lunes, 9 de septiembre de 2019

Cuando Lucas se va.


Realmente detesto cuando mi hermano Lucas tiene que marcharse.

Mis padres siempre intentan explicarme lo enfermo que está, que soy una persona muy afortunada de tener salud y un cerebro donde todo fluye y funciona de manera correcta. Cuando me quejo de lo aburrida y sola que me siento sin Lucas, intentan hacerme sentir mal diciéndome que seguramente él está mucho mas aburrido y se siente peor que yo. Que seguramente no debe de ser fácil estar confinado en una residencia… y que tengo suerte de no estar en dicha situación.

Siempre les pido que le den una última oportunidad. Evidentemente, le daban muchas oportunidades al principio. Lucas se ha ido y ha vuelto a casa muchas veces, pero cada vez la visita era mas corta que la anterior. Siempre que él viene, suceden cosas que no puedo explicar fácilmente; El gato de los vecinos apareció muerto en nuestra caja de los juguetes, las cuchillas de afeitar de papá fueron encontradas en el tobogán que utilizan los niños pequeños en el parque… y las vitaminas de mamá fueron misteriosamente reemplazadas por pedazos de pastillas para el lavavajillas…

Mis padres ya no se sienten seguros, incluso podría decirse que tienen miedo de Lucas, y es por esa razón que ya no le dan tantas “ultimas oportunidades” como antes. Ellos dicen que Lucas es un niño encantador, capaz de fingir que todo está bien y que es totalmente inofensivo, siendo así capaz de engañar a todos sus médicos para que piensen que es un buen momento para iniciar un proceso de rehabilitación.

Parece que tendré que soportar mi soledad y mi aburrimiento, ya que de este modo estaré a salvo de él.

Detesto cuando Lucas tiene que irse. Me hace tener que fingir que soy una buena niña hasta que él vuelva de nuevo o sabrán que he sido yo.

FUENTE: https://www.terrorparanormal.com

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