sábado, 31 de octubre de 2015

Tipos de ofrendas de Día de Muertos


De acuerdo con El gran diccionario del ocultismo (Mares, 2005), una ofrenda es “todo aquello que es ofrecido a la divinidad. En la antigüedad solían ofrecerse los frutos primiciales de la tierra o del ganado”. Es común encontrar en las diferentes culturas alrededor del mundo distintos tipos de ofrendas, entre las culturas del México prehispánico las ofrendas a sus divinidades, generalmente incluían el sacrificio de personas. Como es de esperar, con la conquista todo esto fue barrido y suplantado por la religión católica, pero sin ser eliminado del todo, lo que ha dado como resultado toda una serie de tradiciones que mezclan las creencias antiguas con las traídas por los conquistadores españoles.

El Día de Muertos, el Xantolo y el pan de muerto son, sin duda, un resultado de esta mezcla entre dos culturas. Las ofrendas de día de muertos, son también un ejemplo interesante de festejar a la muerte con la amalgamación de distintas tradiciones.


¿Qué es son las Ofrendas de Día de Muertos?

Son los alimentos, el agua y las bebidas que se ofrecen a los muertos desde la noche del 1 y hasta el 2 de noviembre para honrarlos. El origen de las ofrendas, así como la festividad misma se remontan al México anterior a la colonia, donde se creía que cuando alguien moría iba a un inframundo (que nada tiene que ver con la noción del cielo, purgatorio e infierno católico) que se componía de 9 niveles, Mictlán era el último de estos niveles y el camino para llegar a él era tortuoso, los que lograban llegar hasta ahí recibían como ofrenda 4 flechas y 4 teas atadas con hilo de algodón.

Además de la ofrenda que recibían en el Mictlán, los antiguos mexicanos enterraban a sus muertos con distintos objetos que utilizaba en vida la persona y aquellos que se creía podrían ser de alguna utilidad en su camino por el inframundo, como instrumentos musicales, sonajas en formas de calavera, cráneos y esculturas que representaban a los distintos dioses de la muerte.


Lo anterior son sólo algunos de los vestigios principales en que en el México prehispánico se celebraba a los muertos; a la llegada de los españoles, y como ya les mencioné, todo esto fue visto como cosa del demonio y se intentó con poco éxito terminar con las tradiciones paganas. Lo único que se logró fue que los antiguos mexicanos disfrazaran sus antiguas creencias y, de alguna manera las relacionaran con aquellas traídas por los españoles (en este caso la festividad de los Fieles Difuntos), dando como resultado el tradicional Día de Muertos y, desde luego, la ofrenda de día de muertos.

Los elementos que no pueden faltar en ninguna ofrenda de Día de Muertos son:

  • El agua, se ofrece para que los muertos calmen su sed después del largo y cansado recorrido que deben realizar para reunirse nuevamente con sus familiares vivos. También puede simbolizar la pureza del alma.
  • La sal es, al igual que el agua, un elemento de purificación para que el cuerpo no se corrompa y pueda realizar regresar al siguiente año.
  • Las velas y/o veladoras que ofrecerán la luz que ilumine el camino de llegada con sus familiares, en algunas localidad acostumbran a colocarlas en forma de cruz para representar los cuatro puntos cardinales y orientar al ánima en su camino. Antiguamente, se utilizaban rajas de ocote y actualmente es común que se encienda una vela por cada familiar muerto que se espere en el hogar.
  • Copal, el copal es, sin duda, uno de los principales elementos que tienen su origen en las tradiciones de los antiguos mexicanos quienes lo ofrecían a sus divinidades y tenía un fin purificador. Actualmente las ofrendas pueden incluir copal o bien incienso, traído por los españoles, y que es utilizado para limpiar el lugar de malos espíritus y que el alma de los difuntos pueda entrar a los hogares sin ningún peligro.
  • Las flores son símbolo de festividad que se cree que atraen y guían las almas. La flor por antonomasia en las ofrendas es la flor de cempasúchil, originaria de México y de la que antiguamente se creía, tenía poderes curativos.
  • Otros elementos que no pueden faltar en las ofrendas son los alimentos y bebidas que eran del gusto de los muertos, es común encontrar en todas las ofrendas: café de olla, mole, mezcal o tequila, pan de muerto, cigarros, etc.
  • También es necesario poner el o los retratos de las personas a las que se les está haciendo la ofrenda. La cruz de cal o tierra, el colorido papel picado y objetos personales del muerto.

Como es de esperar, aún con los elementos en común señalados anteriormente, los preparativos y tipos de ofrendas de Día de Muertos varían dependiendo de la localidad donde se realizan; resulta imposible hablar del tipo de festejo en cada localidad, pero hablemos de algunos de ellos:

En Oaxaca se realiza una ofrenda a los angelitos, es decir, una ofrenda con canastas que contienen manzanas, naranjas, pan de estrella y de conejo. La canasta se cubre con hojas de zapote que servirán como servilleta para los muertos; también se colocan velas con el nombre del niño y se cree que la luz que ésta emite, lo guiará en su camino.

En la huasteca potosina e hidalguense, existe el tradicional Xantolo, del que ya hablamos en otro post y que se caracteriza por la danza y los sones huastecos.


En las ofrendas de Atlixtac en la montaña de Guerrero, acostumbran a colocar un plato con comida para cada muerto, como si aún siguiera vivo, entre los que destacan el mole rojo o verde, pan de muerto y la bebida preferida de cada difunto. Una vez que se ha realizado una comilona familiar para honrar al muerto, es común que comience el intercambio de platillos entre los miembros de la comunidad. En Tlacoapa, Guerrero, los preparativos comienzan 15 días antes, desde el 31 está preparada la comida y la bebida, el día 1 de noviembre acostumbran a colocar frutas y dulces para los niños, y para el día 2 lo cambian por la comida preferida los difuntos.

Como podrán ver, los tipos de ofrendas son tan variados, como localidades existen en México, baste decir que el Día de Muertos es una de las tradiciones más ricas del país al grado de que le valió en 2003 el reconocimiento de “Obra maestra del patrimonio cultural de la humanidad” por parte de la Unesco.

FUENTE: http://lascosasquenuncaexistieron.com/

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