miércoles, 5 de julio de 2017

EL I CHING


I Ching significa "Libro de las Mutaciones". Es tanto un libro sapiencial como oracular. Como libro sapiencial nos guía para lograr nuestra armonía con el cambiante fluir de las corrientes universales, adaptándonos -activa o pasivamente, según lo dicte el tiempo dado- a los cambios, las mutaciones del acontecer (Tao = Sentido de la Vida = Ley Natural). "Lo inmutable es la mutación". Como libro oracular, provee un instrumento auxiliar para hallar esta posible armonía; una brújula virtualmente infalible para la orientación correcta. Entre ambos aspectos del libro no hay escisión alguna: es como si la faz sapiencial del libro correspondiera a su energía yang, espiritual, y la oracular a su energía yin, terrenal. Ambas se complementan formando una indisoluble unidad.


En su origen, el I Ching es un libro sin palabras. Es una sucesión finita de 64 signos (en chino kua) no idiomáticos con significados infinitos, a su vez en secuencia cíclicamente infinita; un perfecto sistema algebraico. Como tal su lectura, aplicación e interpretación es igualmente ilimitada y universal. Gracias a su total abstracción, puede verse en él una síntesis enciclopédica de la realidad, desde los más diversos ángulos; puede interpretarse como una cosmogonía, como un sistema de lógica, o de matemática, en última instancia como una representación de la trama evidente del mundo, o más allá de ésta, como una representación de su trama secreta.


El texto verbal que se le adscribió y que llegó a nosotros -una de las infinitas traducciones verbales posibles de los signos- es una creación epistemológica humana inspirada en una visión metafísica de ese ciclo de cambiantes imágenes gráficas de significación omnivalente. Y como este texto verbal transmitido es una amalgama de sabiduría taoísta con los principios de la filosofía moral confuciana, se presenta virtualmente como un tratado de ética. El acatamiento de los principios éticos resulta condición sine qua non para que -en su función oracular- las predicciones puedan darse y los vaticinios puedan cumplirse.

Extractado de la Presentación de D.J. Vogelmann a su traducción al español de la versión del chino al alemán de Richard Wilhelm, Editorial Sudamericana.


En la literatura china se indican cuatro santos como autores del Libro de la Mutaciones: Fu Hi (figura mítica, 4000 a.C.), el rey Wen y el duque de Chou (padre e hijo, aprox. 1150 a.C.) y Kung Tse (Confucio, 551-479 a.C.). La hipótesis actualmente más defendida sostiene que los estratos más antiguos del texto, tal como los conocemos hoy día, tomaron su forma presente en el siglo anterior a Confucio. El I Ching constituyó para Lao Tse (600 a.C.) y Confucio su fuente principal de inspiración. Confucio mismo es el autor de cerca de la mitad del texto interpretativo de los signos que ha llegado a nosotros, siendo él quien instituyó el I Ching como fundamento ético, espiritual, social y filosófico de la cultura china, desde su trabajo como funcionario de Estado.


Las partes del I Ching

Este libro contiene varios componentes simbólicos e ideológicos que se utilizan para determinar las respuestas a las preguntas que puedes realizar al oráculo.

Los cinco elementos

  • El Agua: está relacionado a la estación invierno.
  • La Madera: rige la primavera.
  • El Fuego: se relaciona con el verano
  • El Metal: se relaciona con el otoño
  • La Tierra: se relaciona con todas las estaciones del año.

Conocer como interactúan estos elementos del I Ching te ayudará a comprender la naturaleza de los triagramas, ya que cada uno se relaciona con uno de los elementos.


El Ying y el Yang

El Yang se vincula con el Sol y la luz, mientras que el Ying significa sombra y oscuridad; posteriormente, estos dos polos también se relacionan con lo masculino y lo femenino. En zona clara del Yang existe un punto oscuro, y en la zona oscura del Ying, uno claro.

Esto significa que, aun en el estado más puro, cada polo contiene el principio del otro y no pueden concebirse el uno sin el otro.


Las líneas del I Ching

Las líneas enteras y partidas que conforman los trigramas refieren a los principios fundamentales de la existencia:


  • Línea entera: simboliza al Cielo o Yang. Representa los aspectos activos, masculinos y positivos.
  • La línea partida es la Tierra o Ying. Simboliza los aspectos pasivos, femeninos y negativos.
  • Los ocho trigramas se vinculan con los Vientos, y estos dibujos se encuentran dispuestos en un octógono que conforma la rosa de los vientos soplando en ocho direcciones: Norte, Sur, Este, Oeste, Nordeste, Noroeste, Sudeste y Sudoeste.

Los ocho trigramas abarcan todas las posibilidades de combinación entre las líneas del Ying y el Yang en el I-Ching. Los trigramas, hablan de la forma que tienes de vincularte con las fuerzas del mundo y entender la condición humana.


¿Cómo se utiliza el I Ching?

Antes de consultar a este oráculo debes tomar en cuenta algunas particularidades:


  • La tradición China establece que el I Ching debe ser guardado en un paño de seda. Si vas a utilizarlo, debes lavarte bien las manos y desenvolver la tela como un mantel.
  • Antes de hacer tu consulta debes elegir adecuadamente las palabras que utilizarás y evitar las preguntas de sí o no. Este oráculo no establecerá el momento en el que sucederá el hecho predicho. Puntualiza el tiempo en tu pregunta.
  • Haz una meditación profunda de la pregunta que quieres realizar. El I Ching te ayudará a abrir los ojos sobre posibilidades que quizás no hayas tomado en cuenta.



Tirada del I Ching


  • Necesitas 3 monedas iguales, y establecer claramente cual es la cara y cual es la cruz.
  • Debes tirar las tres monedas, seis veces para formar el hexagrama correspondiente.
  • Dibuja en un papel dos columnas. Allí registrarás los resultados que formarán el hexagrama.
  • Si te salen dos caras y una cruz significará que debes dibujar una línea discontinua en las dos columnas.
  • Si te salen dos cruces y una cara significará que debes dibujar una línea continua en las dos columnas.
  • Si te salen tres caras tendrás lo que se llama mutación. Entonces dibujarás en la primera columna una línea discontinua, y en la segunda una continua
  • Si te salen tres cruces también tendrás una mutación, pero esta vez será al revés. La primera contendrá una línea continua y la segunda una discontinua.
  • Si salen en las dos columnas el mismo hexagrama significa que no hay mutación. Tan sólo haremos una lectura, el hexagrama de la izquierda. Si salen mutaciones, dará lugar a dos hexagramas distintos, por lo que se corresponderán a dos interpretaciones de la misma pregunta. Si se contradicen el hexagrama de la derecha y el hexagrama de la izquierda, tendrá más valor el de la derecha, que es la mutación.

El Gran Tratado sobre el I Ching, también conocido como Libro de las Mutaciones, es un oráculo chino que fue desarrollado por varias generaciones, comenzando por el primer emperador de China Fu Hsi, hace más de 4500 años.

FUENTES: http://www.mantra.com.ar  http://esoterismo.innatia.com


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