martes, 19 de enero de 2016

Aviones Fantasma


Nuestros cielos en el planeta tierra siguen removiéndose cada día y cediéndonos de nuevo historias llenas de intriga y misterio, muchas sin solución. Ya hemos hablado muchas veces de espectros en el aire, pero este tipo de testimonios e historias no dejan de sorprendernos con datos y testimonios nuevos. Hoy vamos a tocar un fenómeno que comprende a los accidentes de “aviones fantasma”. Viajamos a un posible escenario donde es común que testigos varios afirmen haber visto un avión a punto de estrellarse o incluso aeronaves en vuelo en llamas.

Según los informes, se escucha perfectamente el impacto del avión en algún punto del terreno cercano a los ojos de los testigos que declaran y descubren este tipo de casos. Además de sentir el temblor en la tierra debido al impacto de la aeronave cuando se produce el accidente, los testigos también han informado en muchas ocasiones ver el humo y las llamas procedentes de tales sucesos. Otros incluso afirman haber podido oler el combustible derramado por los tanques de fuel de esos misteriosos aviones.


Hay muchas teorías que podrían dar algunas respuestas a este tipo de apariciones inexplicables en nuestros cielos. Algunos expertos creen que se tratan de vórtices o puertas espacio-temporales que, de algún modo y en un momento dado, establecen una conexión entre dos puntos o dos lugares permitiendo la entrada de objetos (ya sean aviones, barcos o incluso personas) a nuestro tiempo. Otros expertos en este tipo de investigaciones afirman que es la propia energía residual de algunos sucesos y acontecimientos (como accidentes o catástrofes de diversos tipos) que ocurrieron algún tiempo atrás y de alguna forma queda en el ambiente ese remanente de esa energía que han bautizado como energía residual. Lo que tenemos muy claro es que ocurren realmente y hay muchos testimonios que así lo verifican y demuestran.

Hoy volamos hacia uno de esos sucesos en concreto. Fue uno de los primeros registros que hubo sobre accidentes de estos “aviones fantasma”. Ponemos rumbo en nuestra brújula del tiempo hacia un 18 de Noviembre del año 1955. Según los documentos que están escritos y guardados en diversos archivos, se habla en este caso de unos cuantos grupos numerosos de búsqueda y rescate peinando la región montañosa de Dark Hollow en Pensilvania, EEUU. Se procedió a la búsqueda de un avión que se creía que se había podido accidentar, según las llamadas de diversos testigos de la zona que así lo afirmaban. La búsqueda se inició después de que un hombre llamado Dale Murphy, que era el Coordinador de la Defensa Civil del Condado de Cumberland, EEUU, informara haber recibido comunicaciones de, al menos, 10 miembros del Gobierno Colombiano, los cuales afirmaban haber escuchado y haber visto un avión con muchos problemas volando a unos 1000 pies de altitud, unos 300 metros.


Uno de los testigos dijo que vio una gran silueta o figura detrás de una colina, y que luego se oyó de inmediato algo así como una grandísima explosión a causa de algún tipo de impacto contra el terreno. Sin embargo, los diversos organismos y estamentos del control aéreo de aquella zona, no informaron en ningún momento de ningún avión perdido o ninguna aeronave volando con problemas. Sencillamente no tenían constancia de ningún tipo de emergencia en ninguna aeronave en el aire.

Inmediatamente, diversos aviones de búsqueda y rescate fueron enviados a la zona que marcaron los testigos, partiendo desde la base militar de las fuerzas aéreas de Westover, en Massachusetts (EEUU). Despegaron de emergencia para ayudar a los equipos de tierra en la búsqueda de los restos de la supuesta aeronave divisada y estrellada. Se le solicitó a las tripulaciones de los aviones de búsqueda y rescate que investigaran, en concreto, un profundo barranco cercano después de que se informara de la misteriosa aparición en el cielo de 2 bengalas lanzadas al aire en aquel punto. La búsqueda fue realizada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, por la Patrulla Aérea Civil de los Estados Unidos y por cerca de 300 personas a pie, entre los que se encontraban bomberos, policías, trabajadores de defensa civil y voluntarios de zonas cercanas. La búsqueda acabó sin ningún tipo de éxito y sin ningún rastro del supuesto avión accidentado. Pero varios días después de aquella intensa investigación, volvió a verse exactamente el mismo tipo de avistamiento de aquella supuesta aeronave fantasma.


En concreto 2 días después, el día 20 de Noviembre de 1955, se notificaron bengalas amarillas en el aire a las 01:30 horas de la noche. A las 18:00 horas, llegaron rápidamente de nuevo los equipos de rescate a la zona de la región donde se produjo el nuevo avistamiento, pero fueron totalmente incapaces de ver nada anormal e inusual en aquel lugar. De nuevo no existía ningún tipo de restos derivados de un posible accidente aéreo, ningún superviviente de aquella posible aeronave y ninguna prueba de que ningún objeto impactara contra el terreno. El día 22 de Noviembre, 2 días después, se suspendieron definitivamente todas las búsquedas en el lugar. Aquel supuesto “avión fantasma” se convirtió en una leyenda del lugar.

Pero curiosamente, un año después en 1956, tres mujeres dijeron haber visto en la región de Ovando, en Montana, una estela de humo procedente de un avión en vuelo, y dijeron también que pudieron llegar a ver muy claramente como algunas personas se tiraban en paracaídas de aquel avión que todavía volaba. Las mujeres consiguieron informar a las autoridades locales del claro accidente de avión que acaban de presenciar, así como del hecho de que habían conseguido ver saltar a varios supervivientes de la aeronave en problemas en paracaídas. El Sheriff de la zona, un hombre llamado Ed Barrow, junto a un diputado y a pesar de las bajas temperaturas que azotaban aquella región, montaron ellos mismos una operación de búsqueda y rescate por tierra y por aire junto con más medios que fueron llegando para colaborar, pero nunca llegaron a encontrar absolutamente nada, ni restos ni supervivientes.


2 días después de aquel “incidente misterioso”, se produjo un nuevo avistamiento del supuesto “avión fantasma”, cuando una persona bastante joven que vivía cerca de la región de Ovando, informó a las autoridades locales de una explosión en una colina cerca de su casa. Este testigo describió aquel suceso como una gran explosión seguida de muchísimas llamas. Pero, en este caso, lo más sorprendente del hecho era que la hora y la ubicación exacta del incendio coincidían a la perfección y milimétricamente con el testimonio dado anteriormente por las 3 mujeres que fueron testigos presenciales de aquella aparición del misterioso avión.

Trabajadores de los organismos y administraciones locales, autoridades civiles y autoridades aéreas, informaron que en ningún momento hubo ningún tipo ni clase de avión militar, ningún tipo de avión comercial de transporte aéreo civil o privado desaparecido o accidentado en aquella zona. Seguía sin constar ningún aviso de emergencia en vuelo, ninguna llamada de SOS de ningún piloto, ningún MAYDAY de ninguna tripulación en vuelo que emitieran a través de la  radio, nada absolutamente. El día 18 de Febrero de 1956, Carl Schirmer, que era el Coordinador del Equipo de Búsqueda y Rescate de Montana, afirmó y declaró que definitivamente no podían resolver el misterio de este  caso, no tenían respuesta para las apariciones presenciadas por los distintos testigos. Sencillamente no había respuesta que aclarase nada.


Años después, en el año 1976, un periódico estadounidense publicaba la declaración en rueda de prensa de un miembro de un cuerpo de búsqueda y rescate, que decía lo siguiente:

“ – En el Condado de Butler, Ohio, las autoridades hemos interrumpido ayer por la tarde la búsqueda de un supuesto avión accidentado, que al parecer se habría estrellado en el municipio cercano de Reily, cerca de Indian Creek, en la noche del miércoles.”

Este suceso, que volvía a poner en la palestra a otra supuesta aeronave con problemas, accidentada y que nunca se llegó a encontrar, comenzaba cuando un operador de radio aficionado escuchó una llamada de auxilio procedente de un avión en vuelo que cubría la ruta desde Oxford a Cincinnati a las 23:00 horas de aquella noche. A esa misma hora, unos cazadores que se encontraban en aquella zona precisamente, afirmaron con total rotundidad haber visto un destello blanco en el cielo, justamente sobre los árboles que tenían delante, para luego escuchar un fuerte impacto contra el terreno seguido de multitud de gritos desesperados de personas.

Ningún aeropuerto de la región de Hamilton y del condado de Butler (que eran los más cercanos a la zona del supuesto accidente) tenía constancia de ninguna aeronave que tuviera un plan de vuelo activado durante aquellas horas de la noche. No había tráficos notificados en ruta y no había aeronaves comerciales que cubrieran aquella noche aquel trayecto. Las autoridades americanas buscaron por tierra y por aire el supuesto avión accidentado y a los posibles supervivientes, pero lo hicieron solamente hasta que de repente una extrañísima “niebla totalmente anómala en el lugar y repentina” les impidió seguir con las operaciones de búsqueda y rescate. A la mañana siguiente continuaron la búsqueda pero absolutamente sin ningún tipo de éxito. Nadie pudo encontrar ningún avión accidentado, ningún resto de fuselaje ni ningún cuerpo. Una vez más un “avión fantasma” había entrado en escena.


Ahora volamos a tiempos más actuales, enfilamos rumbo en el tiempo al año 1997. Los habitantes del condado de Westbrook, en Connecticut (EEUU), se vieron una vez más sorprendidos de repente la mañana de un miércoles, día 15 de Enero del año 1997, cuando un avión de un solo motor desapareció misteriosamente sobre las aguas de Long Island. Participó en la búsqueda y rescate la Guardia Costera, el Departamento de Protección Ambiental de Westbrook, 2 helicópteros de rescate, los Cuerpos de Bomberos de Westbrook, Old Saybrook, Madison, y Clinton, algunas patrullas marinas y varias embarcaciones privadas. Buscaron y rastrearon más de 100 kilómetros cuadrados después de que varios testigos alertaron de que habían visto un avión accidentado y caído en el agua en aquella zona.

Uno de los testigos presenciales fue Daniel Bowes, que testificó que estaba tomando una taza de café sobre las 07:30 horas de la mañana en West Beach, en Island Road, cuando de repente observó un avión volando a muy baja altura sobre el agua. Le dijo a las autoridades que el avión cayó en picado al agua y se estrelló y que él lo vio perfectamente. Pero como en los demás casos que hemos hablado anteriormente de “aviones fantasma”, ningún aeropuerto de las zonas cercanas informó sobre algún avión perdido o bien desparecido, o algún accidente o incidente en vuelo. A las 16:00 horas, la Guardia Costera suspendió la búsqueda oficialmente. No se encontró nunca ni un solo rastro de una aeronave accidentada, ningún cuerpo, ningún trozo de fuselaje, ningún tipo de rastro de combustible, nada de nada.


Ahora, si volamos a Europa, en concreto hacia el condado de Berkshire, en Inglaterra (Reino Unido), aterrizamos en un lugar tranquilo y pacífico, típico lugar británico, hasta diría yo. Pero un extraño y misterioso hecho que sucedió en la noche del 20 de Octubre del año 2011, puso en jaque la tranquilidad de esta población. Aquel suceso alertó de repente en medio de la noche a todos sus residentes.
Durante aquel jueves por la noche, algunos testigos que eran habitantes del lugar, informaron a las autoridades de que habían escuchado un fuerte sonido totalmente ensordecedor procedente del cielo sobre aquella población. Según diversos testigos, el sonido era como un auténtico ataque aéreo de la Segunda Guerra Mundial, incluso varios testigos afirmaron haber visto un auténtico y real avión de pasajeros en un vuelo bajo y rasante.
Otros habitantes describieron la aeronave como un avión más pequeño y ligero. Pero en cualquier caso, todos los testigos parecían coincidir en que el avión parecía estar en peligro, parecía ser atacado y volaba muy pero que muy bajo. También todos dieron un detalle importante a la hora de describir los hechos. Se podía apreciar en el ambiente un fuerte y extraño olor de petróleo quemado.


Tal y como estamos viendo hasta ahora en todos los casos referentes a lo que llamamos “aviones fantasma” accidentados, las Autoridades de Aviación Civil de todos los países donde se han dado este tipo de avistamientos, no tenían ninguna notificación sobre  ninguna aeronave, ya fuera civil o militar, en problemas alrededor de las supuestas zonas donde se produjeron los hechos que aquí he contado. En concreto, en el caso que acabamos de comentar sucedido en el Reino Unido, el propio portavoz de Aviación Civil de Reino Unido en aquella época, Nic Stevenson, declaró lo siguiente:

“ – Si algo se encontraba volando tan bajo lejos de un aeropuerto sería una situación inusual y tendríamos que haber tenido constancia. El plan de información obligatoria de sucesos abarca todo, desde si un miembro de la tripulación de cabina se rompe un hueso en su pie hasta si existen problemas en el tren de aterrizaje de un avión, ya que cubrimos una gran cantidad de casos…”


Es obvio que aquella noche ningún avión se estrelló en Inglaterra. Además, si el avión era tan grande como para que algunas personas lo vieran, entonces tendría que haber dejado una gran huella en el terreno de destrucción cuando impactó contra el suelo. Y la realidad no es más que otra que las propias autoridades, tanto civiles como militares, se quedaron realmente confundidas en cuanto a lo que ocurrió y las vagas explicaciones que ellas mismas tenían para explicar los testimonios de los habitantes y testigos de aquellos hechos y avistamientos.

En resumen, con estos casos registrados y relacionados con los llamados “aviones fantasma”, aterrizamos en esta nueva entrega del misterio en los cielos de nuestro planeta. Sin duda, misteriosos y enigmáticos acontecimientos que son presenciados por una gran cantidad de testigos y que no tienen ni la más mínima, cordial ni racional explicación posible.

FUENTE: http://informeinsolito.com/

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