que nuestras sombras decidan tener vida propia y salir a la vida al margen de nosotros...aunque esas sombras independientes sean vistas por pocas personas o muchas siguen siendo una manifestación a la que deberíamos dar mayor importancia dentro del estudio de lo anómalo, puesto que de encontrar respuesta abriría mucho camino a otros temas.

Vardogers: desdoblando el misterio




De todos es sabido que a estas alturas y después de muchos estudios basados en la casuística más que de la comprobación en sí, la paraciencia a logrado catalogar según su origen y forma de mostrarse a un gran número de los espectros y fantasmas que han ido enseñando su rostro a través de la historia. Así una amplia lista de vocablos lingüísticos nos muestran que el misterio es más amplio de lo que pensaron aquellas primeras personas practicantes del espiritismo en los albores del siglo XIX (época en que los médiums comenzaron a introducir un término como el ectoplasma para referirse a una extraña sustancia blanquecina, inodora y de evaporación rápida que lograban, en estados alterados de conciencia, producir y separar de su cuerpo en lo que parecía seres-fantasmas independientes o "residuos" de los mismos). Lo único que guardan en común es que ninguno de estos portentos han encontrado la explicación que los transforme en hechos tangibles y reproducibles, que es lo único que preocupa a nuestra más ortodoxa ciencia. Una ciencia que entubó para su estudio en varias ocasiones muestras. Por ejemplo, de ectoplasma, pero jamás logró definirse sobre qué era aquello. Una única constatación, por parte de los primeros estudios, hizo creer que aquella sustancia era parte del propio medium, que durante las sesiones perdían peso (en los casos en que se comprobó que si había fraude...era imposible de reconocer). Así expresiones que en antaño servían para determinar un conjunto de visiones fantasmales hoy han pasado a ser palabras que expresan un misterio con determinadas características. Tomando por ejemplo el caso de espectro y el de fantasmagoría, enfrontándolos veríamos que guardan sus relaciones y sus discrepancias. Ambos mencionan un hecho anormal, la visión por parte de un vivo de una entidad de materia e intenciones desconocidas, pero con presumible inteligencia propia. Hasta ahora, las dos han sido revisadas por los investigadores, partiendo de la premisa de que se trataran de energías materializadas, cuya procedencia estaría en un más allá determinado por el límite de la muerte humana o una dimensión anexa pero invisible a nuestro mundo físico. Las diferencias comienzan cuando el testimonio del observador empieza a introducir detalles determinantes que caracterizan la supuesta materialización de la identidad desconocida. El espectro se formaría lentamente, partiendo de un foco- origen hasta estructurarse como una forma humanoide. En todo momento, el espectro muestra conciencia, inteligencia e intención a la hora de comunicarse con el testigo. Con el que logra entablar diálogo (los espectros suelen aparecer en las sesiones mediumnísticas, aunque se les conoce como desencarnados). En el castillo de Windsor, el espectro del cazador Herne y el de sus sabuesos parece formar parte de la leyenda de la Familia Real británica. Además de monarcas, héroes y mitos religiosos también se han encontrado frente a frente con espectros. La Bíblia relata como Saúl invocó el espíritu del difunto Samuel. En muchos casos, los espectros aparecen justo en el momento antes que antecede a la muerte de una persona y se dejan ver por ellas. Por norma, son difuntos, familiares, etc...que vienen a aliviar el trauma del tránsito. La actual paraciencia estima, como en el caso del famoso Raymond Moody, que estas visiones son creadas por el propio testigo como una forma de autodefensa psíquica, un auto apoyo y una luz a la esperanza.

Fantasma, a diferencia de espectro nos hablaría de una identidad inconsciente que aparece espontánea y totalmente formada, que al margen de la presencia del testigo realiza una pequeña incursión por el "mundo real", con un fin al que no podemos acceder porque en ningún momento hace otra cosa que dejarse ver. En el condado inglés de Wilt existe una antigua mansión llamada LittleLecote. Famosa porque sus propietarios, cuidadores e investigadores de lo anómalo afirmaban haber presenciado la aparición fantasmal de una mujer con ropas humildes, correr con un niño en brazos en un intento desesperado de encontrar la salida del recinto. Y es que en 1575, William Darrell, dueño de la hacienda mandó quemar a su hijo recién nacido en la chimenea de la casa y una de las sirvientas intentó evitar la tragedia, que terminó consumándose. ¿Puede ser una explicación a lo visto?. Quizás.


Sobre los fantasmas o periespíritus hay hipótesis que cuentan que posiblemente son parte de seres que vivieron una experiencia traumática y que quedaron enganchados a ella y al lugar donde se produjo (impregnación). Sin embargo, otros analistas metapsíquicos, como es el caso de Potdmore, defienden que son las personas vivas, conocedoras de la historia, las que reproducen mentalmente la acción y el fantasma, viviendo una alucinación o abriendo una puerta temporal (xendra). Así nos encontramos con fantasmas increíbles de hechos históricos. En 1644, una gran investigación sobre una aparición en masa llevada a cabo por prestigiosos oficiales británicos persiguió las pistas de este hecho fantasmagórico de gran escala. Donde varios pastores locales observaron la repetición de la batalla que había sucedido dos años antes contra las tropas monárquicas, Oliver Cromwell contra el príncipe Rupert en la conocida batalla en Edgehill en Warwickshire, el 23 de octubre de 1962. Lo que resultó curioso, puesto en que la aparición se dejó ver el príncipe Rupert entre los soldados muertos, sólo que él estaba todavía con vida. A partir de esto se sugirió que el fenómeno, o bien era una especie de doble escenificación o un pliegue temporal, más que una masiva aparición de espectros. En la Península Ibérica, encontramos que el desfiladero de Roncesvalles (Navarra) en 778, sucede lo mismo en repetidas ocasiones. Una y otra vez, se vuelve a ver la derrota fantasmal de las tropas francesas comandadas porRoldán (Roland), sobrino de Carlomagno.

Si los hombres fabricamos espectros, aunque no sepamos cómo tendría cierto sentido las distintas formas de comportarse de los mismos. Correspondiéndose su forma de actuar con el ánimo del creador. Tal vez, los miedos, por ejemplo, serían los culpables de esas figuras monstruosas que pueblan nuestra paraciencia. Mientras que entidades luminosas aparecerían para ayudar a superar conflictos emocionales.

Casi todo el Reino Unido posee su legendario fantasma de perro negro, donde se le asocia con lo demoníaco o con la muerte. En febrero de 1885, la aldea de Devon amaneció cubierta de nieve y de pisadas de animal. Huellas que no se detenían ante obstáculos como paredes, vallas o tejados. Recorrían 160 kilómetros y que terminaban en un prado de Littleham. Se buscó la causa entre los animales conocidos, pero no se correspondían con ninguno. Se insistió en el lugar donde habían desaparecido intentando encontrar a la "bestia", pero ni los perros más cazadores quisieron entrar y huían despavoridos.


Los hombres tenemos una mágica capacidad llamada fantasía que hiperactúa cuando nuestro alrededor se nos antoja extraño. ¿Quién no ha girado la cabeza mientras caminaba solitario bajo la noche con la seguridad de que en cualquier momento saldría ese alguien que nos observaba desde su escondite?.


Ni siquiera nuestras casas, en la soledad o en la oscuridad, nos parecen lugares exentos de fantasmas. ¿Quién frente a un largo pasillo no ha sentido miedo de tener que cruzarlo o ha escuchado ruidos, silbidos o voces?. A partir de la fantasía sólo hace falta encontrar la llave que la materialice en una realidad fantasma. Las leyendas oídas, la lectura, los miedos, los deseos, nuestras necesidades individuales pueden ser partes de la clave, del código secreto. Tal vez algunos, incluso sin saberlo, la tienen en su poder.

De todas formas, tengamos en cuenta que todas las clasificaciones de fantasmas parten de la subjetividad humana de los testimonios. Y es que sin persona que afirme haber visto uno de estos seres no existiría tal fenómeno. Cuántos lugares no tendrán fantasmagorías, y sin embargo, no se sabrán hasta que alguien las observe. Lo que indicaría que los fenómenos podrían darse en mayor magnitud de lo que pensamos.

Justo después de comprobar la seriedad psíquica y personal del testigo, y habiendo desechado con anterioridad cualquier causa natural o ley científica conocida, empieza la verdadera búsqueda del misterio, que normalmente, a falta de pruebas, se limita a ser recopilada como una historia más con nombre, lugar y fecha en esa gran casuística de lo desconocido...aún.

Un caso de este tipo, donde el testigo o testimonios es vital para la existencia del mismo, lo podemos encontrar en Chile, donde un grupo de artistas que trabajan en una antigua casona, reestructurada en centro cultural, afirman que los protege el fantasma de Emilio Jequier, el arquitecto que diseñó el edificio. La casa situada en la calle de Monjitas, 619, parece haber transportado a una multitud de testigos al esplendor que el lugar tuvo a comienzos del siglo XX, cuando fue construida por la familia Puyó. Lo único que se sabe a ciencia cierta sobre este caso, es que un gran número de testigos aseguran haber escuchado voces y haber sentido presencia de alguien muy especial.


Ocurre la circunstancia de que después de revisar muchos de esos casos, los investigadores empiezan a darse cuenta de que hay piezas que no acaban de encajar. En ocasiones, los fantasmas son demasiado reales y tangibles, se comportan como tales e incluso "suplantan" personas y vidas. Lo que ha llevado a pensar que tal vez, dentro de nuestra realidad conocida, en el más aquí también se formen estas entidades. Es más, que estén vivas, perteneciendo por ende a conciencias que aún respiran. Y es que, junto a espectros de caballeros que se presentan pidiendo sepultura a los presentes del evento, encontramos los casos de personas que tras un viaje son recibidos en sus oficinas y en su familia como si jamás hubiesen estado ausentes, como si alguien les hubiese suplido eficazmente en su ausencia.


No hace falta una ouija, para que un fantasma burlón falsee una identidad y nos engañe. Ni hace falta morir, para poder comunicarse con otro ser a través del tablero...y es que al parecer los vivos podemos ser fantasmas.

Vardorgers: paraciencia, mística y esoterismo


Desde que nacemos, la sociedad y la ciencia nos hacen creer que el mundo es lo que vemos en primer plano. Un mundo en tres dimensiones. Las únicas que humanamente podemos percibir: ancho, alto y largo. Hemos creado un pensamiento en forma de cubo geométrico donde lo único posible se encuentra en su interior. Sin embargo, bastaría romper una arista para que la geometría se transmutara en otra realidad. Pero, ¿qué son esas aristas?, ¿podríamos asemejarlas con las leyes conocidas...¿espacio, tiempo, etc?. Entonces, ¿deberíamos pensar que son vértices relativos, imaginarios? (al fin de cuentas todo es puro concepto aprobado por unanimidad entre los sapiens sapiens).

Pero, hay más cosas, quizás equivocadas, que arrastramos desde nuestra más tierna infancia. Desde ese momento, en que se encargan de estructurar nuestra mente con una percepción de las cosas que no nos es innata. Entre ellas está el hacernos creer que biológicamente somos una unidad indivisible a la que llamamos persona, individuo.


Las antiguas filosofías originarias en los cuatro puntos cardinales convergen en difundir enseñanzas en las que el hombre es un todo, pero formado por otras unidades más básicas: cuerpo físico, cuerpo mental, cuerpo espiritual o astral, etc...Es decir, que somos algo así como un gran ordenador formado por un soporte físico (cuerpo) y una serie de programas (mente) que funcionan gracias a una corriente (energía astral o espíritu) y que realizan una función (karma) , pudiéndose comunicar con otros semejantes o no que se sigan el mismo sistema (conciencia). Y con pequeñas modificaciones, en una o en varias partes de nuestro ordenador, podríamos quién sabe si conectar con otros sistemas operativos (conciencias).

En el momento en que aceptamos esa percepción social de las cosas, nos consideramos educados dentro de nuestra especie. Pero, podríamos durante la transformación haber perdido una visión más cosmogónica de lo que realmente somos y de la gran realidad. No es difícil ver a un niño (menor a dos años) persiguiendo luces invisibles o sonriéndose mientras mira a un lugar vacío. Un hecho que vuelve a suceder, cuando se olvida, por motivos de enfermedad o senilidad, el concepto de universo humano aprendido. Todo esto implica, que somos animales complicados y que como tales debemos abrir la mente si algún día queremos intuir las cosas tal y como son, y no como nos la han dibujado.

Luego llegaron las religiones, que embebidas en la tradición no negaban el hecho de nuestra poliestructuración, simplemente nos enseñaron a no separarlas bajo ningún concepto. Y muchos "castigos" se encargaron de pulgar pecados de los atrevidos que pretendían practicar las posibilidades de su división. Porqué, si ya éramos rebeldes como borregos unitarios, apegados a un físico mortal, ¿en qué nos transformaríamos si pudiéramos gobernar nuestra totalidad?. A pesar de todo la historia cuenta que existieron osados que buscando o no aprendieron a dividir su mortalidad. Desde místicos hasta brujos, los fenómenos de dualidad, de desdoblamiento, de división corpórea, de duplicación, etc se fueron sucediendo. Y hoy por hoy, gracias a ellos, contamos con un nutrido diario de bilocaciones, viajes astrales, sombras vivas...

En general, no son si no referencias a un poder que aunque desconocido parecemos llevar dentro, al tiempo que nos hace protagonistas de mucho de los misterios que podrían estar dándose en nuestro mundo, sin necesidad de una mano invisible atravesando el más allá, el universo o dimensiones.

* Proyección astral, bilocación: en ambas circunstancias, el resultado es la creación de un símil humano, que actúa como fantasma en aspecto y materia, pero que depende de la voluntad de la persona que los crea. Los lamas tibetanos afirman que entre sus prácticas religiosas se hayan los conocimientos de la bilocación y la astralidad. Ambas son resultado de separar del cuerpo físico la parte invisible, pero consciente del ser. Y la diferencia estriba en que mientras en la proyección astral se crea un fantasma invisible o mínimamente perceptible para otros testigos, la bilocación consigue desarrollar un duplica del yo que parece tal real como el original. En algunos casos incluso, igual de compacto, lo cual indicaría que se ha conseguido duplicar la materia.(La ciencia-ficción nos habla de la materialización y transporte de objetos y seres de un lugar a otro -teletransportación-). La bilocación, vista de forma simple, habría conseguido lo que la ciencia lleva años intentando, autoteletransportarse a través del espacio y el tiempo, a la vez que dejarse ver juntos pues se habría desdoblado concepto temporal. (una paradoja).


Se podría citar una multitud de supuestas bilocaciones, a cual más asombrosa. En el campo de la religiosidad hallamos decenas de testimonios de este tipo pudiéndose haber bilocado: el Papa San Clemente, Santa Ludwina, San Martín de Porres, San José de Cupertino, San Francisco de Asís y un largo etcétera.

Cómo se puede ver ya no son fenomenología paranormal que se estudie desde el punto exclusivo de la fe y la creencia, sino que para su entendimiento se emplean vocablos que los más escépticos pueden emplear. Los grandes místicos que consiguieron bilocarse cómo los conocidos mártires debieron de encontrar la llave del proceso de desdoblamiento en su fe, pero no por ello el fenómeno producido deja de tener interés de estudio científico.

En todo caso lo importante es que el resultado es la creación de un fantasma capaz de moverse por este mundo.

* Dobles con voluntad propia: más sobre Vardogers...Fantasmas de los vivos o vivos pero cómo fantasmas. Caminan entre nosotros, son humanos o lo parecen, actúan con aparente normalidad hasta que alguien descubre que son fantasmas imposibles de seres vivos, o que son entidades tan semejantes a los originales que provocan confusión y jamás queda claro si son sosias, gemelos de ADN o clones de procedencia incierta. Pero qué teorías hay que nos den una explicación sobre qué son y que hacen aquí, otra inquietante cuestión es qué les relaciona a nosotros. Y por otra parte, por qué son tan numerosos sus casos que los encontramos con nombres diferentes pero idéntico proceder tanto en ufología como en paraciencia, incluso en algo tan real como crónicas de la historia diaria.

- En psicología: nos hablan de una indemostrada doble personalidad que poseen ciertos enfermos psicopáticos, en los que el cuerpo biológico es compartido por varias personalidades independientes, que se alternan para coexistir. Incluso pueden, pese a compartir humano, desconocerse la una de las otras. Y determinar cual es la real y cual la enfermiza es imposible debido a la complicación de conciencia y consciencia de la que ciertamente los facultativos se saben desconocedores, así como tampoco distinguen sus límites.

- En genética: no se niega la posibilidad de repetición natural de un mismo esquema genético, aunque no contemplan ningún caso histórico con pruebas suficientes que lo demuestren. En todo caso esto induce a pensar que ahí fuera pudiera haber en la actualidad o en un pasado un ser normal e independiente a nosotros que es un yo clónico nuestro. Las sosias aunque en un caso lejano servirían para ejemplificar esta posibilidad. En la actualidad y con los recientes avances de lectura del genoma humano que ha dado como resultado la clonación inducida en laboratorio, la hipótesis de gemelos de naturaleza cobra mayor veracidad. Incluso quién nos dice que algún listillo sabiéndose sosia no haya provocado alguno de los más renombrados casos de suplantación de personalidad, en el cual haya sacado además de morbo algún beneficio del tipo que fuere. Gill Smith trabajaba todas las semanas en su rancho de Arizona, hasta que decidió irse a una planta petrolífera en 1987, donde estuvo tres años. Al volver encontró que nadie le hablaba de su ausencia. Cuando extrañado preguntó a sus convecinos, estos le sonrieron y le dijeron que ya lo sabían pero que como sólo había estado una semana fuera, tampoco era para tanto. Su rancho estaba arado en parte y la otra prevista para la cosecha. Alguien le había hecho el trabajo. Todos afirmaron que Gill estaba "raro", pero no tenían duda de que él mismo había vivido allí durante ese tiempo. Imposible porque él tenía papeles de pagos y otras pruebas que atestiguaban su ausencia y el trabajo en la plataforma petrolífera. ¿Quién vivió en el rancho aquellos tres largos años entonces?.

Otro curioso caso de "sosía" lo encontramos en Uruguay, donde en el mes de diciembre de 1999, Washington Gómez denunció a la policía que se sentía perseguido. Y es que Gómez era "clavado" físicamente al más que buscado Lino Oviedo. Provocando la presencia de Gómez un gran revuelo días antes en un almacén al haber estado confundido por el ex-militar e incluso algunas notas de prensa afirmaron que Oviedo estaba en Uruguay.

- En lo esotérico: el caso de los dobles de los vivos se nos explica por varias teorías la cual más curiosa, pero todas ellas tan fascinantes como posibles:

Almas gemelas, que terminan unidas eternamente y en excepciones mientras una vive la otra se encuentra en otro lugar al margen de nuestra realidad, pero su lazo de unión con su mitad la hace entrar en contacto con nuestra realidad lo que la mantiene semi-viva. Y es totalmente real y física para su gemelidad.

Almas incompletas o inadaptadas, aceptando la posibilidad de nuestra inmortalidad volvemos a buscar la explicación en los espíritus. Antiguas filosofías latinas hablan de mortales cuyo físico no encerraba del todo su alma, es decir la adaptación no era completa. Esto permitía que parte del espíritu de ese humano viviera fuera de él y a veces sin que el dominante, que era el que estaba manipulando el cuerpo, lo supiera. La parte marginal y libre actuaba independientemente... como una sombra viva con total libertad y personalidad.
Criptozoología, formamos parte del reino de los animales y como tales nos atenemos a sus virtudes, defectos y leyes. Si nos fijamos, la selva de la vida y la supervivencia a dotado a seres con la capacidad camaleónica de imitar a animales más fuertes. Es el caso de algunas serpientes comunes que presentan rasgos de las terribles y venenosas corales. Los camaleones y otras bestias se camuflan entre la naturaleza haciéndose visibles únicamente cuando lo quieres. Y si los hombres tuviéramos imitadores. ¿Quién sabe si esos fantasmas de vivos que se dejan ver en ocasiones, no son otra cosa que imitaciones de individuos a los que habrían seleccionado por su propia supervivencia?. En cualquier caso estos imitadores serían una especie desconocida pero viva.
- En Ufología: miles de casos en los que se basa el estudio de nuestra actual ufología dejan ver la existencia de distintos tipos de seres entre los que está en boga imitarnos, suplantarnos o clonarnos... infiltrarse en nuestra sociedad es mucho más fácil si son uno de nosotros. Se cuentan que las abducciones (en el caso de estar realizadas por extraterrestres, podrían perseguir la manipulación genética de nuestra especie, persiguiendo parecerse a nosotros o adquirir remedios a sus enfermedades cósmicas degenerativas. Algo no tan descabella porque si los grises descritos por Strieber existiesen, debemos de aceptar que tanto por sus rasgos como características guardan una gran semejanza a ciertas enfermedades desconocidas que se dan en nuestro planeta y que envejecen prematuramente a los afectados que además de pequeño tamaño comparten con estos ebes su característica macrocefalia y expresivos ojos, entre otras cosas).

Y famosos son también entre los aficionados a los ovnis casos como el de mutantes o metamórficos seres que apareciendo con forma extraña en nuestro planeta, una vez aquí se transforman en seres humanos con identidad reconocible y vivos en ocasiones.

Nuestro yo onírico. Cuando la voluntad se libera
Ocurre que todo ser humano ha vivido la experiencia de verse a si mismo en sueños. Y hacerlo de forma tal que a pesar de identificarnos con la visión, ésta nos resulta extrañamente independiente y como tal actúa, ante las circunstancias de lo soñado. No sólo en nuestros sueños creamos nuestro clónico fantasma, nuestra capacidad se amplia con la fabricación de copias de personas conocidas o no tanto. Lo que significa que en algún lugar tenemos una memoria fotográfica y un detonante psíquico, reproductor de esas imágenes adquiridas en el mundo. Que podemos proyectar de forma involuntaria, cuando la conciencia dormita o la tenemos bajo control. ¿Podría ser esta la base del sistema que crea a los fantasmas vivos?. Es decir, ¿podemos hacer reales seres de nuestra psique? o ¿logramos, en ocasiones, que otros vivos conecten con este archivo de nuestro incosciente, haciéndoles creer y creyendo que vemos fantasmas?.

LA LLORONA

La Llorona

Las tradiciones y leyendas son una parte importante de la historia y la cultura de nuestro Pais. Las leyendas son una mezcla de fantasia y realidad, narracion de hechos cuyos origenes se pierden en el tiempo y que en ocasiones son la expresion de algun pasaje de nuestra realidad historica. La gran mayoria de las leyendas mexicanas surgieron durante la epoca de la Colonia.



El antecedente mas conocido de la leyenda de la llorona tiene sus raices en la mitologia Azteca. Se cuenta que la diosa Cihuacoalt aparecia de noche como una señora vestida con ropajes blancos. Asimismo, en las cronicas de la epoca se registra que entre los presagios funestos con que se anuncio la Conquista de Mexico, una noche se oyeron voces de una mujer angustiada y con llanto que anunciaba: ¡Oh, hijos mios ya ha llegado vuestra destruccion, pues ya tenemos que irnos lejos! Y a veces decia: ¡Hijitos mios, a donde os llevare!
Con la llegada de los españoles al Continente Americano, y una vez consumada la conquista de Tenochtitlan, sede del Imperio Azteca, años mas tarde y despues de que murio Doña Marina, mejor conocida como la "Malinche", se decia que esta era la llorona, la que venia a penar del otro mundo por haber traicionado a los indios de su raza, ayudando a los extranjeros para que los sometieran.
Al paso del tiempo la leyenda continuo. Aproximadamente a mediados del siglo XVI, se cuenta que los habitantes de la Ciudad de Mexico escuchaban, a media noche y principalmente durante los dias de luna llena, tristes y prolongados gemidos lanzados por una mujer a quien sin duda le afligia una pena muy honda. Las primeras noches en que se oyeron estos lamentos, los que la escuchaban se contentaron con persignarse, pero como los lamentos se prolongaron por mucho tiempo, algunas personas decidieron cerciorarse por sus propios ojos, y a traves de las ventanas de sus casas y despues atreviendose a salir a las calles, lograron ver a una mujer vestida de blanco y con un espeso velo que le cubria el rostro, recorrer con pasos lentos muchas calles de la ciudad dormida. Se dice que cada noche recorria distintas areas, pero nunca le faltaba una: "La Plaza Mayor" hoy conocida como el Zocalo de la Capital. En este lugar daba el ultimo y angustiado lamento, continuando con pasos lentos hasta que poco a poco se desvanecia como una sombra.
El silencio de la noche, el vestido, el pausado andar de aquella mujer y, sobre todo, el penetrante y prolongado gemido, formaba un conjunto de elementos que aterrorizaban a cuantos la veian y escuchaban. Asi, ignorando quien era, de donde venia y adonde iba, se le llamo la llorona. Tal es la leyenda popular que durante mas de tres siglos quedo grabada en la memoria de los habitantes de la Ciudad de Mexico.


Esta leyenda se extendio a otros lugares del Pais, manifestandose de diversas maneras. En algunos pueblos se decia que la llorona era una joven enamorada que habia muerto en visperas de la boda y traia al novio la corona de rosas blancas que nunca utilizo. En otras partes, se creia que era una madre que venia a llorarle a sus hijos huerfanos.


Poco a poco y a traves del tiempo la vieja leyenda de la llorona ha ido borrandose del recuerdo popular, quedando solo constancia de ella en la mitologia Azteca, en las paginas de las cronicas de la Ciudad de Mexico, en los pueblos lejanos o en las mentes de las abuelitas que, recordandola, aun intentan asustar a sus nietos con las clasicas consignas: ¡Si no te portas bien o si sigues llorando, vendra la llorona por ti!

Sin embargo, con el paso de los siglos es muy probable que la enigmatica llorona sea olvidada, ya que los niños de hoy ya no se espantan con las misteriosas leyendas que tan populares fueron en el pasado de nuestro Pais.
"La llorona"


Los cuatros sacerdotes aguardaban espectantes.
Sus ojillos vivaces iban del cielo estrellado en donde señoreaba la gran luna blanca, al espejo argentino del lago de Texcoco, en donde las bandadas de patos silenciosos bajaban en busca de los gordos ajolotes.
Después confrontaban el movimiento de las constelaciones estelares para determinar la hora, con sus profundos conocimientos de la astronomía.

De pronto estalló el grito....


Era un alarido lastimoso, hiriente, sobrecogedor. Un sonido agudo como escapado de la garganta de una mujer en agonía. El grito se fue extendiendo sobre el agua, rebotando contra los montes y enroscándose en las alfardas y en los taludes de los templos, rebotó en el Gran Teocali dedicado al Dios Huitzilopochtli, que comenzara a construir Tizoc en 1481 para terminarlo Ahuizotl en 1502 si las crónicas antiguas han sido bien interpretadas y parecio quedar flotando en el maravilloso palacio del entonces Emperador Moctezuma Xocoyótzin.

-- Es Cihuacoatl! -- exclamó el más viejo de los cuatro sacerdotes que aguardaban el portento.
-- La Diosa ha salido de las aguas y bajado de la montaña para prevenirnos nuevamente --, agregó el otro interrogador de las estrellas y la noche.


Subieron al lugar más alto del templo y pudieron ver hacia el oriente una figura blanca, con el pelo peinado de tal modo que parecía llevar en la frente dos pequeños cornezuelos, arrastrando o flotando una cauda de tela tan vaporosa que jugueteaba con el fresco de la noche plenilunar.

Cuando se hubo opacado el grito y sus ecos se perdieron a lo lejos, por el rumbo del señorío de Texcocan todo quedó en silencio, sombras ominosas huyeron hacias las aguas hasta que el pavor fue roto por algo que los sacerdotes primero y después Fray Bernandino de Sahagún interpretaron de este modo:


"...Hijos míos... amados hijos del Anáhuac, vuestra destrucción está próxima...."

Venía otra sarta de lamentos igualmente dolorosos y conmovedores, para decir, cuando ya se alejaba hacia la colina que cubría las faldas de los montes:


"...A dónde iréis.... a dónde os podré llevar para que escapéis a tan funesto destino.... hijos míos, estáis a punto de perderos..."


Al oir estas palabras que más tarde comprobaron los augures, los cuatro sacerdotes estuvieron de acuerdo en que aquella fantasmal aparición que llenaba de terror a las gentes de la gran Tenochtitlán, era la misma Diosa Cihuacoatl, la deidad protectora de la raza, aquella buena madre que había heredado a los dioses para finalmentente depositar su poder y sabiduría en Tilpotoncátzin en ese tiempo poseedor de su dignidad sacerdotal.

El emperador Moctezuma Xocoyótzin se atuzó el bigote ralo que parecía escurrirle por la comisura de sus labios, se alisó con una mano la barba de pelos escasos y entrecanos y clavó sus ojillos vivaces aunque tímidos, en el viejo códice dibujado sobre la atezada superficie de amatl y que se guardaba en los archivos del imperio tal vez desde los tiempos de Itzcoatl y Tlacaelel.

El emperador Moctezuma, como todos los que no están iniciados en el conocimiento de la hierática escritura, sólo miraba con asombro los códices multicolores, hasta que los sacerdotes, después de hacer una reverencia, le interpretaron lo allí escrito.

-Señor, - le dijeron -, estos viejos anuales nos hablan de que la Diosa Cihuacoatl aparecerá según el sexto pronóstico de los agoreros, para anunciarnos la destrucción de vuestro imperio.


Dicen aquí los sabios más sabios y más antiguos que nosotros, que hombres extraños vendrán por el Oriente y sojuzgarán a tu pueblo y a ti mismo y tú y los tuyos serán de muchos lloros y grandes penas y que tu raza desaparecerá devorada y nuestros dioses humillados por otros dioses más poderosos.


- Dioses más poderosos que nuestro Dios Huitzilopochtli, y que el Gran Destructor Tezcatlipoca y que nuestros formidables dioses de la guerra y de la sangre? -- preguntó Moctezuma bajando la cabeza con temor y humildad.
- Así lo dicen los sabios y los sacerdotes más sabios y más viejos que nosotros, señor. Por eso la Diosa Cihuacoatl vaga por el anáhuac lanzando lloros y arrastrando penas, gritando para que oigan quienes sepan oír, las desdichas que han de llegar muy pronto a vuestro Imperio.

Moctezuma guardó silencio y se quedó pensativo, hundido en su gran trono de alabastro y esmeraldas; entonces los cuatro sacerdotes volvieron a doblar los pasmosos códices y se retiraron también en silencio, para ir a depositar de nuevo en los archivos imperiales, aquello que dejaron escrito los más sabios y más viejos.

Por eso desde los tiempos de Chimalpopoca, Itzcoatl, Moctezuma, Ilhuicamina, Axayácatl, Tizoc y Ahuizotl, el fantasmal augur vagaba por entre los lagos y templos del Anáhuac, pregonando lo que iba a ocurrir a la entonces raza poderosa y avasalladora.

Al llegar los españoles e iniciada la conquista, según cuentan los cronistas de la época, una mujer igualmente vestida de blanco y con las negras crines de su pelo tremolando al viento de la noche, aparecía por el Sudoeste de la Capital de la Nueva España y tomando rumbo hacia el Oriente, cruzaba calles y plazuelas como al impulso del viento, deteniéndose ante las cruces, templos y cementerios y las imágenes iluminadas por lámparas votivas en pétreas ornacinas, para lanzar ese grito lastimero que hería el alma.

-Aaaaaaaaaay mis hijos.... Aaaaaaaaay aaaaaaaaaaay!-

El lamento se repetía tantas veces como horas tenía la noche la madrugada en que la dama de vestiduras vaporosas jugueteando al viento, se detenía en la Plaza Mayor y mirando hacia la Catedral musitaba una larga y doliente oración, para volver a levantarse, lanzar de nuevo su lamento y desaparecer sobre el lago, que entonces llegaba hasta las goteras de la Ciudad y cerca de la traza.


Jamás hubo valiente que osara interrogarla. Todos convinieron en que se trataba de un fantasma errabundo que penaba por un desdichado amor, bifurcando en mil historias los motivos de esta aparición que se transplantó a la época colonial.

Los románticos dijeron que era una pobre mujer engañada, otros que una amante abandonada con hijos, hubo que bordaron la consabida trama de un noble que engaña y que abandona a una hermosa mujer sin linaje.


Lo cierto es que desde entonces se le bautizó como "La llorona", debido al desgarrador lamento que lanzaba por las calles de la Capital de Nueva España y que por muchos lustros constituyó el más grande temor callejero, pues toda la gente evitaba salir de su casa y menos recorrer las penumbrosas callejas coloniales cuando ya se había dado el toque de queda.


Muchos se quedaron locos y jamás olvidaron la horrible visión de "La llorona" hombres y mujeres "se iban de las aguas" y cientos y cientos enfermaron de espanto.


Poco a poco y al paso de los años, la leyenda de La Llorona, rebautizada con otros nombres, según la región en donde se aseguraba que era vista, fue tomando otras nacionalidades y su presencia se detectó en el Sur de nuestra insólita América en donde se asegura que todavía aparece fantasmal, enfundada en su traje vaporoso, lanzando al aire su terrorífico alarido, vadeando ríos, cruzando arroyos, subiendo colinas y vagando por cimas y montañas.

La verdadera historia de Drácula

La verdadera historia de Drácula

Por Pili Abeijon


El escritor irlandés Bram Stoker publicaba hace unos 100 años la curiosa novela Drácula, que iba a dar origen a uno de los mitos más difundidos de nuestro tiempo. El novelista se había inspirado en antiguas leyendas rusas y centroeuropeas, basándose sobre todo en un personaje histórico real, el príncipe Vlad Tepes.

"El Empalador", como se le conoce en Rumania, fue uno de los príncipes de ese país que por sus hazañas y su personalidad fuera de lo corriente, llamó de manera muy especial la atención, no sólo de sus contemporáneos sino también en la historia y literatura actuales.


Para algunos historiadores fue un heroico defensor de la independencia de su país y del cristianismo, mientras que para otros se trataba de un caso patológico, el de un hombre que atormentaba y mataba por puro placer.

Vlad Tepes fue uno de los tres hijos legítimos de Vlad "el Diablo", príncipe de Valaquia (antiguo principiado danubiano, que formó con Moldavia el resto de Rumania).

El viejo Vlad se ganó de forma sobradamente merecida el mote de "Dracul" (Diablo) por su crueldad, que heredaría su hijo posteriormente. El nombre Drácula tiene sus orígenes en la Orden del Dragón, que fue concedida al padre de Vlad por Segismundo, el Sacro Emperador Romano, en el castillo de Nuremberg en el año 1431.


(La insignia de la Orden del Dragón era una serpiente alada, que también es un símbolo muy usado para representar al Diablo tanto en el folclore como en el arte rumano.)
Se desconoce la fecha de nacimiento de Vlad Tepes (hijo), aunque se estima que pudo haber acontecido sobre 1428, en la ciudad de Sighisoara, Transilvania. (La mansión de su padre se ha conservado hasta nuestros días).


Su apodo, por el que más se le conoce, en realidad es el de Draculea, puesto que en rumano la terminación "ulea" significa "hijo de", por lo que podríamos traducirlo como "Hijo del Diablo".
Reinó como príncipe de Velaquia en 1448 y de 1456 hasta 1462, y finalmente en 1476, el año de su muerte.

El pueblo le apodó también "Tepes" (Empalador), por ser la clase de pena capital que aplicaba con extrema prodigalidad.

En aquellos tiempos el trono de Velaquia estaba amenazado desde el exterior por turcos y húngaros, y en el interior por nobles ávidos de poder, que luchaban entre sí con bestial ferocidad.


La infancia de Vlad fue muy difícil. Fue educado como cristiano en Transilvania, pero su padre le dejó como rehén entre los turcos cuando sólo tenía trece años, viéndose rodeado de gente con un lenguaje, unas costumbres, y una religión que no comprendía. Los padres de Vlad volvieron a Rumania dejándolo en Turquía a modo de promesa de que no les atacaría. Estuvo prisionero allí desde 1444 hasta 1448, cuando le llegó la noticia de que su padre había violado la promesa hecha al sultán turco, lo que significaba que estaba poniéndolo en peligro de muerte. Finalmente el sultán decidió no matarle, pero sí utilizarlo como peón en sus planes y negociaciones diplomáticas.


Vlad Drácula acabó consiguiendo hacerse con el poder en el sur de Rumania gracias al apoyo de los turcos en 1456, y gobernó hasta 1462. En ese tiempo se las arregló para matar a unas cien mil personas, y considerando que por aquel entonces toda la población del reino sólo ascendía a quinientas mil personas, no cabe duda de que fue uno de los peores asesinos de toda la historia.


Incluso después de 1462, cuando se encontraba prisionero en una celda de Budapest por orden del rey húngaro Matías, se dedicaba a capturar ratones a los que torturaba y empalaba en palos. También sobornó a algún carcelero para que le comprasen pájaros en el mercado y se los trajeran, después de lo cual les arrancaba las plumas y se divertía mirando como revoloteaban frenéticamente para intentar remontar el vuelo. Cuando se hartaba de ellos, los empalaba.


En 1476, Matías volvió a colocar a Tepes en el trono de Rumania. Durante una batalla con los turcos que tuvo lugar a finales de ese año, éstos le sorprendieron desprevenido y con una tropa de tan sólo 200 hombres, y una emboscada acabó con su vida, siendo decapitado posteriormente. Su cabeza fue enviada a Estambul y exhibida públicamente a modo de escarnio.


Una de las historias que se cuentan sobre Drácula era que tenía por costumbre cenar rodeado de muertos y agonizantes. El príncipe disfrutaba mojando su pan en la sangre de sus víctimas, que recogía en cuencos para tenerla disponible en su mesa. Después se comía el pan ensangrentado.

En una ocasión, unos embajadores extranjeros fueron a visitarle y no se quitaron el sombrero delante de él, entonces Tepes furioso ordenó que a sus criados que les unieran los sombreros a la cabeza con clavos.


También destacaba por su sentido del humor extremadamente macabro, pues en cierta ocasión mientras cenaba con un noble, entre sus víctimas empaladas, éste no podía soportar el olor de los cuerpos en descomposición y se tapó la nariz con la mano. A Tepes le pareció una falta de educación imperdonable, y ordenó que lo empalasen en una estaca muy alta, con lo que el invitado quedó clavado en la estaca muy por encima de las otras víctimas, diciéndole: "Muy bien, tu problema está resuelto, ahora estás suspendido entre las brisas más frescas y limpias ya que no tienes que soportar la pestilencia de estos cadáveres que se pudren aquí abajo..."


Fue un acérrimo defensor de la ley y el orden, y durante su reinado nadie osaba robar, por que fuese cual fuese el grado del delito, Tepes los castigaba a todos por igual con la pena de empalamiento. Su razonamiento era que si se permitía que los pequeños delitos quedaran impunes la gente poco a poco se iría animando a cometer crímenes más serios.


Nota de la autora:

El empalamiento era todo un arte de la tortura, por aquel entonces, y consistía en atravesar a una persona con una estaca. Se le podía clavar la estaca por el pecho o incluso introducirla por la boca, pero el método más corriente era colocar a la víctima en el suelo con los miembros extendidos al máximo y atar un caballo a cada pie. Después se preparaba una gigantesca estaca o poste lo bastante sólido para sostener el peso de esa persona, y se le redondeaba la punta, pues si la punta estaba afilada, la víctima moría rápidamente. La estaca era untada en aceite para poder ser insertada fácilmente en el ano de la víctima. Los caballos avanzaban lentamente mientras se iba insertando la estaca, y cuando ésta había quedado asegurada dentro del cuerpo, se cortaban las cuerdas de los caballos. Después, el infortunado era levantado junto con la estaca, y se iba hundiendo gradualmente en ella muriendo poco a poco.


DRACULA


Aún hoy, todavía existen discrepancias sobre si en verdad existieron (y existen) personas que chupan la sangre a sus víctimas para sobrevivir. Según los expertos, a un humano de nada le vale chupar sangre, ya que su estómago no puede digerirla y lo más probable es que la expulse mediante el vómito. Si esto es así, ¿de dónde viene la creencia de que bebiendo sangre se alcanza la inmortalidad?

Antiguamente, los hemofílicos (enfermos con falta crónica de hemoglobina) han intentado inútilmente beber sangre para curar su mal y para ello no han dudado en matar carneros nonatos, niños recién nacidos y, sobretodo, doncellas vírgenes. Detrás de ello no siempre estaba el deseo de ver curada su enfermedad, sino que en la mayoría de las ocasiones era una excusa para la venganza o la orgía sexual.


Pero no será hasta el siglo XV en que un siniestro personaje llamado Vlad Tsepech Drácula, príncipe de la rumana Valaquia, decide pasar a la historia como el primer vampiro humano de prestigio. Descendiente de la estirpe "Draco", los dragones de la guerra, traducción latina de "Drácula", este victorioso señor no tiene piedad con sus enemigos y en venganza porque los turcos le hicieron prisionero cuando era joven y se vio en la obligación de comer ratas para sobrevivir, cuando consiguió la victoria llegó a empalar hasta 100.000 prisioneros, a los cuales situó delante de su castillo. Además, para que su obra no fuera olvidada jamás, organizó banquetes multitudinarios delante de su macabra exposición.

Cuando murió, sus enemigos le cortaron la cabeza y le enterraron así en dos tumbas para evitar que volviera del otro mundo para vengarse. De poco les sirvió, ya que unos años después sus tumbas aparecieron abiertas y sin restos del tirano. Desde entonces, el vampiro sale todas las noches por tierras de Rumania y sacia su sed de sangre con mujeres y niños indefensos.

Un siglo después nace una aristócrata húngara llamada Elizabeth Bathory, la cual tiene un hijo ilegítimo a los catorce años y para evitar la deshonra se casa con un noble y se va a vivir al castillo de Csejthe. Pero como la cabra siempre tira al monte y solamente es cuestión de dejarla en libertad, cuando su marido se iba a la guerra esta mujer se dedicaba a mantener relaciones sexuales con mujeres, personajes sombríos y cuantos brujos conocía. No satisfecha con ello, torturaba de mil maneras a las mujeres de su servidumbre, especialmente a las más guapas, y cuando empezó a notar las primeras arrugas en su rostro las mataba después de hacer el amor con ellas y utilizaba su sangre aún caliente como agua de baño. Cuando fue descubierta, su marido contribuyó a ello, la emparedaron viva en una de las habitaciones del castillo y hay quien dice que sus gritos de dolor y venganza se siguen oyendo desde entonces.


Y así, la figura del vampiro decae en la mente de las gentes hasta que la literatura la rescata tres siglos después, pero ahora, afortunadamente en personajes literarios. William Polidori, un escritor amigo de Lord Byron y la célebre Mary Shelley, escribe "El vampiro" la misma noche en que Mary esboza la historia de "Frankenstein". Corría el año 1819 y un vampiro literario llamado Lord Ruthven llega al New Monthy Magazine, pero la novela es casi un fracaso absoluto, hasta el punto en que su creador murió pobre y sin prestigio alguno, al menos en vida.

El tiempo hace justicia a quien se lo merece, casi siempre tarde, y años después el mismísimo Alejandro Dumas lleva esta desconocida obra al teatro con gran éxito. Hay quien asegura, no obstante, que otros autores como Burger y el alemán Goethe habían tocado ya el tema del vampirismo en obras como "Eleonora" y "La novia de Corinto".

Otros escritores que se apuntaron al tema de los chupadores de sangre (quizás una metáfora contra los aristócratas de entonces), fueron Thomas Preskett con "Varney" y Joseph Sheridan con "Carmilla", personaje tenebroso que el cine revivió muchos años después en dos películas.