lunes, 31 de diciembre de 2018

Los kekkai, fetos abortados que buscan venganza.


Si hablamos de demonios, no hay cultura como la japonesa, llena de fantasmas y criaturas que te quitarán las ganas de salir de casa. Aunque en este caso en específico, parece que la casa podría ser el lugar más peligroso de todos. Pues hablaremos de un demonio que proviene del vientre de una mujer y que regresa en busca de venganza para arrebatarle la vida de la misma manera que ella lo hizo con él.

Los kekkai son técnicamente eso, un ser malévolo que toma conciencia luego de que su madre lo haya abortado voluntariamente o de forma natural. Que para evitar que lo maten por completo huye apenas sale del cuerpo de la mujer, solo para regresar después para cobrar su venganza.


Fue gracias a esto que en la antigüedad se acostumbró a sellar las ventanas de la casa de las mujeres embarazadas, o de cubrir su cama con paredes movibles para que en el caso de que un kekkai naciera, no pudiera huir a ninguna parte y lo capturaran inmediatamente. Ya que se decía que ellos huían solo por un tiempo, pues su mayor propósito era regresar a la casa de su madre amparado por las tinieblas nocturnas, trepar por sus sábanas y devorarla con sus afilados dientes, comenzando por el cuello. Y según las historias, el resultado de su ataque sería fácilmente la escena más sangrienta que te puedas imaginar.

Pero esas paredes fue solo uno de los métodos que tenían para contener a tan terribles criaturas, pues, aunque el feto no saliera huyendo, la amenaza de que volviera era latente, y se reforzaba el suelo debajo de la cama de la madre para evitar que se colara por las tablas, o como último recurso se le daba alguna herramienta afilada para que se pudiera defender en caso de que el kekkai llegara hasta ella.


Se cree que esta leyenda nació para dar explicación al nacimiento de bebés fallecidos o de madres que luego del parto se les encontraba sin vida. Cosa que podría explicarse por las complicaciones que un parto en aquella época podía suponer. Y la mejor manera que tenían de defenderse, aparte de las ya mencionadas, eran unas pantallas que se colocaban cuando la mujer estaba a punto de dar a luz, llamadas byobu, que fungían más como protecciones energéticas que como barrera física, pues evitaba que el kekkai tuviera fuerza para huir o atacar.

FUENTE: https://liveweb.club

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