miércoles, 24 de abril de 2019

El escalofriante caso del “niño fantasma’ del cementerio de Uruguay.


En el año 2016 una estudiante fotografió dentro de un panteón la imagen de un niño que falleció en 1972.

En abril del año 2016 un grupo de estudiantes del Liceo 2 “Antonio Grompone”, de la ciudad de Salto, en Uruguay, acompañados del profesor del historia José Buslón, acudieron al Cementerio Central de la localidad, para fotografiar el lugar y captar “símbolos” y figuras patrimoniales del histórico sitio, uno de los más representativos de la historia local.

Todos los alumnos cumplieron escrupulosamente con la tarea escolar, sin embargo, una de las estudiantes, ya de regreso en su hogar y cuando se encontraba revisando las imágenes que había tomado en el camposanto, se encontró con una escalofriante sorpresa. En una de las fotografías, que mostraba el centenario panteón de la familia Ventura Goncálvez, que data de 1903, podía verse detrás de la reja la imagen de un niño, vestido con pantalón negro y camisa beige, correctamente peinado y mirando hacia el exterior del panteón.

La fotografía se viralizó rápidamente y llamó la atención de la prensa uruguaya, que también la publicó. Posteriormente, una maestra jubilada de Salto contactó al diario “El País” de Uruguay para informarles que esa imagen le recordaba muchísimo a un niño amigo de su hijo, quien había fallecido en un accidente de tránsito en 1972 y había sido sepultado precisamente en el Cementerio Central de la localidad.


El profesor de Historia José Buslón, junto al presentador televisivo y escritor Guillermo Lockarth, de la cadena 12 de Uruguay, decidieron entonces inquirir más detalles sobre el caso del “niño fantasma” del Cementerio Central de Salto, logrando conocer algunos detalles bastante reveladores. “La maestra jubilada nos relató que ya había visto el rostro del niño en otra fotografía, que estaba en una jardinera de ese panteón durante una visita que realizó al cementerio en el año 1996. Consultó a los dueños del panteón si era familiar y le dijeron que no. Luego el sepulturero le dijo que ese mismo año habían dejado de enterrar en tierra y que empezaron por los cuerpos chicos, los que comenzaron a llevar a los panteones y que por eso estaba ahí. La maestra también nos aseguró que su hijo, tras ver la foto tomada por mi alumna el año 2016, dijo que la imagen del niño era muy parecida a la de su amigo fallecido en 1972″, narró Buslón a la prensa uruguaya.

A partir de los datos aportados por la docente y su hijo, Buslón y sus alumnos siguieron buscando pistas, comprobando en los diarios locales que el accidente de 1972 sí había tenido lugar, tal como había narrado la profesora. Una vez en el cementerio, también confirmaron que el cuerpo del niño había estado enterrado en el panteón fotografiado, pero que posteriormente había sido trasladado a otro sitio. También lograron ubicar a las hermanas del “niño fantasma”, quienes en todo caso nunca lo conocieron debido a que éste había fallecido antes de que ellas nacieran.


Al poco tiempo de que se publicara la primera fotografía del niño fantasma, en mayo del 2016, el profesor Buslón y algunos de sus alumnos regresaron al panteón de la familia Ventura Goncálvez (aunque ahora pertenece a una familia de apellido Garbarini) para tomar más fotografías. Sorprendentemente, en una de las cámaras de los estudiantes apareció la imagen de un rostro infantil asomándose detrás de uno de los ventanales del mausoleo. “Ese día nos encontrábamos en el Cementerio Central realizando una nota en el lugar de la supuesta y primera aparición. El grupo de estudiantes se encontraba presente y registró la instancia. Y comprobando las imágenes tomadas nuevamente se nos presentó algo cuya explicación racional resulta escasa para explicar la evidencia de lo observado y captado por las cámaras”, dijo el profesor Buslón.


El presentador Guillermo Lockhart, con todos los datos de este caso, lo incluyó en su libro “Voces Anónimas: Historias y leyendas del universo mágico”, el cual fue presentado en la última Feria del Libro de Montevideo. Sin embargo, después de una entrevista televisiva donde el profesor Bulsón aparecía hablando sobre este episodio, este caso de tintes paranormales terminó judicializándose, pues la familia del “niño fantasma” decidió iniciar un reclamo judicial por 900 mil dólares, contra el conductor televisivo y escritor Guillermo Lockarth, el Canal 12 de Uruguay y el profesor de Historia José Buslón, debido a daños morales y “a que se estaba vulnerando su intimidad”, Según constaba en parte de la demanda, el reclamo tenía que ver con “la difusión de imágenes, historia personal y privacidad de los comparecientes por difusión de hechos sin autorización”.

FUENTE: https://www.guioteca.com

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