viernes, 19 de abril de 2019

El fantasma del puente de Salinillas Coahuila.


Tanto era el miedo a pasar por el puente que unía a la comunidad de salinillas, con la carretera principal que llevaba a Torreón Coahuila, que sus pobladores, no lo hacían solos ni en altas horas de la noche, pero que era eso que se escuchaba en pleno siglo XXI que tenia aterrorizado a todos los pobladores.

Se preguntaban todos los que pasaban por la carretera y que conocían los cuentos de fantasmas que se hablaban de ese puente viejo, que era la única vía para entrar al pueblo de Salinillas.

Como en toda la sociedades, existen personas que son creyentes y otras que no lo son, pero que respetan las creencias de los demás, pero aparte existen, los que se burlan y son escépticos de lo que la gente cuenta.

Pues este es el caso del operador de trailer Omar Morales, y su ayudante Raúl Juárez, unos tipos que parecían cortados por la misma tijera, y que se caracterizaban por faltar el respeto a todos y uno de ellos había escuchado las historias que se decían del lugar, algo que atrajo a los dos.


Iban con rumbo a torreón, a recoger una carga, pero era ya de noche, y la carga la recogerían por la tarde de un día después, entonces, con unas bebidas alcohólicas y envalentonados, llegaron al lugar, dejaron su camión y se dirigieron al puente.

Cuando llegaron el sol apenas se iba metiendo, entonces decidieron quedarse unas horas mas, tomando sus bebidas y riéndose del lugar.

De repente a Omar, su botella de cerveza le voló de la mano, y le pego a Raul en la cabeza, algo que irrito mucho al ayudante, que voltio para desquitar su furia, pegando le a tu patrón, lo que vio al voltear, fue algo que lo dejo sin poder hablar, era el anima de una persona que permanecía atrás de Omar y que se reía sin parar.

Al querer correr para protegerse, la entidad le cerro el paso, solo para aventarlo del puente y regresar por Omar, ahí quedo Raúl, con el cráneo destrozado, al caer, y Omar nunca corrió, era tal su grado de terror, que había quedado petrificado, de lo que sus ojos veían, y solo cuando tuvo al fantasma enfrente suyo y lo tomo gentilmente de la mano, se orino del miedo, lo había tomado de la mano, para encaminarlo a que saltara por propia voluntad, pero al ver que no se aventaba, lo aventó a las piedras que tenia el cause del río.

FUENTE: https://cuentosdeterrormexicanos.weebly.com

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