viernes, 15 de junio de 2012

TLALTECUHTLI



Tlaltecuhtli era una deidad de la Mesoamérica antigua, plasmado en las esculturas e iconografía del periodo Post-Clásico (1200–1519), principalmente entre los mexicas y otros pueblos de habla náhuatl. Tlaltecuhtli también es conocido gracias a varios manuscritos coloniales mexicanos en los que quedaron registrados los credos, ceremonias, y pensamientos de los pueblos del México prehispánico, además también fue registrado en Historie du Méxique, una compilación sobre la cultura mexicana hecha a mediados del siglo XVI.

En algunos de los mitos de creación mexicas, Tlaltecuhtli es descrita como un monstruo marino que nadaba en el mar después del fin del Cuarto Sol, una personificación del caos previo a la creación. Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, convertidos en serpientes, la dividieron a la mitad, Usando una mitad para crear el cielo y otra para crear la Tierra. Después de eso su espíritu siguió vivo, y de vez en cuando reclama sangre humana.

A pesar de que su nombre es un pronombre masculino en el náhuatl, muchas de las representaciones de Tlaltecuhtli la muestran con características femeninas, y no solo eso, si no que además la dibujan en posición de parto.

Se le asocia con Cihuacoatl, Tonantzin, Tonatiuh.

Recientemente un enorme monolito con la imagen de esta diosa fue desenterrado en México, en las excavaciones del Templo Mayor de la Ciudad de México


El arribo de una diosa
 La decisión en 2003 del Gobierno del Distrito Federal, de demoler dos edificios del Centro Histórico de la Ciudad de México dañados por los sismos de 1985, levantó grandes expectativas entre los arqueólogos, debido a que ambos inmuebles se encontraban en la esquina de las calles de Argentina y Guatemala, justo frente a la Zona Arqueológica del Templo Mayor, de hallar grandes esculturas, ya que se sabía a partir de importantes documentos históricos, que las cenizas de al menos tres reyes mexicas ―Axayácatl (1469-1481), Tízoc (1481-1486) y Ahuítzotl (1486-1502)— habían sido inhumadas precisamente en dicha área.

Un salvamento arqueológico realizado en 2006 por el Programa de Arqueología Urbana Templo Mayor-INAH, corroboró la enorme importancia de la esquina, al descubrir el 2 de octubre el monolito mexica más grande hasta ahora conocido, el cual tiene mayores proporciones que la Piedra del Sol y la Coyolxauhqui.

Se trata de una escultura gigantesca que representa a la advocación femenina de Tlaltecuhtli (“Señor o Señora de la Tierra”), divinidad que en muchos mitos aparece como la venerada madre que da nacimiento a todas las creaturas (plantas, animales, seres humanos, el sol y la luna), pero también como el ser monstruoso que las devora en el momento de la muerte.


 Características físicas y descripción del relieve

El monolito de Tlaltecuhtli es una lápida cuadrangular de 4.19 metros de alto por 3.62 metros de ancho, un espesor de 40 centímetros y pesa aproximadamente 12 toneladas. Labrado en andesita rosa, proveniente del cerro del Tenayo. Tiene al menos cuatro colores: blanco, negro, ocre y rojo como el más dominante.

La Tlaltecuhtli es una advocación antropomorfa femenina. Su rostro es humano y tiene la boca descarnada de la que sale un chorro de sangre que proviene desde el abdomen. Sobre su cabello crespo sobresalen algunas banderas similares a las que portan las deidades asociadas con la muerte o monstruos femeninos celestes.

En vez de manos y pies tiene garras y en las articulaciones se ven cráneos humanos. El cuerpo presenta una postura de parturienta, lo que asociado a su rostro da la impresión de que la deidad está boca arriba. Entre la garra de su pie derecho se ve un glifo calendárico que corresponde al año 1502 en nuestro calendario, fecha en que según ocurrió la muerte del mandatario mexica Ahuítzotl, antes de la conquista española.

Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Tlaltecuhtli
http://www.inah.gob.mx/index.php/especiales/282--tlaltecuhtli-

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