miércoles, 11 de agosto de 2010

LA VISITA A UN HUÉRFANO DE SU MADRE


Una noche del año 1879, el reverendo Charles Jupp, vigilante del Orfanato y Casa de reposo de Alberdour, Escocia, tuvo que ceder su cama a unos inesperados visitantes del orfanato que llegaron a altas horas de la noche. Por lo tanto, durmió con los niños en el dormitorio común, en un catre junto a tres niños que acababan de llegar después de la muerte de su madre.

En mitad de la noche, se vio despertado de su sueño sin una causa aparente, por lo que se puso a observar la oscurecida sala. Luego se percató de una extraña pero maravillosa visión, una nube reluciente que, en sus propias palabras, era "Tan brillante como la luna en una noche ordinaria de claro de luna", suspendida por encima del mas pequeño de los tres niños que se habían quedado recientemente huérfanos, mientras dormían.

Seguro de que no estaba soñando, el ministro percibió que vivía una aparición del otro mundo. Pero cuando intentó levantarse de la cama, una fuerza pareció impedirle hacerlo. Ni escuchó nada, pero sintió como perfectamente comprensibles las instrucciones que le daban:
-Sigue tumbado. nadie te hará el menor daño.

Calmado por aquella fuerza espectral, volvió a dormirse.

A la mañana siguiente, se levantó a la hora de costumbre y, a las seis, comenzó a vestir al niño insólitamente silencioso. Luego se quedó mirando al ministro con una expresión extraordinaria en su rostro y le dijo:

-Señor Jupp, mi madre vino anoche. ¿La vio usted?
El señor Jupp no contestó, sino que, simplemente, le sonrió y contestó al niño que debía prepararse para el desayuno.

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