Tres fantasmas jaraneros son la máxima atracción en Teatro Municipal de Iquique Alejandra Lobo
Tres fantasmas que desde hace un tiempo rondan por el Teatro Municipal de Iquique tienen con la piel de gallina a los funcionarios del recinto, por más que aseguran que son buena onda y que lo único que hacen es protegerlos. De que los tienen rochados no hay duda. Aseguran que se trata de un monje franciscano que pereció en el incendio de un monasterio que se levantaba en el lugar, de una niña de 10 años y de un ex escenógrafo llamado David Castro, muerto el 2001 y cuya alma quedó rondando en el lugar donde trabajó ene tiempo.
Mario Cruz, dire del Teatro, jura por todas las piscolas que se ha tomado que el asunto es cierto. Sin embargo, con voz tembleque llamó a no asustarse: "Todos los que aquí trabajamos los hemos visto y sabemos que están. Incluso este año, cuando estuvo de visita el tarotista Alejandro Ayún, sin que nadie le dijera nada detectó que había tres almas en pena vagando entre las paredes".
Artistas, productores, trabajadores y hasta público aseguran que existen. Hernán Barraza, tramoyista, con 10 años en el lugar, mueve la cabeza y cuenta: "Aquí pasan cosas raras. Han desaparecido partituras en medio de conciertos, se abren puertas cuando nosotros las hemos cerrado. Yo he visto al 'Monje' sentado en el palco presidencial y en los puentes. Una vez lo tuve a 10 metros. Era impresionante con su sotana negra y como 1.80 de estatura. Me dio miedo, pero no hace nada".
Francisco Lovera, sonidista, también ha tenido encuentros cercanos con "El Monje": "Casi siempre se me aparece en el segundo piso. A veces, cuando paso por un lado oscuro, se me pone la piel de gallina. Cuando vienen grupos evangélicos al Teatro, al día siguiente queda la embarrada. Como que se enloquecen y 'El Monje' hace y deshace. Es el que más se alborota".
Mario Cruz, insiste en que el fenómeno es muy extraño y que ocurre a cualquier hora, incluso en medio de los espectáculos o cuando se preparan escenografías. "Muchas personas que se preocupan de los fenómenos paranormales han venido a estudiarlos y han asegurado que son almas que nos protegen, por eso hay que dejarlas que sigan vagando y jugando", aseguró no muy convencido.
El Teatro Municipal del histórico puerto, de hermosa fachada e imponente sala, fue construido en 1890 y por su escenario han pasado glorias del teatro, del canto y la farándula en general.
Mario Cruz, dire del Teatro, jura por todas las piscolas que se ha tomado que el asunto es cierto. Sin embargo, con voz tembleque llamó a no asustarse: "Todos los que aquí trabajamos los hemos visto y sabemos que están. Incluso este año, cuando estuvo de visita el tarotista Alejandro Ayún, sin que nadie le dijera nada detectó que había tres almas en pena vagando entre las paredes".
Artistas, productores, trabajadores y hasta público aseguran que existen. Hernán Barraza, tramoyista, con 10 años en el lugar, mueve la cabeza y cuenta: "Aquí pasan cosas raras. Han desaparecido partituras en medio de conciertos, se abren puertas cuando nosotros las hemos cerrado. Yo he visto al 'Monje' sentado en el palco presidencial y en los puentes. Una vez lo tuve a 10 metros. Era impresionante con su sotana negra y como 1.80 de estatura. Me dio miedo, pero no hace nada".
Francisco Lovera, sonidista, también ha tenido encuentros cercanos con "El Monje": "Casi siempre se me aparece en el segundo piso. A veces, cuando paso por un lado oscuro, se me pone la piel de gallina. Cuando vienen grupos evangélicos al Teatro, al día siguiente queda la embarrada. Como que se enloquecen y 'El Monje' hace y deshace. Es el que más se alborota".
Mario Cruz, insiste en que el fenómeno es muy extraño y que ocurre a cualquier hora, incluso en medio de los espectáculos o cuando se preparan escenografías. "Muchas personas que se preocupan de los fenómenos paranormales han venido a estudiarlos y han asegurado que son almas que nos protegen, por eso hay que dejarlas que sigan vagando y jugando", aseguró no muy convencido.
El Teatro Municipal del histórico puerto, de hermosa fachada e imponente sala, fue construido en 1890 y por su escenario han pasado glorias del teatro, del canto y la farándula en general.
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