En el museo de los Warren hay un objeto que podría no ser tan espeluznante. Parece que no encaja en semejante sala llena de libros antiguos, talismanes y otra suerte de objetos con leyendas oscuras. Esta muñeca también tiene su historia, y para contarla debemos remontarnos a 1915, cuando Johnny Gruelle diseñó un personaje infantil llamado Raggedy Ann, pelirroja, con una curiosa nariz rojiza triangular, y un vestido, cuyo cometido fue en principio ilustrar unos cuentos para los más pequeños, pero que debido a su éxito se convirtió en una línea de jueguetes. Gruelle se inspiró en una muñeca hecha a mano que tenía su propia hija, cuya cara estaba pintada por ésta.
En 1970, última década de éxito de la muñeca, una madre le regaló a su hija Donna un ejemplar de esta muñeca de trapo, la cual colocó en su habitación sobre la cama, en el piso de estudiantes que compartía con una compañera. En el transcurso de parte de sus estudios de la carrera de medicina, Donna y su compañera sintieron algunos fenómenos difíciles de explicar a raíz de la entrada del inofensivo juguete. Notaron cambios de posición por parte de Raggedy Ann, a la cual colocaban con las piernas cruzadas, y misteriosamente aparecía con posturas diferentes, y en diferentes lugares de la casa. Además, el ambiente se enrareció cuando vieron, desperdigados por la casa, una serie de mensajes escritos aparentemente con letra de niño que decían cosas como “Ayúdanos”, “¿me habéis echado de menos?” o “Salvad a Lou”, nombre que nos remite al novio de Donna.
Como los fenómenos en ningún momento se detuvieron, y se empezaron a escuchar ruidos extraños, como de gentío dentro de la casa, decidieron contactar con religiosos en busca de ayuda, los cuales les dirigieron a Ed y Lorraine Warren, investigadores y demonólogos de prestigio en EE.UU. determinando ellos que Annabelle era una entidad demoníaca que habitaba en la muñeca y cuyas pretensiones eran poseer el cuerpo de Donna. La pareja de investigadores insitió en que esa Raggedy Ann debía salir de la casa, y al obtener el permiso para hacerlo se la llevaron. El coche de los Warren tuvo repetidos problemas cuando la muñeca estaba dentro, pero consiguieron llegar a su casa en Connecticut y la encerraron en una urna, dicen que con un paño empapado en agua bendita.
Muchas han sido las leyendas posteriores de Annabelle, incluyendo levitación y la provocación de accidentes a todos aquellos que no la tomaron con el debido respeto, incluso hay una curiosa historia de un hombre que se burlaba de ella, y fue expulsado del museo por Ed Warren, para momentos más tarde tener un accidente mortal de moto.
De hecho tanto es el interés por la muñeca que está previsto el estreno, en octubre de este año, de una película en forma de spin-off de Expediente Warren, cuyo título es Annabelle. Si vemos la propia The Conjuring podremos observar la interpretación que el equipo hizo de esta muñeca, que es mucho más terrorífica y parece casi un muñeco de ventriloquía.
La experiencia de Lou fue lo que le confirmó a Donna que lo que hubiese dentro de la muñeca, no era el fantasma de una niña; si no una criatura inhumana y demoniaca; y que debía buscar ayuda al respecto. Donna rastreó y contactó a un padre episcopal llamado Hegan. Hegan sintió que esto salía de sus capacidades, y que debía contactar al padre Cooke; quien a su vez contactó a los demonólogos Warren.
Ed y Lorraine Warren de inmediato contactaron a Donna; y tras hablar con ella, Angie y Lou; llegaron a la conclusión de que Annabelle no estaba poseída, si no manipulada por una presencia demoniaca.
Los Warren sintieron apropiado realizar un exorcismo; y con permiso de Donna, llevarse a la muñeca.
Conclusión.
Con el tiempo, los Warren se encontraron con que ya estando en su casa, la muñeca aparecía en lugares distintos a donde la habían dejado antes de salir; sin importar que cerraran puertas con llave. Annabelle también expresó un odio considerable hacia las figuras religiosas que iban a su hogar.
En una instancia, el padre Jason Bradford, un exorcista católico; visitó la casa y levantó a la muñeca, diciéndole "Solo eres una muñeca de trapo, Annabelle. No puedes herir a nadie"; luego la arrojó y Ed Warren le dijo "No creo que deba decir eso".
Horas después de irse, el padre llamó a Lorraine y le contó que los frenos de su automóvil fallaron al entrar a una autopista. Ese fue el primero de múltiples accidentes que ocurrirían a lo largo de los años.
Los Warren colocaron a Annabelle en una vitrina especial dentro del museo de lo Oculto; donde se encuentra hasta estos días. Desde que la pusieron ahí, Annabelle dejó de moverse; pero se cree que es responsable de la muerte de un visitante que la retó a arañarlo; el cual falleció al estrellarse su motocicleta
FUENTES: https://leyendacosmica.wordpress.com http://mitosmonstruosyleyendas.blogspot.mx/
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