lunes, 8 de enero de 2018

Narran sepultureros historias de panteones.


Por Alma Proa

Desde aparecidos y quejidos de dolor, hasta la danza de brujas al fondo de los cementerios aseguran haber visto y escuchado...

Acuña, Coah.- Mitos y leyendas son lo que se entreteje en torno a lo que ocurre dentro y fuera de los cementerios, sin embargo, hay situaciones tan extraordinarias que parecen sacadas de un cuento de terror, hechos que pocas veces se cuentan, pero que las personas que viven en los alrededores de los camposantos han atestiguado.

De acuerdo con las declaraciones dadas a conocer por vecinos de estas áreas y por los propios sepultureros, las historias van desde los aparecidos, el escuchar que alguien los llama, quejidos de dolor, hasta el ver a las llamadas “brujas” danzar en círculos en las áreas más retiradas de los cementerios, o bien donde se encuentra la denominada fosa común.

Versiones señalan que al momento de cavar una sepultura se han encontrado fetiches de personas con cientos de alfileres clavados en su cuerpo, así como también “pomitos” (botellas con fetos humanos con preparaciones especiales con la intención de dañar a determinada persona), e incluso se habla de que hay quienes han intentado comprar huesos o cabello de muerto para realizar sus “trabajos”.


Don Juan Alemán, quien trabajó en el cementerio de Dolores por espacio de cuatro años durante la pasada administración, cuenta que hay cosas que no pueden negarse que existen, pues a él le tocó observar todo tipo de trabajos de “brujería”, ver cómo principalmente mujeres entraban al lugar con la mirada perdida en busca de fosas recientes, o bien de aquellas que sólo están cubiertas de tierra, donde se ponían a orar y posteriormente se retiraban.

Pero lo más extraordinario y que le ha tocado vivir en carne propia, es el hecho de que en dos ocasiones los muertos le han hablado. En la primera de ellas don Juan detalla que escuchó cómo una voz muy lejana que brotaba desde el fondo de la tierra lo llamó por su nombre, y él preso de miedo abandonó el lugar e incluso le costó trabajo volver a circular por la misma área.

En la segunda ocasión le tocó escuchar un quejido lastimero, como si se tratara de una persona que había sufrido mucho antes de morir, “como si hubiese tenido una dolorosa agonía”, e incluso al escucharlo dijo que se imaginó como alguien de apariencia muy delgada.

Agregó que hoy está preparado para estos hechos, por lo que si alguna vez vuelve a pasarle les preguntará qué es lo que quieren. 


Guadalupe Anaya, también sepulturero pero en las instalaciones del Jardín Amistad Eterna, señaló que la gente por ignorancia e incredulidad acude a los panteones a realizar cierto tipo de actos que contradicen las leyes de Dios y de la naturaleza. Dijo que le ha tocado ver cómo mujeres acuden a realizar sus “menjurjes” al panteón, por lo que encienden veladoras negras e incluso se ponen a danzar en las orillas del cementerio.

FUENTE: http://www.zocalo.com.mx

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