jueves, 17 de octubre de 2019

La historia de una aterradora casa maldita que inspiró una película.


En todo pueblo o ciudad, hay una casa que muchos miran con temor, debido a los mitos y leyendas que se han tejido sobre ella. La historia que referenciamos a continuación en nuestra sección de Misterio, tiene como escenario una mansión ubicada en el 112 de Ocean Avenue, en Amityville (Nueva York), la cual figura entre el listado de las casas más malditas del mundo, armada por expertos en fenómenos paranormales.

La maldición de esta residencia cobró fuerza hace 41 años, exactamente la madrugada del 15 de noviembre de 1974, cuando Ronald, el hijo mayor de la familia DeFeo, asesinó a sangre fría a sus padres y hermanos, con un rifle, dejando un total de seis personas muertas.


Los investigadores no tenían ningún indicio que les permitiera sospechar de alguien en concreto, hasta que uno de los detectives que recorría las habitaciones de la lujosa mansión en bús
queda de una pista, encontró en la pieza del único sobreviviente dos cajas de balas para rifle.

Al centrar de inmediato la mirada sobre el joven, comenzaron a obtener resultados asombrosos; entre ellos un robo que el joven habría cometido contra su abuelo y sus extraños cambios de humor. Después de largos interrogatorios, la policía consiguió la confesión, y el joven que fue condenado a 25 años de cárcel, manifestó que “estaba poseído por el demonio”.


UNA CASA ENDEMONIADA

Pero la verdadera historia de Amityville comienza días después, el 28 de diciembre de 1974. Ese día, otra familia, compuesta por el matrimonio de George y Kathy Lutz, se mudó al lugar donde había ocurrido la masacre. La casa, espaciosa y de muy bonita arquitectura, estaba a la venta a un precio excepcionalmente barato, y los Lutz decidieron obviar los violentos hechos ocurridos con antelación y compraron el inmueble.

Desde el primer momento en que ocuparon  la casa, la pareja y sus hijas sintieron una presencia sobrenatural, que se iba haciendo más fuerte cada día. Al principio, se escuchaban ruidos extraños a lo largo del día; luego, comenzaron a aparecer manchas en las paredes y malos olores sin motivo aparente, y las puertas y ventanas se abrían solas.

Kathy Lutz agregaría que en reiteradas ocasiones que se sintió observada en ciertas partes de la casa, principalmente en las habitaciones, y que vio unos ojos rojos que la miraban desde la oscuridad a través de la ventana. De repente, comenzó a tener pesadillas repetitivas con los crímenes sucedidos en la casa.


El espíritu maligno que allí habitaba se fue apoderando de la nueva familia, manipulándola y obligándolos a cometer actos de naturaleza violenta. Desesperados, acudieron a un sacerdote que oró cada rincón de la mansión, lo cual marcó el punto en que los sucesos paranormales se incrementaron, George empezó a sentir presencias extrañas también. Las alucinaciones se hacían más comunes y la desconfianza en la familia se acrecentaba, George afirmaba que su mujer se estaba transformando en una bruja pues, según él, se le estaban cayendo los dientes y el pelo. Finalmente los Lutz debieron abandonar para siempre la casa, que desde entonces se encuentra deshabitada.

Tras ventilarse la aterradora historia, los productores de la Metro Goldwyn Mayer en 1979 producen una saga basada en esta historia. El último remake se estrenó en 2005.

FUENTE: http://m.aldia.co

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