miércoles, 29 de mayo de 2019

El árbol de los duendes.


Se cuenta que los arboles que atraen por excelencia a los duendes son las higueras, y se dice también que es muy probable que todo aquel que tenga un árbol de higos en su casa, tenga que enfrentarse algún día a estos extraños seres, pero en Presa de los Serna existe un árbol en el que se cuenta se han visto duendes pasear entre sus ramas, lo curioso del caso es que ese árbol no es precisamente un higo sino un Mezquite.

Por la calle Padre Abraham Rodríguez la cual comunica directamente al puente con la plaza y con el Santuario de Guadalupe, justo en frente de la tortillería “Serna” existe un curioso Mezquite en el que algunos de los habitantes de la comunidad aseguran haber visto pequeñas creaturas subiendo y bajando por entre su tronco y sus múltiples ramas.

Cierto día un señora caminaba a eso de las 6:00 de la mañana rumbo a la tortillería con su cubeta repleta de nixtamal, justo cuando estaba por llegar, al pasar junto este mezquite, le pareció escuchar ligeros susurros como de niños, debe ser algún pequeñín, pensó, pero también sabía que era casi imposible que algún pequeño estuviera escondido entre la hierba junto a ese viejo mezquite arriesgando algún piquete de un animal y además ¿a esa hora?

Siguió avanzando cuando sintió que justo atrás de ella había pasado alguien o algo corriendo, pensando que se trataba de alguna otra señora que iba rumbo a la tortillería decidió mirar hacia atrás pero no había nada, aunque ella claramente sintió que alguien pasó, trato de consolarse pensado que fue un gato el que atravesó la calle, decidió seguir avanzando cuando de repente sintió que algo o alguien jalaba su cubeta como tratando de arrebatársela, volvió a girar para mirar quien trataba de jugarle un abroma, al girarse pudo ver una pequeña criatura de unos cuarenta centímetros justo de tras de ella, al sentirse observado el pequeño duendecillo aventó un gran salto hacia el terreno baldío donde se encuentra el Mezquite y entre la maleza del lugar se perdió a la vista de la señora, la cual se había quedado perpleja por lo sucedido.

La señora afirma que era una creatura del tamaño de un niño de tres años de edad, pero que el rostro pareciera de un anciano de ochenta años o más, de sonrisa burlesca e incluso chimuelo, vestido en color café oscuro y con uñas bastante largas.


Cierto día también a eso de las dos de la tarde una pequeña venia de la escuela rumbo a su casa, cuando pasó por el mezquite escucho que alguien le chisteaba, el sonido parecía venir del mezquite, dice la pequeña que al girar para ver si se trataba de alguno de sus compañeros, vio un pequeño grupo de “creaturas pequeñas” que se columpiaban en sus ramas y reían sin parar como si se tratara de una fiesta, al ver el diminuto tamaño de aquellas creaturas, la niña corrió asustada, al llegar a su casa no comentó nada de lo sucedido simplemente no quiso comer y se fue adormir, dice su madre que durante varias noches despertaba diciendo que los duendes no la dejaban dormir con sus susurros y sus risas, incluso llego a decir que le hacían cosquillas y le jalaban la cobija.

Existen otros dos árboles mas en el que se afirma haberles visto también uno de esos árboles es un mezquite también y otro más un laurel. Se dice que hay dos clases de duendes, unos son juguetones y solo hacen pequeñas e inocentes travesuras, otros se dicen que son algo más agresivos al grado de golpear y rasguñar a las personas, hasta la fecha no se ha sabido que los duendes que habitan en este árbol sean agresivos, más bien parecieran inofensivos, pero para las personas que no estamos acostumbrados a este tipo de experiencias resultaría muy poco agradable, que algún día al pasar junto este árbol nos encontráramos con estas misteriosas creaturas, que parecen custodiar ese viejo mezquite denominado el árbol de los duendes.

FUENTE: http://lapresadelosserna.blogspot.com

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