jueves, 18 de abril de 2019

Fantasmas en el Puente de Metlac.


Apariciones y espantos en un escenario reconocido por sus mortales accidentes y suicidios.

El Puente de Metlac es reconocido a nivel internacional como una de las más impresionantes obras de la ingeniería mexicana, situado en un lugar donde la vista panorámica es impresionante, ha sido sin embargo escenario de trágicos acontecimientos, como accidentes automovilísticos y no pocos suicidios.

En estos trágicos acontecimientos se han visto involucrados nombres muy conocidos en la región; de esto ha dado acontecimientos inexplicables para quienes les toca ser protagonistas.

Hace algunos meses, una familia compuesta por una joven pareja, una chica de 16 años y un niño de 9 años, venían de regreso a esta ciudad después de haber pasado el fin de semana en el puerto de Veracruz.

La noche era clara y tranquila y era muy escaso el tráfico automovilístico, sin embargo, quizá por coincidencia, al llegar al puente de Metlac no se veía ningún auto que circulará por ahí, aparte del de ellos. Cuando de repente, como salida de la nada, vieron una mujer con un bebé.

Al detenerse el auto, la mujer se acerco inmediatamente, entonces pudieron apreciar su pálido y demacrado rostro con huellas de golpes, entonces ella les dijo que se dirigía a Córdoba procedente de la ciudad de Puebla en compañía de su esposo pero que este venía ingiriendo bebidas alcohólicas, lo que le hacía ponerse muy agresivo con ella, por lo que cuando le suplico que disminuyera la velocidad para evitar algún accidente, el comenzó a abofetearla enfurecidamente, diciéndole que si no le parecía, podía bajarse del auto con su hijo y haber que hacía para regresar.

Inútil fue tratar de apaciguarlo, por lo que al ver que su violencia crecía y temiendo que pudiera dañar también a su bebé de solo año y medio prefirió bajarse del auto y caminar esperando que alguien la auxiliara.


Ante tales circunstancias, el matrimonio le pidió que pasara esa noche en su casa y a la mañana siguiente la llevarían a su casa para evitar cualquier problema, cosa que fue aceptada por la mujer quien subió en la parte trasera del coche donde iban los hijos del matrimonio, al que llamo la atención que no se despertaran aunque la mujer sollozaba por momentos.

Al llegar a su casa arreglaron una pequeña habitación desocupada, acomodando, una sola cama con dos sabanas, cobijas y almohadas que guardaban en otro lado, dejando además a los niños algunos de sus juguetes por si el bebé despertaba y lloraba dejando también un termo con leche para que lo alimentaran.

Tenía la familia un perro con fama de ferocidad que era el terror de los vecinos por lo que causo, extrañeza que en vez de recibirlos a su regreso con sus habituales ladridos y muestras de alegría, se echara a un rincón gimiendo lastimosamente, a tal grado que no sabían qué hacer para calmarlo y llevarlo al día siguiente al veterinario, y luego de preguntar a la mujer su nombre y donde vivía le desearon buenas noches y se fueron a acostar presas de un profundo cansancio.

Cuando se levantaron al día siguiente y buscaron a la mujer no la encontraron por ningún lado, y en la habitación que le habían asignado estaba todo perfectamente ordenado, sin nada de lo que habían dejado para la mujer y el bebe en la noche, al principio pensaron que quizá se habría ido durante la noche llevándose todo, pero algo no posible, debido a que no era fácil abrir la puerta de la calle aún con la llave, luego de revisar bien toda la casa encontraron la ropa de cama que le habían dado a la mujer en su lugar habitual.


Totalmente desconcertados, no sabían que pensar, pues estaban seguros de lo que habían visto y que todo lo sucedido era real, los niños estaban por completo intrigados y volvieron a buscar en la habitación que habían dado a la mujer y al bebé encontrando en la hendidura del sofá, un zapatito y un pequeño escapulario.

Por lo que decidieron, buscar a dicha mujer con los pocos datos que les había proporcionado, por lo que luego de una larga búsqueda cerca del Fraccionamiento Nicolás en Córdoba, la dueña de una pequeña tienda les dijo que hacía tiempo que había muerto en un accidente automovilístico en el puente de Metlac.

Como era natural, la familia quedo vívidamente impresionada y por un tiempo, nadie pudo conciliar normalmente el sueño, hasta que una vez que la chica se confesó en la misa de fin de curso del colegio donde asistía, el sacerdote les aconsejó que les dijera a sus padres, dedicaran unas misas para el descanso de esas almas, algo que hicieron y que logro hacer que reinará la tranquilidad en el hogar de esta familia, aunque quedará por siempre en la mente de sus integrantes, esta experiencia de la cual fueron protagonistas.

FUENTE: http://www.orizaba.org

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