viernes, 6 de octubre de 2017

El origen y significado del beso de la muerte.


El concepto del beso de la muerte es muy recurrente en la cultura popular: películas, libros, series. Ha sido adoptado como una expresión bastante común. ¿Pero realmente sabemos a qué se refiere y de dónde surgió esta figura poética, o sólo la entendemos de manera muy superficial?

El punto de referencia de la mayoría de la gente es el mundo de los gángsters y la mafia. Pero en realidad su origen proviene de una antigua tradición mística.

El experto en simbolismo de la Universidad de Barcelona Raimon Arola, hizo una extensa labor de investigación para rastrear el origen esotérico del beso de la muerte, también llamado mors osculi.


Esta inquietud le surgió a partir de observar una llamativa estatua en el cementerio del Poble Nou, España, en la que la muerte personificada como la parca, en su figura de esqueleto, va en busca de un joven y se lo lleva a su reino con un beso.

Es el arquetipo visual que encierra el simbolismo de la vida después de la muerte. Un beso que nos lleva a “morir antes de morir, o la muerte como una iniciación religiosa o espiritual”, señala Arola.

El investigador asegura que en el mundo actual “se ha perdido el conocimiento de los misterios de la muerte y esta, si es que se tiene en cuenta, es considerada como un acontecimiento terrible y nefasto”.

Pero en el mors osculi, la diferencia radica en que “la muerte se presenta como aliado y colaborador. La muerte se ha concentrado en un personaje que refleja, como si fuera un espejo, al propio individuo ante quien se presenta. Una sombra, una oscuridad, un espectro delimitado que se abalanza sobre el ser vivo y lo besa”. Es una iniciación poética, una línea muy delgada entre lo artístico y lo religioso.


La imagen del beso de la muerte también se remonta a la tradición cabalista y la alquimia, en donde se menciona con frecuencia el acto de besar en la boca. Por lo general, representa la transferencia del aliento vital, el hálito, espíritu o alma.

Se repite también el proceso cosmogónico que narra el Genésis cuando habla del espíritu de Dios que se posa sobre las aguas para insuflar el aliento o Ruach Elohim.

Es decir, para Arola la creación y la muerte no son opuestos o antónimos, sino parte de una misma dinámica, un ciclo eterno: “Al morir por el beso de Dios, el espíritu del hombre sale por la boca y se une con Él que por unos instantes se ha disfrazado de muerte. En este sentido está escrito en el Talmud: ‘La más penosa de las muertes es la del garrote, la más dulce es la del beso [divino]”.

En la cultura popular, se considera que el besar es la unión de un espíritu con otro, la fusión que les permite convertirse en uno.

En ese sentido, el beso de la muerte es parecido al de los amantes. Es una prueba de íntima elección: el devoto es elegido por la divinidad como el amante es elegido por su amado.

FUENTE: https://mixfm.mx

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