lunes, 6 de julio de 2015

El Monstruo del Lago Ness


A Nessie, como se le conoce cariñosamente al monstruo, la historia lo recoge desde el siglo VI, pero cada cierto tiempo un grupo de investigadores recorre los 40 kilómetros de largo que tiene el lago en una cuidadosa búsqueda que confirme la leyenda.

Los testigos oculares relatan que el monstruo tiene un color rojo oscuro, piel lisa y que mide entre ocho y nueve metros de longitud. Con estas descripciones algunos científicos piensan que puede tratarse de un plesiosaurio, una especie de dinosaurio marino.

¿Cómo Surgió Nessie?

Una vieja leyenda cuenta que un misionero fue el primero en dar fe de un encuentro con el monstruo. Desde ese momento y hasta la fecha, miles de personas comentan sorprendidos sus encuentros con Nessie.

Unos, lo han divisado mientras transitaban por la carretera que bordea el lago, otros, desde el castillo de Urquhart situado en una de sus orillas. En algunos avistamientos los curiosos han tomado fotos, algunas de ellas reveladoras de siluetas extrañas en la superficie, mientras que otras no muestran nada importante.

A pesar de que existen varias imágenes, ninguna es lo suficientemente clara y concluyente sobre la bestia marina, y aunque hay muchos encuentros reportados, no se tiene noticias de ataques a seres humanos.


Las Características Del Lago Ness

El lago es un alargado canal de agua que se extiende por 40 kilómetros. Sus aguas son ligeramente cálidas en la superficie y muy frías a medida en que se desciende. Las montañas le bordean con acantilados que proyectan una imponente sombra sobre las aguas. Hay sitios en que a pocos metros de la orilla la profundidad llega a los 200 metros, lo que hace de difícil la investigación.

Una teoría que defienden los creyentes de Nessie, es que el lago tiene profundos canales subterráneos que lo comunican con el mar, por los que los supuestos monstruos entran y salen a su antojo, justificando así las largas ausencias entre sus apariciones.

La superficie del lago está casi siempre tranquila, por lo que esta ausencia de olas hace más fácil la observación, y también la confusión, pues un pequeño tronco de árbol movido por una ligera brisa, puede crear una ola con su consecuente efecto óptico para que todo el mundo piense que ha visto a Nessie "echando un vistazo".


Dudas Razonables Sobre Nessie

La psicóloga Susan Blackmore, quien recorrió las orillas del lago, lo percibió a primera vista como amenazante, con aguas tan negras capaces de infundir temor. Para ella está claro que la gente maneja la posibilidad y la esperanza de poder ver algo en la superficie, por lo que cualquier movimiento de olas es achacado a la presencia del monstruo. La tensión y los deseos de un ser testigo excepcional de avistamiento, pueden conducir a confundir una realidad con la ficción, asegura la psicóloga.

Pero la lógica de otros científicos funciona sobre la base de la alimentación. Por lo que plantean preguntas claves.

Si Nessie pertenece a la época de los dinosaurios, entonces ha tenido que reproducirse por miles de años, por lo que existiría más de uno.

Para mantenerse vivos, la supuesta manada tendría que devorar grandes toneladas de peces que no existen en el lago.

En las grandes profundidades, es un misterio el tipo de pez que le sirve de alimento. Pues se cree que los organismos microscópicos que habitan en una oscuridad total en el fondo del lago, no serían suficientes para alimentar un cuerpo que pesaría cientos de kilogramos.


La Famosa Foto

La foto más famosa de Nessie se afirma fue tomada en 1934, y por mucho tiempo se consideró la prueba más contundente de la existencia del monstruo. Sin embargo, en 1994 poco antes de fallecer una de las personas involucradas en la histórica foto, confesó que se trataba de un fraude. El supuesto monstruo no era más que un muñeco bien confeccionado situado encima de un flotador. Al parecer la burla se inició por la venganza de un periodista a sus colegas por haber sido despedido de su trabajo.

Sesenta años después de conocerse el truco, la credibilidad de Nessie sufrió un duro golpe. Aun así, para los escoceses, quienes reciben una entrada considerable de dinero por concepto de turismo, la presencia de las aguas negras en el misterioso lago sigue siendo su principal aliada para que la gente, crédula o no, siga llevando a través del tiempo la leyenda del monstruo más famoso de Escocia.


La Expedición Científica

La expedición de la Academia de Ciencias Aplicadas de Boston, dirigida por el doctor Robert H. Rines, llegó en 1972 al lago provisto de un moderno equipo de sonar completado por un sistema de cámara estroboscópica creado por el doctor Harold E. Edgerton, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, para fotografiar la vida subacuática. La noche del 8 de agosto la superficie del lago estaba lisa y tranquila, y los miembros del equipo investigador esperaban en embarcaciones ancladas en la bahía de Urquhart, hacia la una de la madrugada el equipo empezó a ver en la pantalla del sonar las pesadas y oscuras señales de un gran objeto en movimiento, la cámara estroboscópica fotografió las manchas captadas por las ondas del sonar, debido a lo turbio del agua, las fotografías no fueron muy nítidas, pero al ser procesadas en una computadora se pudieron definir varias imágenes. Dos de las tomas mostraban una aleta, una tercera foto mostraba dos objetos que parecían ser grandes animales. Los resultados de los análisis de los hallazgos señalaban una aleta que media entre 1.20 a 1.80 metros de largo y dos cuerpos separados por 3.5 metros, esto fue por fin una evidencia palpable de la existencia de uno o algunos seres acuáticos que habitan el legendario lago.

El lago Ness es una gran falla geológica de aproximadamente 40 kilómetros de longitud por unos 2 kilómetros de anchura (en su parte más ancha 2.8) y muy profunda (en varios alcanza los doscientos veinticinco metros), rellena con el agua dulce que le suministra el río Ness que desemboca no lejos de uno de sus extremos. La falla, y consecuentemente el lago, debieron formarse hace 300 millones de años, pero hace 12.000 el suelo de la región se elevó y el lago también unos metros más sobre el nivel del mar. En realidad el lago no posee orillas, pues se encuentra encajado dentro de un corte profundo del terreno cuyas paredes descienden a las profundidades casi verticalmente, con un grado de inclinación agudo. Sus aguas son muy obscuras, porque llevan gran cantidad de turba; a muy pocos metros bajo la superficie es imposible ver nada.


El Fósil Viviente

Los monstruos se adaptaron a su nueva vida y los descendientes habitaron las obscuras aguas del lago desde hace milenios. Se cree que el monstruo de Loch Ness podría ser verdadero.

El monstruo de Loch Ness podría ser un descendiente de dinosaurio, un fósil viviente. Existen demasiados testimonios de personas que han informado y fotografiado a este ser. Solamente resta esperar que algún día sea capturada uno de estas ejemplares.

FUENTES:  http://www.mundoparanormal.com

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