miércoles, 16 de noviembre de 2016

Cristóbal Colón y los OVNIs.


La primera referencia a supuestos hechos extraños en el cielo americano, ocurrió el sábado 15 de Septiembre 1492. Colón escribe en esa fecha lo siguiente:

"Navegó aquel día con su noche veintisiete leguas su camino al Oeste y algunas más. Y en esta noche al principio de ella vieron caer del cielo un maravilloso ramo de fuego en la mar, lejos de ellos cuatro o cinco leguas."

¿Qué pudo ser ese fuego que cayó como un ramo luminoso a la mar? Pues muchos afirman que esto puede ser el indicio de los llamados Osnis, es decir, objetos submarinos no identificados, o como ha existido en muchos casos, ovnis que se ocultan en el mar.


Un día como hoy, 12 de Octubre, pero de 1492, el almirante Cristóbal Colón arribó a tierras americanas.

Amén de la importancia en el contexto histórico, algunos ufólogos han vinculado a Colón con el fenómeno ovni. En la bitácora de su primer viaje (del compendio de Fray Bartolomé de las Casas) aparecen dos anotaciones que pudieran asociarse con avistamientos.

La primera de ellas, la del 15 de septiembre de 1492, señala textualmente:

“Navegó aquel día con su noche 27 leguas camino al Oeste y algunas más. Y en esta noche al principio de ella vieron caer del cielo un maravilloso ramo de fuego en la mar, lejos de ellos 4 ó 5 leguas”.

¿El “ramo de fuego” era un fenómeno astronómico o un ovni luminoso?


La segunda anotación data del 11 de octubre del mismo año, antes de visualizar tierra:

“Después del sol puesto, navegó a su primer camino, al Oeste; andarían doce millas cada hora y hasta dos horas después de media noche andarían noventa millas, que son veintidós leguas y media. Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señas que el Almirante había mandado. Esta tierra vio primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana; puesto que el Almirante, a las diez de la noche, estando en el castillo de popa, vio lumbre, aunque fue cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra; pero llamó a Pedro Gutiérrez, repostero de estrados del Rey, y díjole que parecía lumbre, que mirase él, y así lo hizo y viola; díjole también a Rodrigo Sánchez de Segovia, que el Rey y la Reina enviaban en el armada por veedor, el cual no vio nada porque no estaba en lugar donde la pudiese ver. Después de que el Almirante lo dijo, se vio una vez o dos, y era como una candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos pareciera ser indicio de tierra”.

Si bien para algunos esa “candelilla de cera que se alzaba y levantaba” era una fogata en tierra, para otros, como el investigador Juan José Benítez, la posibilidad es nula, tomando en cuenta la distancia a la cual se observó.

J.J. Benítez señala que, de acuerdo a los estudios del español Manuel Audije (quien fuera oficial de la Armada), cuando Colón y otros hombres vieron la extraña luz, se encontraban a 14.5 leguas de tierra. Es decir, a poco más de 80 kilómetros, concluyendo que esa distancia es excesiva para lograr distinguir una hoguera en tierra.

Por lo tanto, muchos conocedores de la materia afirman que Cristóbal Colón presenció luces que aparecieron hasta dos veces yendo de arriba hacia abajo en el horizonte americano. Estas luces han sido consideradas como OVNIS que estarían presenciando (o acaso dirigiéndole) el descubrimiento de América.

FUENTES: https://es.sott.net   http://analuisacid.com.mx/

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