jueves, 15 de septiembre de 2016

Los 13 Fantasmas Del Edificio Joelma(São Paulo), Brasil.


El Joelma era el edificio más moderno de oficinas en la ciudad de São Paulo, Brasil. El 1 de Febrero de 1974, se desató un increíble incendio en él que provocó la muerte de 189 personas y dejó un saldo de 345 heridos. La causa del siniestro fue Un cortocircuito en el piso número 12 del edificio y desde dicho lugar, el fuego se propagó rápidamente alcanzando temperaturas superiores a los 700º C. Las llamas y el humo, se convirtieron en una trampa letal para las víctimas.

El edificio fue reinaugurado con el nombre de “Praça de la Bandera”, sin embargo, el edificio parecía tener una maldición. Numerosos relatos giraban en torno al lugar de la tragedia. Muchos testimonios daban a conocer una serie de fenómenos extraños que allí se producían, algunos de los cuales se remontaban al terreno en el que se habría construido el edificio, cuyo propietario se llamaba Paulo Ferrerira de Camargo.

A finales de la década de los 40, antes de que se construyese el edificio, existía una casa en la que vivía un profesor de Química llamado Paulo Ferreira de Camargo, en la época contaba con 26 años. Vivía con su madre y sus dos hermanas, Cardelia y Mª Antonieta. Días antes de asesinar a sus hermanas y madre, Paulo mandó construir un pozo en el patio trasero de su casa con la excusa de investigar las aguas subterráneas, pero el verdadero fin del profesor, era el de ocultar allí los cuerpos. Tras el asesinato, Paulo viajó al estado sureño de Paraná y se autoenvió un telegrama diciendo que su familia había muerto en un accidente de tráfico en una carretera del mismo estado.


19 días después, Paulo vuelve a su casa de São Paulo y recibe la visita de la policía. En un principio, Paulo lo niega todo, poniendo como excusa el accidente, pero la policía niega cualquier registro de accidente envolviendo a tres mujeres. Paulo, nervioso, minutos después, se suicidó dándose un tiro en el corazón.
El misterio que rodea la muerte de esta familia de una forma tan trágica nunca fue descubierto y el crimen pasó a conocerse como “O Crime do poço”, o el “Crimen del Pozo”. Finalmente, tras varios días de búsqueda, los bomberos encontraron los cuerpos de las mujeres en el pozo que Paulo había cavado.
Durante dos décadas la finca fue considerada maldita y permaneció abandonada víctima de la superstición generada tras el “Crimen del pozo”. Por fin, se quiso acabar con los malos agüeros y se construyó el Joelma. Todo después de cambiar el número que tenía la finca, para evitar el recelo de los más reacios a la reutilización de la considerada finca maldita. Concluida su construcción en 1971, el edificio fue inmediatamente alquilado al Banco Crefisul de Inversiones.
El viernes 1 de febrero de 1974 a las 8:54 de la mañana, un cortocircuito en un aparato de aire acondicionado en la 12º planta dio inicio a un incendio que rápidamente se extendió por todo el edificio. Allí trabajaba una procesadora de datos llamada Volquimar Carvalho dos Santos y su hermano Alvaro Carvalho dos Santos. Ese día, Volquimar estaba feliz por haber sido admitida en la universidad nocturna, pero no se imaginaba lo que iba a pasar esa misma mañana…Volquimar murió asfixiada a causa del humo, pero su hermano Alvaro consiguió vivir.


El Cuerpo de Bomberos recibió la primera llamada a la 09:03 de la mañana. Dos minutos después, varios camiones partieron de cuarteles próximos, pero debido a la condición del tráfico sólo llegaron en el local a la 09:10.

Quince minutos después del corto-circuito era imposible descender las escaleras que, localizadas en el centro de los pavimentos, no tardaran en ser bloqueadas por el fuego y el humo. En ausencia de una escalera de incendio, muchas personas aún consiguieron salvarse descendiendo por los ascensores, pero estos también inmediatamente dejaron de funcionar, cuando las llamas provocaron un fallo en el sistema eléctrico de los aparatos y la muerte de una ascensorista en el 20° piso.

Sin saber cómo dejar el edificio, muchos intentaron abrigarse en los cuartos de baño y en los parapetos de las ventanas. Otros supervivientes se concentraron en el 25° piso, que tenía salida a dos terrazas. Acordándose de un incidente similar ocurrido en el Edificio Andraus dos años antes, en que las víctimas fueron salvadas por un helicóptero aprovechando el helipuerto de la azotea del edificio, ellos esperaban ser rescatados de la misma forma.


Los bomberos, muchos de ellos desprovistos de equipamientos básicos de seguridad como máscaras de oxígeno, decidieron entrar en el edificio para el rescate, intentando alcanzar a aquellos que habían conseguido llegar al tejado del edificio. Fueron sólo parcialmente bien sucedidos; el humo y las llamas ya habían matado a decenas de personas. Algunos supervivientes, movidos por la desesperación, comenzaron a tirarse del edificio.  Más de 20 saltaron; ninguno sobrevivió.

Sólo una hora y media después del inicio del fuego, el primer bombero consiguió, con la ayuda de un helicóptero llegar al tejado. Ya entonces muchos habían perecido debido a la alta temperatura en el tejado del edificio, que llegó a alcanzar 100 grados celsius. La mayoría de los supervivientes consiguió salvarse por abrigarse bajo una tela de amianto.

Alrededor de 10:30 de la mañana el fuego ya había consumido prácticamente todo el material inflamable en el edificio. El incendio fue finalmente dominado, con la ayuda de 12 auto-bombas, 3 auto-escaleras, 2 plataformas elevatorias y el apoyo de decenas de vehículos de rescate. A la 13:30, todos los supervivientes habían sido rescatados.
De los aproximadamente 756 ocupantes del edificio, 189 murieron y 345 quedaron heridos. La gran mayoría de las víctimas eran operarios del Banco Crefisul de Inversiones.


En la tentativa de fuga, 13 personas intentaron escapar por el ascensor, pero no consiguieron salvarse muriendo carbonizados dentro de este. Estos 13 cuerpos son los que, según la leyenda, ocasionan los fenómenos paranormales en el edificio y en el cementerio de São Pedro, en la zona Este de Sao Paulo.
Estos trece cuerpos sin identificar, han dado origen a una leyenda llamada “El misterio de los trece espíritus”, que según la gente, conceden milagros a quien va a rezar ante sus tumbas y echa agua sobre su tumba.

Luis Nunez es el jardinero y vigilante del cementerio donde se encuentran enterrados los 13 cuerpos que murieron en el ascensor y no consiguieron ser identificados. “Todo comenzó cuando una noche, rezando con mi mujer y otra persona, comenzamos a escuchar unos gritos desgarradores pidiendo socorro. Mi mujer pidió para que fuera a verificar si venían del cementerio. En la parte baja del cementerio había un grupo de señoras rezando, y al preguntarlas si habían visto algo, negaron con la cabeza.” Luis continuo escuchando los gritos durante dos días seguidos, y acabó localizándolos en las tumbas de los 13 cuerpos sin identificar: “Sabiendo de su trágica muerte, vertí agua sobre las tumbas, acto seguido, los gritos pararon de escucharse.” Luis cree que los espíritus de los fallecidos claman por agua debido al terrible sufrimiento de su muerte.

Luis afirma que los espíritus de las 13 personas le avisan cuando va a ocurrir alguna tragedia. Ademas, afirma también que se han producido favores de los espíritus a los visitantes que van a echarles agua y a orar por sus almas, en memoria de los enterrados, se construyo una capilla rudimentaria al lado de las tumbas.


La historia de Volquimar ya fue misteriosa desde el momento de su triste fallecimiento en el incendio. Según cuentan sus familiares, ella se le apareció a su madre para contarle en que tanatorio reposaba su cadáver. Además se le atribuye al espíritu de Volquimar una serie de fenómenos paranormales en el actual edificio restaurado tales como apariciones de “fantasmas” que se parecían a ella, ruidos, sensaciones térmicas anómalas y todo tipo de apariciones.

En 1979 la historia de Volquimar se transformó en película. Durante la grabación ocurrieron varios fenómenos paranormales, entre los que destaco la escena de la muerte de Valquiria, fotografiada por el director de fotografía del equipo. En ella, podemos apreciar una cara a la derecha de la escena. Beth Goulart, la actriz que representó a Volquimar en la película “Joelma, 23º Andar” (Clery Cunha, 1979), afirmó que durante el rodaje sintió energías extrañas.

Tras el incendio, el Joelma estuvo cerrado durante cuatro años para la realización de su restauración. Hoy, es el edificio llamado “Praça da Bandera” (Plaza de la Bandera) y está considerado como un modelo a seguir en seguridad.


Los funcionarios del edificio no se cansan de repetir que en sus plantas ocurren cosas extrañas, desde ruidos extraños hasta apariciones de una joven rubia que no pocas veces ha sido interpretada como Volquimar. En el año 2004, el equipo de transición del actual alcalde de São Paulo, conocedores de la leyenda, mandaron exorcizar las plantas 19º y 20º del edificio. Durante el acto, sintieron repentinas bajadas de temperatura y audición de músicas cuya procedencia era desconocida.

En el parking del edificio, un empleado que no quiso identificarse relató que cierto día, estando en la garita de control vio a una joven rodeada de mucho humo. “La visión duró 3 o 4 segundos, pero estoy seguro de que no alucinaba y que todo era real”. También un mensajero que fue a entregar unos paquetes. Tras descargar los paquetes y volver a entrar a la furgoneta, vio en el asiento del pasajero una joven rubia “muy guapa” que le saludo. El mensajero, traumatizado, no volvió al edificio.

En 2004 una monja budista, Jogetsu, exorcizó las plantas 19º y 20º del edificio a servicio de la asesoría de transición del actual alcalde de São Paulo, José Serra. Jogetsu dijo entonces que: “el edificio estaba muy cargado de energía negativa, especialmente los baños.” Jogetsu afirma que vio el espíritu de una mujer rubia que le agradeció sus oraciones. Durante el exorcismo, el equipo de asesoramiento sintió bajadas repentinas de temperatura y escuchó una música que no parecía venir de ninguna parte.

FUENTE: https://labitacoradelmiedo.wordpress.com

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