viernes, 16 de enero de 2015

El Cristo del Santo Entierro del Ex-convento. (Taxco, Guerrero)


El Ex-convento de San Bernardino de Siena fue fundado al cuidado de Fray Francisco de Torantos y tomó su patronato Antonio Verru Bravo, quien no pudo terminarlo por falta de dinero, lo que se logró con limosnas que para el efecto recolectaron Fray Diego de San Pedro, Fray Francisco de Virello y Fray Francisco de Torantos, el cual era el padre prior de dicho Convento y en cuyo priorato se suscitó el hecho tan extraño de la misteriosa llegada de la imagen del Cristo del Santo Entierro a ese Convento.

Dice la leyenda que en una noche clara y cálida de la estación primaveral, cuando los Frailes dormían tranquilamente después de un día de arduas labores, interrumpió de repente la quietud de la noche una serie de golpes dados con suma desesperación en la puerta del Convento, al punto que levantándose presurosos los Frailes creyendo que se trataba de un caso de importancia, como que algún fiel necesitara de ellos; pero cuál sería su sorpresa al abrir la puerta cuando no encontraron persona alguna y sólo estaba una mula que cargaba un voluminoso bulto.


Trataron de encontrar al dueño creyéndolo en las cercanías, pero al no encontrarlo, decidieron albergar por esa noche a la mula de tan extraña procedencia.
Después de introducir a la mula al patio del Convento (hoy escuela Juan Ruiz de Alarcón.) Se retiraron nuevamente a su tranquilo reposo en espera que al día siguiente se presentara el dueño a reclamar su animal y su pesado bulto. A la mañana siguiente, el hermano portero decidió llevar un poco de alfalfa y agua a la mula, pero mayor fue su asombro al encontrarse con que el animal había desaparecido, al instante corrió a dar aviso al padre superior, mismo que fue a verificar si el bulto también hubiese desaparecido, pero ante la expectación de todos, el bulto ahí estaba.
Al pasar algunos días, ninguna persona se presentaba a buscarlo y los Frailes impacientes decidieron abrirlo para investigar su contenido, cuidadosamente fue abierto, una gran sorpresa se llevaron al ver que el empaque guardaba un crucifijo, una bella escultura con goznes que le permitían mover los brazos, hombros, rodillas y cuello.


Otro aspecto milagroso de este acontecimiento fue que sólo faltaban siete días para la celebración de la Semana Santa, y esta imagen sirvió a los Frailes para la celebración de la Crucifixión y Santo Entierro. Se hizo una investigación para saber si alguna caravana había pasado por ese lugar, y que la mula con esta escultura se hubiera desviado, pero no se encontró ninguna cerca, por lo que la procedencia del animal, aún está en él misterio.
Esta imagen es actualmente muy venerada por el pueblo taxqueño, y se encuentra en el sitio en donde llegó: el Convento de San Bernardino. Y en nuestros días, al morir la tarde de los tristes Viernes Santos, esta preciosa imagen de Cristo es sacada en Procesión por el pueblo devoto y creyente de Taxco. Esta procesión del Santo Entierro, es una de las más impresionantes de las que se efectúan en las torcidas calles del Taxco colonial.


El Cristo del Santo Entierro es colocado en una hermosa urna que donó la anciana devota Doña Félix Ramos (viuda de Gutiérrez) y va en hombros de doce personas vestidas de negro y descalzas, pertenecientes a su cofradía. Por el decir de estos cargadores del Santo Entierro, terminan cansadísimos y muy fatigados por el peso.


Este convento desempeñó durante el periodo de la independencia de México una gran misión histórica, ya que en el interior de su recinto se celebraron las juntas preliminares tendientes a obtener la Independencia de Nuestra Patria, tomando parte muy activa el guardián del mismo Convento, fray Agustín de León de Leal y los demás frailes que estaban bajo su custodia. Estando en este convento, el general realista don Agustín de Iturbide y fray Agustín de León de Leal quien persuadió al general a deponer su actitud ante la causa de la Independencia de la Nueva España; ante la lucha que sostenía el general Vicente Guerrero Saldaña dando por resultado el famoso Abrazo de Acatempan entre ambos generales. Este pacto fue el 10 de enero de 1821. Con este hecho se dio por terminada la lucha bélica, dando a México un gobierno independiente.


En uno de los muros exteriores del templo existe grabada una placa relativa a este hecho y que el H. Ayuntamiento de 1921 mandó colocar. El lugar y la construcción del Convento son de estilo colonial y fue fundado por los padres Dieguinos quienes llegaron a México en 1580.

Basada en las Leyendas populares de Taxco así como de los Relatos escritos por el ya fallecido profesor Sinesio R. Moctezuma.

Visita: www.taxcolandia.com

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